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Un análisis isotópico de la ganadería y comercio de los animales en Ceibal
Introducción
La ganadería y comercio de los animales y sus recursos son esenciales para desarrollar y mantener los estados políticos. Resulta difícil detectar la evidencia arqueológica de estas actividades, especialmente en el área Maya donde había muy pocas especies domesticadas. La mayoría de los estudios del comercio de recursos de animales han examinado el intercambio de los moluscos y pez de mar entre los sitios litorales con los sitios interiores, fuera de las costas. No obstante, si el animal identificado arqueológicamente en un sitio del interior no es de origen marino, por ejemplo un animal terrestre como un venado o jabalí, es difícil identificar cuáles animales de un sitio no son autóctonos y el origen de los recursos foráneos que fueron intercambiados.
Sin embargo, las mejoras recientes en los estudios isotópicos y el desarrollo de las líneas de bases geológicas de regiones pueden presentar nuevas oportunidades para examinar la ganadería y el comercio de los animales. Este estudio examina la evidencia de la ganadería y el comercio interregional en el sitio Ceibal en el Petexbatun (Fig.1), que fue una comunidad grande con una de las historias más antiguas y extensivas en Mesoamerica (Inomata et al. 2015, 2013). Este resumen es una evaluación de la dieta de los animales y de casos potenciales de ganadería a través de los análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno. También, el resumen examina la posibilidad del comercio interregional de los animales terrestres de Ceibal con los isótopos de estroncio, de oxígeno y de plomo. El uso del isótopo del plomo para identificar el origen de animales y humanos es una técnica nueva en Mesoamerica, de tal manera este es el primer estudio en emplear esta técnica en los restos de animales del área Maya.
El sitio de Ceibal
Ceibal es un sitio ceremonial grande que está ubicado en el Petexbatun, cerca del Río Pasión, un afluente del Río Usumacinta que sigue al norte hasta el Golfo de México. Las excavaciones en Ceibal han recuperado varios escondites de jade, piedras verdes, y figurillas que fueron realizados en el estilo de arte característico de los Olmecas, la civilización que existía al mismo tiempo durante el periodo Preclásico Medio. También, algunos de estos escondites fueron arreglados en un patrón cruciforme, y fueron alineados a los cuatro puntos cardinales (Inomata et al. 2013; Ortiz 2011; Pinzón 2012; Pinzón y Román 2010; Román 2009). Las fechas de radiocarbono de las fases monumentales más antiguas del sitio sugieren que los habitantes de Ceibal habían construido los monumentos durante la parte temprana del periodo Preclásico Medio (Inomata et al. 2013). Es probable que Ceibal fuera uno de los sitios más importantes en Guatemala en este periodo, y era un centro ceremonial con conexiones al norte con los Olmecas. El sitio alcanzó su primer ápex político durante el periodo Preclásico Medio-Tardío, a partir de entonces su poder disminuyó, y posiblemente fue abandonado por un breve tiempo al final del periodo Clásico Temprano. Posteriormente, Ceibal recuperó su poder y prominencia política durante los periodos Clásico Tardío y Terminal (Fig.2).
Las preguntas de investigación
Esta extensa historia es la razón por la cual Ceibal es un sitio muy interesante para examinar en relación con la economía y el rol ceremonial de los animales en estos contextos arqueológicos. Este resumen se concentra en las preguntas de dos categorías generales. Primero, ¿fueron los animales terrestres (en este caso, no solo los moluscos y peces marinos) transportados a Ceibal? Si es así, entonces, ¿cuándo ocurrió esta actividad durante la historia de Ceibal, y cuáles fueron estos animales, cuáles fueron sus contextos específicos (por ejemplo, contextos ceremoniales, basureros, etc.), y cómo es posible determinar el lugar de origen de estos animales?
Segundo, ¿es posible determinar si los habitantes del sitio estuvieron alimentando a los animales con maíz? Si es así, ¿este patrón se observa sólo en los huesos de perros, los únicos animales que fueron domesticados en el área Maya además de los pavos? O ¿se observa también este patrón en otros animales, como los venados y los jabalís? Si los animales que habían sido alimentados con maíz son identificados, entonces ¿cuáles son los contextos de estos huesos? ¿Es entonces posible identificar quien crió estos animales en el pasado utilizando análisis isotópicos?
Un resumen de los isótopos diferentes
En cuanto a la primera pregunta, los isótopos de estroncio, de oxígeno, y de plomo fueron analizados en los restos animales para identificar si un animal era un individuo local de Ceibal, o si un animal era extranjero. Un isótopo es una forma de un átomo de un elemento. Cada elemento tiene un número específico de protones, pero los números de neutrones pueden variar, y estos son los isótopos. Los tres isótopos de estroncio, oxígeno, y plomo necesitan una línea de base para determinar la localidad de un animal o un humano. El estroncio y el plomo reflejan la geología local de un área. Las rocas de origen volcánico presentan valores bajos de estroncio y plomo, mientras que en rocas más antiguas, como la piedra de caliza, estos elementos se encuentran en valores más altos (Bentley 2006; Budd et al. 2000). El estroncio entra al cuerpo de un animal cuando el animal bebe agua, porque el agua contiene el estroncio disuelto de la roca madre. El plomo entra el cuerpo de un animal cuando éste respira, porque la mayoría del plomo se encuentra en el polvo (Budd et al. 1998; Gulson 2008; Kamenov y Gulson 2014). Un poco de plomo también puede entrar en el cuerpo a través de la ingesta de alimentos y agua. El estroncio y el plomo son incorporados en los huesos y en el esmalte de los dientes. Los isótopos de oxígeno también entran el cuerpo por el agua y la comida. Los valores de los isótopos de oxígeno dependen de muchos factores diferentes, incluyendo la cantidad y el origen de la lluvia, la distancia de la costa, la elevación, y las fuentes de agua de beber (por ejemplo, un río, un lago, o una aguada) (Covich y Stuiver 1974; Lachniet y Patterson 2009; Scherer et al. 2015).
Anteriormente, investigaciones arqueológicas han usado los isótopos del estroncio y oxígeno en el área Maya para rastrear los movimientos de los humanos y los animales a través del paisaje, por lo tanto esas dos líneas de base son conocidas (Hodell et al. 2004; Price et al. 2008; Wright 2012; Wright et al. 2010). Sin embargo, no existe una línea de base para el plomo. Los isótopos de plomo son usados en otras partes del mundo para rastrear los movimientos de los animales y los humanos, en particular en los Andes de América del Sur (Turner et al. 2009), en estudios en yacimientos arqueológicos de origen romano en Europa (Montgomery 2002, et al. 2010), y en el Valle de Indo en India (Valentine et al. 2015). Recientemente un mapa de las líneas de bases para el plomo ha sido construido usando algunas muestras geológicas que fueron previamente usadas para construir la línea de base para el estroncio en la región de Mesoamerica (Sharpe et al. en revisión). Esta línea de base va a ser utilizada por primera vez en este estudio.
En cuanto a la segunda serie de preguntas de la investigación, los isótopos de carbono y nitrógeno fueron usados para examinar la dieta y detectar ciertos casos de la ganadería de animales. Las proporciones de los isótopos de carbono pueden reflejar la cantidad del maíz en la dieta de un animal. En breve, los isótopos de carbono comparan la cantidad de plantas de hoja que realizan un tipo de fotosíntesis se llama “C3” con la cantidad de plantas, como hierbas en la dieta, que realizan un tipo de fotosíntesis se llama “C4” (Tykot 2010, 2004; van der Merwe y Vogel 1978; White et al. 2001). La variabilidad en la dieta de los animales es reflejada en la concentración de los isótopos de carbono. El maíz es unos de los pocos tipos de plantas que realizan fotosíntesis C4 en Mesoamerica y que son consumidos por humanos y otros animales. El carbono en el colágeno de los huesos principalmente refleja la composición isotópica del carbono que entra al cuerpo en la proteína, mientras que el carbono en el apatito de los huesos y el esmalte de los dientes refleja el carbono en la dieta total (Ambrose y Norr 1993). Los isótopos de nitrógeno, que están presentes únicamente en el colágeno, evalúan la fuente de la proteína (por ejemplo, la proteína de carne terrestre o carne de pez marino). En combinación, los isótopos de carbono y nitrógeno pueden determinar las dietas de estos animales en la antigüedad (DeNiro y Epstein 1981; Schoeninger y DeNiro 1984).
Los métodos del estudio
Este estudio usa el material faunístico que fue recuperado de las excavaciones conducidas por el Proyecto Arqueológico Ceibal-Petexbatun, bajo la dirección de Takeshi Inomata, Daniela Triadan y Flory Pinzón. Las excavaciones se concentraron en el núcleo ceremonial del sitio, con sus numerosas fases de construcción monumentales (Inomata et al. 2013), y también en algunos de los grupos residenciales en las periferias del sitio (Burham y MacLellan 2014; Inomata et al. 2015). Los especímenes para el análisis isotópico fueron escogidos en base a sus condiciones de preservación y para obtener una amplia representación de los contextos diferentes del sitio. Estos contextos incluyen los pisos de las residencias y de la Plaza Central, los basureros, el relleno de estructuras y plazas, los entierros, y los escondites ceremoniales del núcleo del sitio. En este estudio, el análisis fue limitado a la comparación de algunas especies específicas.
Todos los análisis isotópicos fueron realizados en la Universidad de Florida en los Estados Unidos. Para ello se limpiaron y prepararon las muestras en el Laboratorio de Química de Huesos en el Departamento de Antropología. Los isótopos de estroncio y plomo fueron separados y aislados usando una sistema de cromatografía de iones en los laboratorios del Departamento de Geociencias y fueron medidos usando un espectrómetro de masas. Los isótopos de carbono, nitrógeno, y oxígeno fueron medidos en el laboratorio de Isótopos Ligeros en el mismo departamento.
La discusión de los resultados: el comercio e intercambio de animales (Sr, Pb y O)
La primera parte de la discusión de los resultados se concentra en los isótopos de estroncio, plomo y oxígeno para determinar, cuándo, y de donde los animales fueron importados a Ceibal. En la primera figura (Fig.3) que compara el estroncio y el plomo, hay 48 muestras. Las muestras negras son de roca madre y tierra de Ceibal. Los rangos en los corchetes son los rangos locales de las Tierras Bajas de Petén. Los puntos con etiquetas fuera de los corchetes son los datos atípicos. Esos datos atípicos contestan la primera pregunta: sí, hay evidencia de animales foráneos en Ceibal.
Estos animales incluyen tres perros (con etiquetas de A, B y C), y una danta. La primera muela del Perro A y su mandíbula fueron probados, y por eso hay dos puntos de este individuo en el gráfico. Este perro es el dato más atípico de todos. El esmalte del perro refleja la composición de la geología de su lugar de origen, donde había nacido. El hueso de la mandíbula puede reflejar donde murió. El hueso puede cambiar durante la vida de un animal, pero el esmalte nunca cambia después de su formación original. Por eso, el hueso puede incorporar nuevo estroncio y plomo de cualquier ubicación donde el animal ha consumido agua. Por lo tanto, si el perro estaba viviendo en Ceibal por un tiempo, sus huesos podrían haber incorporado el estroncio local del área. También, es posible que los huesos se hubiesen empezado a descomponer en la tierra y que adoptaron el valor del estroncio local en el proceso de diagénesis. Este es un problema más común en los huesos que en los dientes, porque el esmalte dental es muy duro, en cambio los huesos son más susceptibles a la contaminación. La edad de muerte del perro no es segura porque solo el cráneo fue recuperado, pero seguramente el perro llegó a tener un año de edad o un poco más. Los huesos de perros necesitan de cinco a diez años para cambiar completamente (Clarke 2008; Frost 1969; Huja et al. 2006). En este caso, es improbable que este perro hubiera vivido en Ceibal por tiempo suficiente para lograr cambiar su signatura isotópica completamente, lo que indicó esta signatura isotópica fue el resultado de diagénesis.
La próxima pregunta es: ¿cuáles son los periodos cronológicos de estos animales? Todos los perros son del periodo Preclásico, durante el primer apogeo socio-político de Ceibal. Los tres perros fueron encontrados en uno de los monumentos más tempranos del sitio, que fueron construidos durante el periodo Preclásico Medio (para la información de los contextos específicos consultar: Castillo 2012; Ortiz y Ávila 2011; Palomo 2012). Este patrón es significativo, porque 25 muestras de diferentes perros fueron analizadas que provienen de varios lugares del sitio, incluyendo las residencias en las periferias. Es probable que estos perros extranjeros fueran participantes o tenían otros papeles importantes en las actividades ceremoniales tempranas del sitio. También, la danta foránea fue encontrada en un escondite en la Plaza Central del sitio (Fondebilla 2009). Los isótopos de un diente diferente de otra danta proveniente de una residencia en las periferias fueron analizados también, pero la danta de la residencia era local. La danta del escondite de la plaza era probablemente un animal especial, como los perros.
Los mismos datos atípicos aparecen cuando las proporciones de los isótopos de oxígeno son comparados con los isótopos de estroncio (Fig.4). En general, el isótopo 16O es evaporado preferencialmente en la atmósfera porque el isótopo 16O pesa menos que el isótopo 18O. Cuando el isótopo 16O es evaporado en el aire, entonces hay más del isótopo 18O en el agua. Los valores de ð18O son más altos cerca de la costa del mar (Covich y Stuiver 1974; Lachniet y Patterson 2009). Ceibal tiene las proporciones de oxígeno más bajas que la región de Petén al este y de Belice porque está más lejos de la costa. Sin embargo, hay áreas al oeste y al sur de Ceibal que tienen valores de oxígeno aunque más bajo. Por lo tanto, es posible que los perros, que son datos atípicos en este gráfico, hayan venido de un área al oeste o al sur.
La danta tiene una proporción baja de oxígeno. Esto puede reflejar el comportamiento natural del animal, porque las dantas pasan gran parte de su tiempo en el agua como en lagos y aguadas. Sin embargo, el diente de una segunda danta que fue recuperado de una residencia no tiene esos datos atípicos. Los ríos como el Usumacinta no tienen valores altos de ð18O (Scherer et al. 2015), por lo tanto eso es posible que esta danta no fuera originaria del área del Río Pasión.
La próxima pregunta es: ¿de dónde eran estos animales extranjeros originalmente? El dato atípico significante, el Perro A, tiene los valores bajos de estroncio, plomo, y oxígeno. Este patrón es característico de las Tierras Altas y de las rocas volcánicas. Existía una ruta importante entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas durante los periodos Preclásico y Clásico, y la obsidiana era un recurso muy importante que era intercambiado allí. Es posible que este perro viniera a Ceibal por esta ruta de comercio. También, el Perro B tiene valores bajos de estroncio, plomo, y oxígeno, aunque estos valores son más altos que los valores de las Tierras Altas. Entonces es posible que el Perro B viniera de un área de las estribaciones, por ejemplo, en el área de Alta Verapaz.
Cuando se analizaron los restos de flotación provenientes de la operación y el lote donde este perro fue encontrado, un pedazo pequeño de jade o piedra verde fue descubierto, que probablemente vino del Valle del Motagua. El depósito del perro y la piedra verde corresponde al periodo Preclásico Medio, una época donde muchas ceremonias eran realizadas en el centro del sitio. Esta manifestación añade al creciente cuerpo de evidencia de que rutas importantes existían entre Ceibal y otros lugares distantes durante esta época temprana. Algunas rutas vinieron de las Tierras Altas del sur, mientras otras vinieron del área Olmeca en el norte. Además de materiales como la obsidiana y jade, la gente que viajaba en estas rutas traía también sus perros.
El caso del Perro C es extraño. Sus valores de estroncio y oxígeno son locales de Ceibal y de las Tierras Bajas, pero su valor de plomo es muy, muy bajo. Un valor de plomo como éste usualmente significa que el material está contaminado con plomo moderno (Budd et al. 1998; Kamenov y Gulson 2014). El nivel de plomo moderno, proveniente de las fábricas actuales y de la gasolina, es muy bajo. También, la muestra ósea proveniente del Perro C es un húmero, que es susceptible a contaminación, mientras que las muestras de Perro A y B son de esmalte dental, el cual no es muy susceptible a contaminación. Sin embargo, el Perro C fue descubierto en un entierro de un humano que estuvo varios metros bajo la superficie del sitio – entonces, ¿cómo fue contaminado? Es posible que la fuente de contaminación fuera el papel de aluminio que se utilizó para envolver los huesos del humano en el entierro y también el hueso de este perro. Los valores de plomo en el papel de aluminio son muy bajos, en el rango de 17 a 18 (Kamenov y Gilli, comunicación personal), y los valores en este perro están cerca de 18. Este problema podría presentarse a futuro con los análisis de huesos y plomo, porque muchos entierros son recuperados y envueltos en papel de aluminio.
En el caso de la danta, que era solamente un diente, no hay evidencia de contaminación. Sin embargo esta danta tiene un valor de oxígeno muy bajo. Es posible que éste sea resultado del comportamiento natural del animal, porque las dantas pasan mucho tiempo en el agua. Pero otra danta que fue analizada de Ceibal no arrojó un valor de oxígeno como este. Entonces es posible que esta danta foránea no estuviera viviendo en el río, pero tal vez en un lago o aguada. Los lagos y las aguadas tienen valores de oxígeno que son bajos como éste (Scherer et al. 2015). Porque la danta tiene valores de estroncio y plomo un poco menos del área de Petén, por lo que es probable que vinera del sur de Petén o del oeste, posiblemente del área de Chiapas.
La discusión de los resultados: la ganadería de animales (C y N)
En cuanto a la dieta y la ganadería de animales, la Fig.5 muestra los valores de los isótopos de carbono y nitrógeno del colágeno. Hay una diferencia significativa entre los perros y los otros animales salvajes, porque todos los perros tienen valores altos de carbono y nitrógeno, que significa que estaban consumiendo maíz y carne en cantidades considerables. Probablemente los humanos estaban alimentando a los perros, y también es probable que los perros eran consumidos por los humanos, como fue reportado en estudios anteriores. Los resultados aquí demuestran que los 21 venados no comían el maíz, ni siquiera en cantidades pequeñas, y por eso no estaban comiendo el maíz de las milpas. Sin embargo, hay un caso raro de un jaguar con niveles altos de carbono y nitrógeno, similar a los valores de los perros, y otro caso de un jabalí con un valor alto de carbono pero bajo en nitrógeno.
El ð13Cap-col (diferencia de apatito y colágeno en carbono, Fig.6) es una evaluación más precisa de la fuente de carbono en la dieta de un animal, porque el valor del colágeno es sólo del carbono en las proteínas (Ambrose y Norr 1993; Krueger y Sullivan 1984). En la dieta total el patrón es similar. El venado, el tepezcuintli, y la mayoría de los jabalís tenían una dieta de C3 vegetación, o vegetación de hoja. Los perros y los felinos estaban comiendo una dieta más variada. El carbono en la dieta de los felinos probablemente fue del consumo de carne más bien que del consumo de plantas directamente. El jabalí con la menor diferencia de apatito y colágeno probablemente estaba comiendo una dieta mixta de plantas diferentes, incluyendo el maíz.
Además de los perros, ¿hay evidencia de animales salvajes comiendo el maíz? La respuesta tentativa es afirmativa en este caso, en lo que respecta al jabalí y al jaguar. Los jabalís son omnívoros, y el valor de carbono del jabalí atípico significa que era alimentado con maíz por los humanos mientras lo tenían en cautiverio, o estaba comiendo el maíz de las milpas. Este jabalí fue encontrado con otros restos de animales en el patio del palacio del periodo Clásico Tardío (Triadan 2009), y probablemente formaba parte de la dieta de las élites o de un gobernante del sitio.
El jaguar es más difícil explicar. Este jaguar tiene los valores locales de estroncio y plomo, pero fue encontrado en el mismo lote del Perro B, el perro extranjero del Preclásico Medio. Por lo tanto, el jaguar fue de un depósito especial en el relleno de un monumento temprano del sitio. En un estudio reciente que fue realizado por los investigadores de Teotihuacan en México Central (Sugiyama et al. 2015), los arqueólogos descubrieron que algunos jaguares, pumas y aves rapaces de los escondites ceremoniales de las pirámides habían consumido el maíz en cantidades grandes. Algunos de los valores de carbono en los huesos fueron más altos que el jaguar de Ceibal. Los investigadores creen que estos animales de sacrificio eran mantenidos en cautiverio para las fiestas ceremoniales, y que los carnívoros comían la carne de animales que habían consumido el maíz, como los perros y posiblemente los humanos. Los felinos no pueden comer el maíz directamente, y por eso es probable que comían perros y otros animales cautivos. Si esta práctica de la cría de felinos hubiera ocurrido en Ceibal, entonces este jaguar del Preclásico Medio es posiblemente uno de los casos más tempranos en las Américas de un felino en cautiverio. Es posible que su cautividad fuera una demostración del poder de su posición por parte de las élites emergentes.
Las conclusiones
En conclusión, los perros foráneos, la danta extranjera en un escondite, y la posibilidad de un jaguar cautivo en el núcleo ceremonial de Ceibal durante el periodo Preclásico son indicadores de la importancia temprana del sitio. Ceibal habría sido un centro político de actividades ceremoniales emocionantes. Habría invitado a la gente de los alrededores para ver y participar en estas ceremonias. También, las actividades habrían necesitado recursos raros y exóticos, como el jade y la obsidiana, y también los animales extra-locales, posiblemente como regalos o las ofertas de homenaje. Posiblemente la reputación de Ceibal era tan importante durante el Preclásico Medio que la gente que viajaba en las rutas tempranas entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas habría venido de lejos para visitar Ceibal, y posiblemente habrían traído sus perros consigo. La clase de las élites emergentes podría haber manifestado su autoridad con la captura de felinos grandes, que eran símbolos feroces de poder y que, por muchos siglos en el futuro durante del periodo Clásico, se mantuvieron como símbolos de autoridad de los reyes y reinas. Más trabajo es necesario para entender los papeles de los animales antiguos en la historia de Ceibal y de la región Maya en general. Este breve análisis de isótopos en el comercio y la ganadería de animales en Ceibal ha provisto nueva información en cuanto a cómo este sitio temprano había desarrollado para convertirse en uno de los primeros centros políticos y monumentales en las Tierras Bajas.
Agradecimientos
La autora desea agradecer al Proyecto Arqueológico Ceibal-Petexbatun, incluyendo los directores, los arqueólogos, los excavadores, y los estudiantes que han trabajado con las excavaciones desde 2005. Sin su trabajo, este análisis nunca sería posible. En cuanto a la identificación de huesos, a la autora le gustaría agradecer a los curadores del Programa de Arqueología Medioambiental del Museo de Historia Natural de Florida (EE.UU.). La autora también agradece a la Dra. Kitty Emery y la Lic. Miriam Domínguez por sus recomendaciones y sus consejos editoriales en el documento. Este estudio fue financiado por las becas generosas de la Fundación de Ciencias Nacional (NSF#1433043), Sigma Xi Grants-in-Aid, y el Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida.
Referencias
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Fig. 1: Mapa de Ceibal, Guatemala (modificado de Burham y MacLellan 2014).
Fig. 2: Cronología de la historia de Ceibal.
Fig. 3: Los resultados de 206Pb/204Pb y 87Sr/86Sr en los restos faunísticos de Ceibal. Los corchetes son los rangos locales del área de Ceibal (de Hodell et al. 2004 y Sharpe et al. En Revisión).
Fig. 4: Los resultados de 18O/16O y 87Sr/86Sr en los restos faunísticos de Ceibal.
Fig. 5: Los resultados de ɗ13C y ɗ15N en los restos faunísticos de Ceibal.
Fig. 6: Una comparación de Δ13Cap–col‰ y ɗ15N en los restos faunísticos de Ceibal.