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Investigaciones sobre el patrón urbano de Cotzumalguapa: la Calzada Seler-Sachs y los Monumentos 81 y 82 de El Baúl
Introducción
El sistema de calzadas de Cotzumalguapa es un aspecto interesante de esta zona arqueológica, varias temporadas de investigación se han enfocado en tratar de entender este complejo sistema de comunicación y la tecnología que requirió su construcción. Producto de esas investigaciones sabemos que los tres conjuntos arquitectónicos importantes (Bilbao, El Baúl y El Castillo) no estaban aislados, formaban parte de un enorme centro urbano, conectados por medio de estas vías de comunicación (Fig.1). Es así como surge la idea de nombrar esta urbe como Ciudad Arqueológica de Cotzumalguapa.
La Calzada Seler-Sachs, documentada desde 2007, fue una importante vía que comunicaba El Baúl con las zonas habitacionales ubicadas al norte. El hallazgo fortuito del Monumento 81 fue un aliciente para terminar de conocer esta calzada y su longitud exacta. El Proyecto de Rescate del Monumento 81 de El Baúl permitió asociar esta escultura como parte de la Calzada Seler-Sachs y documentar otros aspectos arquitectónicos que hacen de este sector de especial interés, asimismo estimar la longitud exacta, la cual es de 1.04 km y que la convierte en la segunda calzada más larga de Cotzumalguapa. El hallazgo del Monumento 82 de El Baúl permitió fundamentar el uso de esculturas con el rostro del Dios de la Muerte como parte del pavimento de las calzadas
Los resultados del georadar también permitieron identificar otra posible calzada y algunas construcciones en un sector al suroeste de El Baúl, conocido como Chicharrales. En esta ponencia se presentan los resultados de la prospección geofísica, las excavaciones (Operaciones EB12 y LT1) y los análisis de los artefactos recuperados.
La Calzada Seler-Sachs
La documentación de la Calzada Seler-Sachs inició en 1997, cuando se documentó la localización de los monumentos 67 y 68 de El Baúl, que aparecieron juntos durante labores agrícolas. Los dos bloques forman una pareja; el primero con el rostro del Dios de la Muerte, y el segundo con el numeral cuatro. Durante la temporada de 2007 se hicieron excavaciones en ese lugar, para confirmar la hipótesis de que el género de esculturas en relieve que representan al Dios de la Muerte, muchas veces asociado con el número cuatro, formaban parte de los pavimentos de las calzadas, lo cual se confirmó plenamente. Se documentaron tres sectores cerca del hallazgo. En la Operación EB10, el estado de conservación del pavimento fue pobre y no fue posible determinar el ancho de la calzada, pero se estimó un ancho aproximado de 14 m. La Operación SV14A se excavó en el sector donde se encontraron originalmente los monumentos 67-68, a una distancia de 263 m al norte de la operación EB10. Se localizó el empedrado a pocos centímetros debajo de la superficie, relativamente bien conservado. En la Operación SV14B la calzada se encontró bien conservada, y en el lado oeste se identificó un posible parapeto que alcanzaba 1.70 m de ancho y que sirvió para nivelar el terreno (Chinchilla Mazariegos 2007:13-15).
La calzada fue bautizada como Seler-Sachs, en honor a Cæcilie Seler-Sachs; esposa y colaboradora de Eduard Seler, cuyo relato de viajes inclu¬ye el primer reporte sobre los monumentos del sitio Palo Verde. Se observó además que el Monumento 72 de El Baúl formaba parte de la calzada. Esta escultura fue encontrada durante los reconocimientos de superficie realizados en la temporada de 2001, y representa un mono con los brazos alzados, que aparentemente se encontraba al lado de la calzada (Chinchilla Mazariegos 2007:12).
En 2009 se obtuvieron nuevos datos sobre la extensión de la Calzada Seler-Sachs por medio de prospección geofísica con georadar. Se logró documentar su presencia en un amplio sector situado al norte de las operaciones investigadas en 2006 (Lynch 2009). La prospección se prolongó hasta el lindero norte de la finca El Baúl, donde colinda con la finca Los Tarros. Hasta este punto, la calzada recorre una distancia de 700 m, con un ancho promedio de 14 m. No se ha documentado el punto de origen al sur, pero se supone que se encuentra en la Estructura 50 de El Baúl (Chinchilla Mazariegos 2011:69-70).
El Monumento 81 de El Baúl
Esta escultura fue encontrada de manera fortuita en Mayo de 2014 y reportado por el Sr. Edwin Galindo, guardián de la finca El Baúl, días después del hallazgo. El monumento consiste en una piedra de forma ovalada, de 1.90 m de largo, 1.80 m de ancho y 1 m de grosor. La talla (Fig.2) consiste en un jaguar, que por la forma de la roca, parece estar echado. Lleva una bufanda que presenta un nudo pequeño al frente y otro nudo más grande sobre la espalda, algo poco común en el arte de Cotzumalguapa. Una saliente de la piedra fue aprovechada para tallar el rostro. Tiene cola y dos pares de miembros, lo cual es más evidente en los miembros traseros; un par baja a los lados de la roca, mientras que el otro está flexionado hacia la cola. La posición del segundo par, y la forma de las garras, sugiere que pertenecen a un batracio o reptil. En los miembros delanteros también se discierne un par adicional, cuyas garras están ocultas bajo la garra del jaguar. La garra del miembro frontal derecho está perdida.
Los miembros adicionales sugieren que se trata de un animal compuesto, que combina rasgos de jaguar con los de un batracio o reptil. En el arte de Cotzumalguapa, destaca la figura del jaguar-iguana, representado en los monumentos 54 y 69 de El Baúl, ambos descubiertos cerca de la garganta del Río Santiago y asociados a la Calzada Gavarrete.
Georadar
La prospección geofísica se realizó en dos sectores (Fig.3), Monumento 81 de El Baúl (Operación EB12) y SV2104E (denominado así según la nomenclatura empleada en trabajos anteriores de reconocimiento y recolección de superficie). En el sector del Monumento 81 de El Baúl se delimitó un cuadrante de 30 x 30 m cubriendo un área de 900 m2. El rasgo más distintivo fue la Calzada Seler-Sachs, la cual se marca en la sección este del cuadrante. La calzada no se define con claridad debido al desnivel que presenta el terreno, por lo que no se percibe completamente en una sola sección de tiempo (Fig.4).
El sector SV2104E se ubica aproximadamente 500 m al oeste de El Baúl, lugar que es conocido como Chicharrales. En este terreno pasan varias acequias, que fueron abiertas en 2014 para propósitos de cultivo y riego de caña de azúcar. Los reconocimientos realizados en diciembre de 2014 permitieron identificar un pavimento de piedra en la pared de una de las acequias y que sugiere la posible presencia de una calzada. Se delimitaron diez cuadrantes de dimensión variable, cubriendo un total de 7,200 m2. Los resultados en este sector fueron bastante productivos, identificándose al norte dos líneas paralelas que van en dirección este-oeste y que parecen delimitar una calzada. Sin embargo, sólo se identificó la huella característica del pavimento de la calzada en el sector inmediatamente aledaño a la acequia. Al sur de esta se distinguen varios alineamientos que parecen conformar estructuras, posiblemente dispuestas alrededor de un patio.
Un rasgo similar a la posible calzada de Chicharrales fue identificado en 2011 al este de El Baúl, cerca del Río Santiago; las gráficas obtenidas con el georadar permitieron identificar la presencia de una calzada cuyos bordes estaban delimitados por piedras y su interior posiblemente solo estaba compuesto por barro. Esa calzada conduce a un puente situado sobre el Río Santiago, y posiblemente continuaba en el lado opuesto del río, en dirección aproximada al pueblo colonial de San Francisco Ichanhuehue. Se denominó Calzada de Ichanhuehue, pero aún falta realizar excavaciones para comprobar su presencia y su conformación arquitectónica.
Excavaciones
Se estableció la Operación EB12 que permitió conocer el contexto del Monumento 81 de El Baúl y su asociación con la Calzada Seler-Sachs y; la Operación LT1 con el fin de documentar la finalización de dicha calzada en el sector de la Finca Los Tarros.
Operación EB12
Las investigaciones realizadas en 2007 mostraron que la Calzada Seler-Sachs pasaba por este sector, que se encuentra en terreno elevado, al término de una fuerte pendiente que asciende hacia al norte. En ese mismo año, la calzada era parcialmente visible en la superficie de una ronda (nombre que reciben las calles de terracería en los cultivos de azúcar). Durante esa época, muchas piedras del pavimento de la calzada fueron extraídas con el objeto de acondicionar el terreno para sembrar caña. Posteriormente, se obliteró la ronda y se cultivó todo el curso de la calzada. Por esta razón, actualmente no se distingue su curso con la misma claridad. En principio, se pensó que la calzada pasaba junto al Monumento 81, pero no había indicaciones claras sobre el curso exacto de la calzada y su relación con el monumento.
Las excavaciones se dispusieron en una cuadrícula de 2 x 2 m, orientada al norte, en la cual se excavaron 34 unidades (Fig.5), cubriendo un área total de 136 m2. Al inicio de la excavación, el Monumento 81 se encontraba dentro de una excavación realizada por personas desconocidas en 2014, con el objeto de descubrir la talla de la escultura. Estaba colocado en posición inclinada hacia el sur, en dirección a la pendiente del terreno. Las excavaciones de la Operación EB12 (Fig.6) confirmaron que el monumento formaba parte del empedrado de la calzada, colocado justo en el eje central de la misma. El monumento está orientado hacia el sur, viendo hacia la Acrópolis de El Baúl y, aunque el monumento está inclinado (posiblemente colapso del entorno por erosión), es bastante seguro que estuviera colocado originalmente en posición horizontal.
El pavimento empedrado: Está formado por piedras escogidas para formar una superficie nivelada. El tamaño de las piedras es variable ya que en la parte oeste de la calzada, que se encuentra a mayor profundidad y presenta mejor estado de conservación, se observaron piedras de mayor tamaño y mejor colocadas; mientras que en la parte este el pavimento se encontró cerca de la superficie y en mal estado de conservación. Al parecer presenta piedras de menor tamaño, que además estaban colocadas en forma menos regular. Estas características son similares a las que se han observado en otras calzadas, donde las partes centrales de los pavimento usualmente tienen piedras más grandes y mejor colocadas en hileras regulares, mientras que los bordes suelen tener piedras más pequeñas, colocadas en forma menos regular. En la Operación EB12, el borde oeste de la calzada está delimitado por el muro de una posible estructura, mientras que en la parte este el mal estado de conservación no permitió localizar un borde claramente definido pero hay indicaciones de que la calzada se extendía hasta el muro de contención que se identificó en el borde del terreno, donde desciende hacia el este.
Por razones que se desconocen, el pavimento de la calzada presentó un amplio faltante en la parte central, donde se encuentra el Monumento 81. Es posible que este faltante pudo resultar de la excavación realizada alrededor del monumento por personas desconocidas en 2014, con el fin de descubrir toda la talla. Sin embargo, esta posibilidad no es factible por el hecho de que no se encontraron piedras de pavimento en la tierra removida alrededor de la escultura. Además, hay espacios que no fueron alterados, y aun así, no se encontraron restos del pavimento de la calzada. Otra posibilidad es que los faltantes en la parte central fueran provocados por fenómenos naturales, principalmente las lluvias y el crecimiento de vegetación, aun cuando esto no explica la presencia del pavimento al este del monumento, donde el terreno es menos profundo. Se deben dejar abiertas tres posibilidades: (1) un fenómeno atmosférico en el pasado, que pudo ocasionar el colapso del terreno al sur del Monumento 81 y la pérdida del pavimento; (2) actividades humanas que removieron parte del pavimento, y quizá facilitaron el colapso de la escultura; (3) es posible que no haya existido pavimento alrededor del Monumento 81.
En las unidades EB12-D7, EB12-D8 y EB12-D9 la calzada presenta un rasgo de especial interés. Este consiste en una serie de piedras grandes que definen una posible grada o escalón, con el frente hacia el norte. El escalón no abarca todo el ancho de la calzada; de hecho, solo se encontró en el lado oeste, y se interrumpió en el área del Monumento 81. Algunas de las piedras grandes que se encontraron junto al monumento pudieron ser parte del escalón originalmente; de hecho, el Monumento 82, descubierto en esta excavación junto al Monumento 81, tiene la forma de una grada y debió ser parte del escalón. Por la posición en que se encontró, parece haber sido removido intencionalmente, lo que sugiere que el escalón fue intencionalmente destruido en fecha desconocida.
En la parte oeste de la excavación, el escalón se curva marcadamente, formando un canal que se describe más adelante. Al norte del escalón, el pavimento de la calzada continúa entre 0.20 y 0.25 m por debajo del nivel del escalón. La presencia de este escalón deja entrever la posibilidad de que originalmente, la calzada haya terminado en este punto, con el Monumento 81 situado cerca de su extremo. Otra posible función de este escalón, consiste en una especie de muro que permitió cortar la velocidad del agua durante la lluvia y la desviara al canal ubicado en la parte oeste de la calzada.
Canal: En su extremo oeste, el escalón ya descrito, atraviesa la calzada al norte del Monumento 81 y se curva marcadamente hacia el sur, dejando un canal que lo separa de la banqueta de la estructura adyacente, la cual se curva hacia el oeste. El canal corre hacia el suroeste, por una distancia aproximada de 1.50 m de largo, con declive hacia el suroeste. Su ancho varía entre 0.80 y 0.40 m, y en su base presenta lajas de piedra. La escorrentía de la calzada debió drenar con facilidad por medio de este canal, hacia el exterior de la calzada. No se detectó cobertura para este canal.
Estructura asociada a la calzada: En la parte oeste de la excavación se detectó parte de una estructura aledaña a la calzada, identificada en las unidades F8-F12, y G8-G10. En el lado este está delimitada por una banqueta de 0.62 m de altura, adyacente al pavimento de la calzada. Esta banqueta se curva hacia el suroeste, formando un lado del canal de drenaje ya descrito. La estructura continúa al norte, más allá de los límites de la excavación y no fue posible definir su lado oeste. En este sector, en las unidades F10-F12 se encontró otra banqueta que corre hacia el noroeste, con orientación de 286° noroeste. Es probable que se trate del lado sur de una plataforma que se extiende más allá de la excavación.
La estructura presenta un canal con muros y base de piedra, que posiblemente estaba cubierto, ya que en la unidad EB12-F9 se identificaron dos piedras que pudieron funcionar como tapaderas. El inicio del canal fue identificado en la unidad EB12-G8 y se extiende por aproximadamente 3.7 m hacia el suroeste, hasta la unidad EB12-E10 donde son visibles los últimos restos del mismo. No es posible determinar si terminaba allí o se extendía más al sur; lo mismo que su función. No está claro si se trata de un drenaje interno de la estructura, que parece demasiado pequeña para requerirlo. Anteriormente, Thompson identificó tres canales de piedra en el sector de la Acrópolis de El Baúl. El primero y más importante, drenaba el agua de la plaza donde se encuentra la Estructura 6. El canal pasaba por detrás de la Estructura 3 y en ese punto se desvía hacia el oeste donde desciende a la base de la Acrópolis. Los otros dos canales, eran más pequeños y fueron identificados en la Trinchera 9, ubicada en el basamento que sostiene la Acrópolis de El Baúl (Thompson 1948: 38).
En términos generales la estructura identificada en este sector presenta rasgos distintivos en comparación con otras que se han investigado en Cotzumalguapa. Además del muro curvo, que no es un rasgo común, la estructura presenta un relleno muy pedregoso, algo inusual en el sitio. La disposición del drenaje no tiene una explicación clara, al menos en el segmento de la estructura que se excavó. Se hacen necesarias excavaciones más amplias para determinar en forma más completa la conformación de esta estructura.
Muro de contención: Uno de los hallazgos más importantes de la excavación fue un muro de contención (Fig.7) construido en el lado este de la calzada, donde el terreno desciende marcadamente hacia el este. El muro de contención proveyó evidencia clara sobre el grado de modificación del terreno, que se hizo evidente a partir de los trabajos de mapeo realizados en 2002. Toda la pendiente de la colina fue adecuada para el paso de la Calzada Seler-Sachs. Los trabajos incluyeron rellenos artificiales y muros de contención, que probablemente abarcan toda la pendiente de la colina. Los rellenos y los restos del muro de contención se observaron inicialmente en una acequia que rodea la parte alta de la colina en este sector. La excavación permitió documentar el muro en un sector restringido, donde se encontró bien conservado.
El muro se identificó en las unidades EB12-G1, EB12-H0 y EB12-H1, en el sector este de la Calzada Seler-Sachs. Presenta una altura aproximada de 2.28 m, aunque es posible que sea más alto, ya que no se logró llegar a la base del mismo debido a los inconvenientes que presentaba el terreno. El muro presenta dos cuerpos escalonados con fachada de piedras, el cuerpo superior tiene una altura de 0.84 m y el inferior 0.82 m. Es posible que haya otros cuerpos a niveles más bajos, construidos para estabilizar el terreno que desciende de manera constante hasta llegar al nivel de una quebrada estacional.
Los trabajos de nivelación y la construcción de muros de contención fueron comunes en Cotzumalguapa, y se puede afirmar que gran parte del terreno de la ciudad fue modificado por medio de trabajos de ingeniería durante el Periodo Clásico. Otro muro de contención fue identificado en 2002 y 2006, durante las excavaciones de un conjunto asociado al Taller de Obsidiana de El Baúl. En 2002 se excavó un segmento del muro de contención que delimitaba el conjunto en su lado este, estaba formado por dos cuerpos escalonados, y alcanzó una altura total de 1.15 m. En 2006 se localizó el mismo muro, con una conformación idéntica, 7.5 m al sur del segmento excavado en 2002. El segmento excavado en esta ocasión se alzó 1.60 m (Chinchilla Mazariegos 2006: 14-15).
Monumento 82 de El Baúl
Durante la remoción del Monumento 81, se examinó una piedra de gran tamaño que yacía junto al mismo, y se identificó un bajorrelieve en su lado inferior, que representa el rostro del Dios de la Muerte. Inicialmente pasó desapercibido, ya que se le considero como una de las piedras que sirvieron como base para sostener el Monumento 81. La ubicación y circunstancias del monumento no habían permitido la excavación del mismo hasta que se removió el Monumento 81, la escultura se identificó como Monumento 82 de El Baúl y se encontró volteado con el lado labrado hacia abajo. Por su gran tamaño y peso, se considera que fue volteado intencionalmente en tiempos antiguos. La forma de la piedra sugiere que originalmente formaba parte del escalón que cortaba transversalmente la calzada.
El Monumento 82 (Fig.8) consiste en una roca de 1.17 m de largo, 0.95 m de ancho y 0.43 m de grosor. Presenta dos lados adyacentes cuidadosamente alisados, que corresponden a la huella y contrahuella del escalón. El rostro del Dios de la Muerte está labrado en la huella, con sus rasgos distintivos: rostro cadavérico mordiéndose la lengua, pelo largo con una serie de cuentas circulares (doce en total), proyecciones cónicas en ambos lados de la cabeza, pendientes triangulares, diadema con barras cruzadas al centro, y collar con un colgante central (Chinchilla Mazariegos y Cruz Gámez 2014: 616-617).
El Monumento 82 pertenece a un género de esculturas que se encuentran consistentemente en los pavimentos de las calzadas de Cotzumalguapa. Los ejemplos incluyen los monumentos 18, 34, y 66-67 de El Baúl, el Monumento 16 de El Castillo, los monumentos 1 y 2 de La Gloria, y el Monumento 29 de Bilbao. Todos representan rostros del Dios de la Muerte, en varios casos asociado con el número cuatro.
Operación LT1
Esta operación se realizó con el objeto de documentar el final de la Calzada Seler-Sachs, en terrenos de la finca Los Tarros (Fig.9). En las temporadas anteriores no había sido posible trabajar en este sector, debido al grado de crecimiento de la caña de azúcar durante las temporadas de trabajo de campo. Las condiciones favorables que se encontraron durante el presente año permitieron completar la documentación de la calzada en su parte norte. El sector se encuentra muy cerca de las ruinas de la iglesia colonial de San Juan Aloteque, actualmente conocidas como San Juan Perdido. Este era uno de los pueblos principales de la zona a inicios de la colonia, pero quedó abandonado a inicios del siglo XVIII. Las investigaciones de archivo y los estudios arqueológicos han permitido documentar una ocupación importante de los periodos Postclásico y Colonial en este sector (Chinchilla Mazariegos 1998; Johnston 2001).
La operación se ubicó al norte del lindero entre las fincas San Vicente (El Baúl) y Los Tarros y se realizaron reconocimientos que revelaron la presencia de acequias, y en una de ellas se encontraron indicaciones de la presencia de un pavimento empedrado. Además, se observó la presencia de lo que parece ser una plataforma arquitectónica, situada a 95 m al norte del lindero, y se planteó la posibilidad de que la calzada haya terminado en esa plataforma. La plataforma mide 60 m de largo y 18 m de ancho aproximadamente.
La operación se inició con cuatro líneas de siete sondeos (pruebas de pala) cada una, dispuestas de este a oeste, con 4 m de separación entre cada sondeo, los cuales permitieron detectar la presencia de empedrados. Con el objeto de documentar el centro y los lados de la calzada se trazaron seis unidades de excavación de 2 x 1 m cada una y cuatro unidades más de dimensiones variables fueron excavadas para documentar el final de la calzada cerca de la base de la plataforma (Fig.10).
El lado oeste de la calzada fue identificado en la unidad LT1-C26. El borde se encuentra claramente definido y está conformado principalmente por piedras pequeñas, este fue identificado muy cerca del perfil este, a 0.60 m de profundidad aproximadamente. La parte central de la calzada se identificó en las unidades LT1-D27 y LT1-D28. En la unidad D27 la calzada se encuentra en mal estado de conservación pero la única parte presente muestra piedras bien acomodadas y de mayor tamaño que en los bordes, en este punto la calzada se encontró a 0.55 m de profundidad. En la unidad D28 la calzada presenta una pendiente ascendente, en el perfil sur se encontró a 0.53 m de profundidad mientras que al llegar al perfil norte, la profundidad fue de 0.21 m aproximadamente. El lado este fue identificado en la unidad LT1-F29, el pavimento se encuentra en buen estado de conservación y el borde, al igual que en el lado oeste, se encuentra claramente definido; solamente presenta pequeño faltante cerca del mismo. En este sector la calzada tiene 14 m de ancho y corre en dirección 38° Az.
En la unidad LT1-C51, a 3.7 m al norte de F29, se identificó un agrupamiento de piedras que puede corresponder con el pavimento de la calzada. En las unidades LT1-D13, LT1-F16 y LT1-D46 se identificaron otros agrupamientos de piedras, pero es difícil inferir si se trata del pavimento de la calzada. Lamentablemente no fue posible identificar con exactitud el lugar donde concluye la calzada, ya que la zona se encuentra bastante alterada. Es probable que las alteraciones se deban a actividades que datan de la época colonial, considerando la presencia cercana de las ruinas de la iglesia del pueblo de San Juan Aloteque. El sector investigado debió formar parte del núcleo urbano del poblado, y es posible que esto haya afectado los vestigios prehispánicos, incluyendo la calzada. Aun así, es probable que la calzada terminara al pie de la plataforma. Las pruebas de pala confirmaron la presencia de materiales cerámicos en este rasgo, por lo que se descarta que sea algo natural. Sin embargo, también podría tener modificaciones de la época colonial.
Con el objeto de determinar si la calzada continúa al norte de la plataforma, se excavaron tres líneas de pruebas de pala al norte de la plataforma, separadas por un espacio de 100 m cada una. Los sondeos mostraron la presencia de materiales culturales, lo que demuestra la presencia de sectores habitacionales en la zona al norte de San Juan Aloteque y que actualmente forma parte de la Finca Los Tarros. No se identificaron rasgos arquitectónicos ni se detectó la continuación de la Calzada Seler-Sachs. Esta operación permitió determinar el final aproximado de la Calzada Seler-Sachs, que alcanza una longitud de 1.04 km desde la Acrópolis de El Baúl hasta la plataforma identificada en el área de San Juan Perdido. Se trata de una de las calzadas más largas e importantes en Cotzumalguapa. La investigación permitió trazar con mayor precisión que antes el trazo urbano del sector norte de la ciudad durante el periodo Clásico.
Análisis de la Cerámica Operación EB12
El material analizado consistió en 6,464 fragmentos. No se identificaron materiales preclásicos. Algunos fragmentos del Clásico Temprano y el Clásico Medio están presentes en pequeños porcentajes.La cerámica común a las fases San Jerónimo-Pantaleón es la más abundante y constituyen el 52.81% del total. Asimismo, los materiales del Clásico Tardío (Fase Pantaleón) fueron relativamente abundantes con el 21.27%. Finalmente, durante la Fase Ixtacapa (Postclásico) se observa un marcado descenso en la densidad de materiales, esta fase concentra el 12.78%.
Operación LT1: Pruebas de Pala
El material analizado consistió en 401 fragmentos. No se identificaron materiales preclásicos ni del Clásico Temprano y Medio. La cerámica común a las fases San Jerónimo-Pantaleón es relativamente abundante y constituyen el 21.45% del total, mientras que la del Clásico Tardío (Fase Pantaleón) equipará el 8.23%. La frecuencia de materiales durante la Fase Ixtacapa, aumenta notoriamente y concentrael 42.14%. Los materiales del Periodo Colonial son significativos y representan el 7.98% de la muestra.
Operación LT1: Excavaciones
El material analizado consistió en 550 fragmentos. No se identificaron materiales preclásicos ni del Clásico Temprano y Medio. La cerámica común a las fases San Jerónimo-Pantaleón constituyen el 23.09% del total. Los materiales diagnósticos del Clásico Tardío (Fase Pantaleón) equivalen al 5.27%. Al igual que en las pruebas de pala, es evidente un crecimiento marcado durante la Fase Ixtacapa, que concentra el 44.18% del material. Los materiales del Periodo Colonial representan el 7.82% de la muestra.
Análisis de la obsidiana Operación EB12
Se analizó un total de 1,166 fragmentos. La fuente dominante es la de El Chayal (67.41%), seguida por la de San Martín (31.39 %), la fuente de Ixtepeque es la menos representativa (1.2%). En cuanto al tipo, el más frecuente es la navaja prismática con 62.26%, seguido por las navajas irregulares 16.55% y lascas 14.58%. El 83.88% de los artefactos presentaba uso y el 20.41% presentaba retoque.
Operación LT1
La muestra de las pruebas consiste de 5 fragmentos, todos de la fuente de El Chayal. Incluye dos navajas prismáticas y tres navajas irregulares. Todas mostraron huellas de uso y ninguna tuvo retoque. De las excavaciones se analizó un total de 25 fragmentos. La fuente dominante es la de El Chayal (92%), seguida por la de San Martín (8%). En cuanto al tipo, el más frecuente es la navaja prismática con 64%, seguido por las navajas irregulares con 20% y trozos irregulares con 8%. El 88% de los artefactos presentaba uso y el 4% presentaba retoque.
Conclusiones
Un resultado importante de la Operación EB12 fue la documentación del contexto de los monumentos 81 y 82 de El Baúl. El Monumento 81 de El Baúl, que corresponde a la representación de un animal mitológico, posiblemente una variante del Jaguar Iguana. Este es el tercer ejemplo que se conoce de esta criatura, representada en escala monumental en el inventario de esculturas de Cotzumalguapa. No se sabe mucho sobre el papel del Jaguar Iguana en la cosmovisión de los habitantes de Cotzumalguapa pero su relevancia se hace notoria por la frecuencia y escala de sus representaciones.
Aunque no se encontró en su posición original, el Jaguar Iguana en el Monumento 81 de El Baúl parece haber sobresalido sobre el empedrado, como si estuviera echado sobre el mismo. Los escultores de Cotzumalguapa se esforzaban por acoplar los monumentos y sus tallas al paisaje arquitectónico del sitio. Otro caso similar ocurre con los monumentos 54 y 69 de El Baúl, que respectivamente se encontraban adyacentes a los pavimentos de las dos etapas de construcción de la Calzada Gavarrete, cerca del Río Santiago. La excavación del Monumento 69 mostró que la talla del monumento iniciaba al nivel del empedrado, por lo que pudo aparentar que caminaba sobre la calzada. La ubicación de los monumentos también es de interés. Mientras que los monumentos 54 y 69 guardaban la entrada a El Baúl por la vía de la Calzada Gavarrete, el Monumento 81 la guardaba por el lado de la Calzada Seler-Sachs, al norte.
Otro ejemplo encontrado en un contexto semejante es el 58 de El Baúl, que representa un cocodrilo labrado sobre la arista de una gran roca. La roca se encontraba enterrada en su mayor parte, y solo sobresalía la talla del cocodrilo. Las excavaciones realizadas en 1997 revelaron rampas empedradas que ascendían hacia el segundo recinto de El Baúl en los alrededores del monumento. El contexto fue alterado antes de las excavaciones, pero parece ser que el cocodrilo sobresalía sobre el nivel de un empedrado, como si caminara sobre el mismo (Chinchilla Mazariegos y Medrano 1997).
El Monumento 82 de El Baúl es hasta ahora la escultura mejor conservada de su género, y la segunda que se encontró en la Calzada Seler-Sachs. También constituye el cuarto monumento de este género cuyo contexto arqueológico ha sido documentado. El hallazgo reafirma la conclusión de que todos los relieves con el rostro del Dios de la Muerte formaban parte del pavimento de las calzadas.
La operación EB12 aportó nuevos datos sobre esta importante vía. Al igual que en los sectores identificados en 2007 y 2009, la calzada mantiene un ancho aproximado de 14 m pero en este punto, muestra rasgos que valen la pena recalcar. Por el tipo de terreno donde pasa la calzada, que corresponde a la cima de una ladera, fue necesaria la utilización de dos elementos arquitectónicos. El primero consiste en un muro de contención que presenta por lo menos tres cuerpos escalonados con revestimiento de piedra. Este muro permitió estabilizar el lado este de la ladera y permitir el paso de la calzada. El segundo consiste en la presencia de un canal en el lado oeste de la calzada, que permitió drenar la escorrentía de la parte más alta hacia afuera del pavimento, con el fin de evitar la erosión y la eventual destrucción de la calzada.
Por otro lado, la operación LT1 permitió comprobar la presencia de la Calzada Seler-Sachs unos 90 m al norte del lindero entre las fincas El Baúl y Los Tarros. Con este dato, la longitud se estima en 1.04 km, lo que la convierte en la segunda calzada más extensa. A pesar de su mal estado de conservación, fue posible identificar lados este y oeste y estimar su ancho, el cual se mantiene en 14 m. Es probable que la calzada termine un par de metros después, frente a una plataforma alargada.
El análisis de la cerámica permitió fechar la Calzada Seler-Sachs y los monumentos 81 y 82 para el Clásico Tardío. Los materiales de este periodo son los más abundantes y corresponden al auge de Cotzumalguapa, cuando la ciudad alcanzó su mayor extensión y se construyó el sistema de calzadas. Por otro lado, los resultados de la Operación LT1 muestran mayor presencia de materiales de los periodos Postclásico y Colonial, que son consistentes con la presencia cercana del pueblo de San Juan Alotepeque.
Agradecimientos
A la Universidad de Yale por el apoyo institucional y a National Geographic Society por el financiamiento otorgado. A la empresa Pantaleón, S.A., que colaboró con la investigación, proporcionando una sede para el proyecto y alojamiento para los participantes, en las instalaciones del antiguo Ingenio El Baúl, así como apoyo logístico para el traslado de las esculturas. Se contó además con la participación del señor Enrique Urízar, miembro del personal del Museo Arqueológico de El Baúl. Esta colaboración fue posible gracias a la gentileza del Ing. Mauricio Cabarrús, Ing. Billy García y el señor Mario Mejicanos. Los trabajos en la finca Los Tarros fueron posibles gracias a la amable colaboración del Lic. José Molina Calderón, y del Sr. Juan Manuel Alonso. El Instituto de Antropología e Historia autorizó los trabajos y facilitó la asesoría y supervisión del Sr. Efraín Peralta durante el traslado de las esculturas.
Referencias
Chinchilla Mazariegos, Oswaldo
1998 El Baúl: Un sitio defensivo en la zona nuclear de Cotzumalguapa. En XI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1997 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y A.C. de Suasnávar), pp.512-522. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
2006 Proyecto Arqueológico Cotzumalguapa: Informe de la Temporada 2006. Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, Guatemala.
2007 Proyecto Arqueológico Cotzumalguapa: Informe de la Temporada 2007. Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, Guatemala.
2011 Calzadas, Acrópolis y Plazas: Forma y Función de los Espacios Públicos en Cotzumalguapa y Los Cerritos Norte, Escuintla. Guatemala. En Representaciones y espacios públicos en el área maya. Un estudio interdiciplinario (editado por R. Liendo Stuardo y F. Zalaquett Rock), pp.37-76. Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Mayas e Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Chinchilla Mazariegos, Oswaldo y Sonia Medrano
1997 Proyecto Arqueológico Cotzumalguapa: Informe de la Temporada 1996-97. Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, Guatemala.
Chinchilla Mazariegos, Oswaldo y Gilberto Cruz
2014 Los Dioses de la Muerte en Cotzumalguapa. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y A. Rojas), pp. 615-624. .Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala
Johnston, Mario
2001 Arqueología Histórica en San Juan Perdido y El Convento, en el área de Cotzumalguapa, Escuintla. Tesis de licenciatura, Universidad del Valle de Guatemala, Guatemala.
Lynch, Maureen
2009 Comparing densities in the Prehistoric Architecture of the Cotzumalguapa Nuclear Zone through the use of Ground Penetrating Radar. Tesis de maestría, California State University, Long Beach.
Thompson, J. Eric S.
1948 An Archaeological Reconnaissance in the Cotzumalguapa Region, Escuintla, Guatemala. Carnegie Institution of Washington, Publication 574. Carnegie Institution, Washington.
Fig. 1: Mapa de la ciudad clásica de Cotzumalguapa y las calzadas identificadas a la fecha. Elaborado por: O. Chinchilla.
Fig. 2: Monumento 81 de El Baúl. Foto: G. Cruz.
Fig. 3: Ubicación de los sectores investigados con Georadar y las Operaciones EB12 y LT1. Mapa: Chinchilla.
Fig. 4: Resultados del Georadar en EB12 donde es visible parte de la Calzada Seler-Sachs. Elaborado por: O. Chinchilla.
Fig. 5: Operación EB12. Localización de las unidades de excavación. Elaborado por: O. Chinchilla.
Fig. 6: Planta general de las excavaciones de la Operación EB12. Digitalización: J. Caal.
Fig. 7: Corte eje Este-Oeste del muro de contención. Digitalización: J. Caal.
Fig. 8: Monumento 82 de El Baúl. Foto: O. Chinchilla.
Fig. 9: Ubicación de las excavaciones de la Operación LT1 al final de la Calzada Seler Sachs, nótese la gráfica de GPR de 2010 donde se muestra la presencia de la misma. Elaborado por: O. Chinchilla.
Fig. 10: Planta general de las excavaciones de la Operación LT1. Digitalización: J. Caal.