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Las nuevas perspectivas sobre el intercambio de los mayas antiguos: educando al público con la colección del museo
Esta investigación tiene dos objetivos principales, uno es presentar las nuevas perspectivas sobre el intercambio de los Mayas antiguos con las colecciones del museo, y en segundo lugar demostrar cómo educar en el conocimiento de las colecciones del museo al público. Los análisis iconográficos de algunas vasijas de cerámica Mayas, los soportes de incensarios y un par de orejeras de jade de la colección de arte Americana Antigua del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) revela varias formas de intercambio ocurrido en el área Maya.
“El Maya Móvil, Arte e Intercambio de las Civilizaciones Grandes” es un programa comunitario del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles que pone al público en contacto directo con el conocimiento y la historia de las piezas antiguas. El programa es dirigido por Patricia Ancona y fue creado por un fondo generoso de la Corporación Gluck. La colección del Museo es valiosa e informativa pero a menudo permanece inactiva porque las piezas se ponen en galerías sin mucha exposición al público. Al llevar este programa educativo al público, el cual puede crear una conexión fuerte con la comunidad y desarrollar un interés en historia, cultura y arte de Mesoamérica Antigua.
El programa consiste en dos partes; en la primera parte los estudiantes asisten al salón móvil, que es llevado a sus escuelas. En la segunda parte los estudiantes visitan El Museo de Arte del Condado de Los Ángeles para un recorrido. El camión para la clase móvil mide 48 pies, el cual fue diseñado internamente como un sitio arqueológico similar a Palenque en Chiapas, México. El exterior del camión está decorado con un “rollout” de fotografías de cerámica polícroma Maya hechas por Justin Kerr (Fig.1).
El programa atiende a un promedio de cinco mil estudiantes cada año del distrito escolar unificado de Los Ángeles y ha existido por 19 años. Mas del 80% de los estudiantes son de familias quienes han emigrado a Los Ángeles de México, Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras. El programa también ha encontrado numerosos estudiantes cuya primera lengua es una lengua indígena de Mesoamérica tal como K’iche’, Mam, Kaqchikel, Awakateko, Q’anjob’al, Ch’ol, Mopan, Yucateco, Zapoteco, Mixteco y Nahuatl. Por ejemplo, en la escuela primaria John H. Leitchy en Los Ángeles, el programa tenía al menos tres estudiantes por clase cuyos padres hablaban una lengua indígena, en su mayoría Mam y K’iche’.
La escuela está localizada en un área de centro de Los Ángeles llamada Westlake y adyacente a Pico-Unión. En esa área de Westlake y Pico-Unión es donde está la comunidad más grande de guatemaltecos en Los Ángeles. Batz (2010) examinó la identidad y la cultura Maya dentro de Los Ángeles y concluyó que a la llegada a Los Ángeles muchos grupos mayas, incluyendo los Qanjobales, Kiche, Chujes y Kaqchikeles se establecieron aquí desde el principio. También señala que otras áreas con concentraciones incluyen Hollywood, el Valle de San Fernando y el Sur Central de Los Ángeles. Con miles de mayas llegando a los Estados Unidos desde la década de 1970, ya sea huyendo de la violencia o buscando oportunidades económicas, muchos han decidido establecerse en Los Ángeles y sus hijos vienen a representar una nueva generación Maya en los Estados Unidos.
Los estudiantes visitan la clase móvil y miran una presentación sobre la cultura Maya e intercambio entre los mesoamericanos: También dibujan motivos y símbolos encontrados en las piezas de arte de Maya, ya sean tallados, pintados o tejidos y los estudiantes pintan estos diseños en un azulejo cerámico. En el programa los estudiantes están usando pintura de esmalte y personal del museo pone a cocer esas piezas.
La presentación que es mostrada a los estudiantes en el móvil los introduce al intercambio Maya antiguo que puede ser apreciado en el salón de Arte de las Américas Antiguas de LACMA. Los estudiantes primero estudian la iconografía de cerámicas policromadas del periodo Clásico. La vasija de cerámica policromada de la Fig.2 es de Petén, Guatemala, data entre el 600-900 DC y representa a un rey Maya sentado en su trono con dos de sus asistentes. Uno de sus asistentes está sosteniendo las plumas de quetzal. Ellos han traído al rey un plato de tamales (hechos de maíz) y una taza grande de cacao. En el centro el rey, sentado en su trono, lleva un collar de jade.
El cacao era una bebida sagrada usada en rituales y ceremonias y las semillas eran tan valiosas como monedas y como el cultivo de maíz verde a maduro amarillo. El jade verde y las plumas de quetzal se han convertido en símbolos del precioso cultivo de maíz y eran usados en ceremonias (Taube 2005). El jade, las plumas de quetzal y el cacao eran productos comerciales lujosos de la aristocracia. Beber cacao era parte de banquetes en rituales reales que fortalecerían alianzas sociales y políticas. El glifo maya para cacao es reconocido como un pez, como se aprecia en este ejemplo de la Tierras Bajas (Fig.3) que data del año 400-550 DC. (Fig.3). LACMA tiene algunas vasijas que se utilizaron para beber cacao, las cuales se usan para enseñar en el programa Maya Móvil. Otro ejemplo del área del norte de Petén data del siglo V (Fig.4) y es una vasija cilíndrica trípode con la cabeza del dios del cacao. Houston y colegas (2006) señalan que algunas vasijas de cacao con glifos del Periodo Clásico tienen en sus tapaderas la cabeza del dios del cacao, con el cuerpo siendo la vasija, la cual contendría el líquido hecho de sus semillas.
Esta vasija expresaba la influencia e intercambio con el centro de México, específicamente Teotihuacán. Fue creada al estilo Teotihuacano en forma y técnica. Stuart (2000) nota que el contacto ocurrió entre las Tierras Bajas mayas y las Tierras Altas del centro de México durante el periodo Clásico, como se ve en la evidencia arqueológica, tal como la presencia de los estilos de la cerámica de Teotihuacán y las imágenes en algunos sitios en El Petén, Guatemala.
Esta vasija es similar a una encontrada en Tikal, en el entierro numero 10 (Fig.5), ambas vasijas fueron creadas al estilo Teotihuacán con estuco aplicado y contienen escritura Maya con el glifo del kakaw. Esta vasija de Tikal del entierro número 10 está en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología en Guatemala. Fields and Reents-Budet (2005) señala que la evidencia de interacción con Teotihuacán se ve en entierros de la realeza, del siglo IV, en Tikal, que tenía ofrendas con cerámicas de estilo de Teotihuacán. El entierro 10 de Tikal contiene los restos de Yax Nuun Ayiin I (primero), quien era señor de Tikal y su padre era Tecolote Lanzadardos que era de Teotihuacán (Martin y Grube 2002).
Recientemente el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles ha instalado una nueva exhibición, “Creación Reveladora: La ciencia y el arte de las cerámicas mayas antiguas” curada por Megan O’Neil que expone una vasija cilíndricas con trípode del norte de Petén, Guatemala y fechada del siglo IV ó V temprano. Este recipiente ha sido creado al estilo Teotihuacán y tiene escritura Maya que incluyendo el nombre de Tecolote Lanzadardos y la otra tiene símbolos o escritura de Teotihuacán.
Teotihuacán también era influenciado por la iconografía maya. Taube (2003) indica que los objetos manufacturados localmente e importados en estilo Maya han sido documentados en Teotihuacán desde el primer estudio de hallazgos arqueológicos en el sitio. Recientemente agregaron a la colección permanente del museo, una vasija de trípode con diseños impresos de Teotihuacán, la cual data de 300 a 500 años DC que tiene seudo-jeroglíficos de la escritura maya (Fig.6).
Estos dos ejemplos, la vasijas del Norte de Petén y la vasija de Teotihuacán, ambas exhiben el intercambio que tuvo lugar entre el valle central de México y el área Maya. El programa planeó incorporar estas piezas en el curriculum del programa Maya Móvil del próximo año para hacer notar el intercambio de materiales y estilo de arte también de ideas a través de la expresión de símbolos y escritura.
Taube (2006) indica que el reino oriental de los Mayas era el recurso natural de los artículos más estimados de la riqueza en Mesoamérica antigua, incluyendo plumas de quetzal, jade y cacao. El cacao era exportado del área Maya al valle de México (Coe and Coe 2007). Este plato de cerámica Mexica, fechado después del año 1519 (Fig.7) tiene motivos florales claramente representando flores de cacao y otros motivos con vainas de cacao, que fueron cortadas para mostrar las semillas.
Otro ejemplo de intercambio se puede ver en esta vasija de estilo Chocholá de Yucatán, que data de los años 600-900 DC (Fig.8), y muestra la principal relación de intercambio entre dos personajes. El personaje a la derecha, es un gobernante y el visitante a la izquierda ha dado al gobernante preciosas plumas de quetzal. Traci Arden en 1996 señala que la persona a la izquierda es un comerciante Maya Cholan (Putún) de la costa del Golfo, reconocido por su vestimenta.
El uso importante de plumas de quetzal era para la élite y en trajes para rituales, y como resultado un elemento principal de tributo Mesoamericano (Miller y Taube 1993). En el periodo Postclásico Tardío, las plumas de quetzal eran enviadas de Guatemala a Yucatán y al centro de México (Patch 1994). La iconografía con plumas de quetzal, encontrada en Yucatán, muestra las relaciones comerciales antiguas con el sur de Mesoamérica (Blom 1932 y Guernsey 2010). Mauss en 1990 indica que debajo de la transferencia de mercancía entre personas existían relaciones sociales importantes. Las relaciones sociales pueden ser generadas por intercambio.
Otro ejemplo de intercambio también puede ser notado en el Periodo Clásico Tardío, fue un par de soportes de incensarios de Palenque, Chiapas, México, los cuales datan del año 600 a 900 DC (Fig.9). Según Cuevas García (2003) más de 100 incensarios se han encontrado en los grupos de estructuras cruzadas de Palenque. La mayoría fueron encontrados fundamentalmente enterrados bajo las escaleras que sostenían el templo. Aquí está K’inich Ajaw que representa el sol para los Mayas antiguos en Xibalba, el inframundo y el murciélago con nariz de hoja, mostrado una representación de la entrada al inframundo, una cueva. Los símbolos k’in en las afueras, además de otras partes, todavía tienen el pigmento Azul Maya.
El Azul Maya está formado por la combinación química de índigo y los minerales del barro de paligorskita. El índigo es extendido en las Américas y probablemente tiene origen precolombino (Arnold et al. 2012). Arnold et al. 2012) analizaron ejemplos de Azul Maya del sitio de Palenque y notaron que la procedencia del barro blanco de paligorskita parece haber sido del norte de Yucatán. El índigo podría haber sido cultivado localmente mientras que el otro ingrediente en el Azul Maya, el barro de paligorskita, fue traído de la selva Lacandona por mercaderes. El pigmento azul era muy valioso porque representaba los elementos naturales más sagrados, el agua. Pascual et al. (2011) indica que el valor simbólico más alto adjuntado al colorante en la era precolombina, junto con sus usos variados aseguraba una alta demanda como artículos de lujo y tributos, a lo largo de la tierra y el mar, operando en rutas de intercambio en Mesoamérica.
El último análisis es de un par de orejeras de jade en forma de cuadrifolios que provienen de Guatemala o México, el cual data del año 550-850 DC representando una cosmovisión que es pan-mesoamericana (Figura10). Egan (2011) refiere a los cuadrifolios como símbolos Pan-Mesoamericanos usados en el Preclásico al Postclásico el cual comunicaba ideas más amplias sobre cosmovisión e ideología. Lo encontrado primero en el área Olmeca y más tarde en el área Maya, fue el resultado del intercambio e influencia de las ideas y la cosmología desde los Olmecas a los Mayas. El cuadrifolio era usado constantemente, originado como un símbolo iconográfico Olmeca que más tarde se difundió por toda Mesoamérica (Grove 2000). Ejemplos bien conocidos de cuadrifolios de estilo Olmeca, son el Monumento 3 en La Blanca, en Guatemala y el Monumento 9 en Chalcatzingo, Morelos México (Love and Guernsey 2007).
Mientras los cuadrifolios tempranos vienen de afuera de la región Maya, éstos son similares a los cuadrifolios Mayas. Las cuatro partes en la iconografía Maya se refieren a los ciclos calendáricos y al ordenamiento cósmico (Cloggins 1980). Las cuatro partes pueden ser vistas como los lugares principales por el camino del sol durante su ciclo diario, de este modo relacionando las cuatro partes directamente a las cuatro divisiones del universo.
El cuadrifolio es interpretado como un cosmograma que expresa información sobre cómo los Mayas conceptualizaban, ordenaban y accesaban al espacio. Según Freidel y Schele (1988), para los Mayas el universo era concebido en dos maneras fundamentales. El primero, era verticalmente estratificado con tres planes de existencia y el segundo, era horizontal con cuatro puntos cardinales creando un eje.
En resumen, estas piezas de colección de la América Antigua del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles muestran los fuertes lazos de intercambio y las redes de ambos lados, dentro y fuera del área Maya. El programa Maya Móvil llega al público para educarlo y despertar interés por aprender del conocimiento y la historia de la cultura Maya Antigua.
Referencias
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Fig. 1: La clase “Maya Móvil”. Fotografía por Ll. Higuera.
Fig. 2: Vasija con palacio escena, 600-900 D.C. Guatemala, Petén, fotografía “rollout” por J. Kerr www.mayavase.com K6418.
Fig. 3: Vasija con texto glifico Tierras Bajas, Guatemala 400–550 D.C. Fotografía por LACMA www.lacma.org.
Fig. 4: Vasija trípode con tapadera, Norte de Peten, Guatemala, siglo V temprano Estuco policromada. Fotografía por LACMA, www.lacma.org.
Fig. 5: Vasija cilíndricas con trípode del norte de Petén, Guatemala y fechada del siglo IV ó V Temprano. Fotografía “rollout” por J. Kerr www.mayavase.com K7528.
Fig. 6: Vasija de trípode con diseños impresos, Teotihuacán, México, 300 – 500 D.C. Fotografía por LACMA www.lacma.org.
Fig. 7: Plato de cerámica, Mexica, después del año 1519, LACMA. Fotografía por Ll. Higuera.
Fig. 8: Vasija de estilo Chocholá Yucatán, México 600-900 D.C. LACMA, www.lacma.org. Fotografía “rollout” por Justin Kerr www.mayavase.com K5110.
Fig. 9: Par de soportes de incensarios de Palenque, Chiapas, México, 600 a 900 D.C. LACMA. Fotografía por S. Lozano.
Fig. 10: Un par de orejeras en forma de cuadrifolios Jade, 550-850 A.D, Guatemala o México. Fotografía LACMA www.lacma.org.