Descarga este artículo en formato pdf
Nuevos acercamientos en la Arqueología de Comunidad de Rastrojón, Copán, Honduras
Introducción
Según las recomendaciones de las normas internacionales, una política correcta de conservación del patrimonio cultural, implica incluir a la población local para que participe activamente en estas políticas de conservación e investigación. Desde épocas pasadas, los proyectos de investigación se han auxiliado de personas locales que han participado y aportado significativamente en estos esfuerzos. Algunas de estas personas, han adquirido destreza en la aplicación de distintas técnicas de documentación. En la Biología Centrali-Americana, Maudslay destaca la destreza y habilidad de sus ayudantes en la manipulación y uso de los materiales para la elaboración de los gigantescos moldes de papel, que al ser usados en combinación con fotografías se pudieron realizar las primeras réplicas de yeso de algunos monumentos de Copán, Quiriguá y Palenque. En este, se menciona al Señor Gorgonio López, su hijo Caralampio y su hermano Domingo de Guatemala como sus ayudantes claves en la elaboración de dichas replicas, las cuales sirvieron como base para trabajos de reconstrucción e investigación de algunas inscripciones posteriormente. Otros aportes significativos resultaron después, en los que muchas personas locales continuaron aportando sus habilidades en la preservación del patrimonio con las expediciones del siglo diecinueve del Museo Peabody de la Universidad de Harvard. Algunos resultados de estos trabajos como las réplicas de yeso, fueron vistos por miles de visitantes internacionales durante la exposición colombina del mundo realizada en Chicago en 1893.
En el año 2007 varios hondureños residentes en el municipio de Copán tuvieron la oportunidad de poder entrenarse técnicamente en los procesos de investigación, documentación, y conservación del patrimonio cultural, específicamente en el sitio Rastrojón, con el Proyecto Arqueológico Rastrojón Copán (PARACOPAN). Mismo, que a partir de 2010 fue financiado por el Banco Santander de España a través del Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard y co-dirigido por los primeros tres autores. Bajo la supervisión del Codirector hondureño Dr. Jorge Ramos, el equipo local tuvo la oportunidad de realizar toda la documentación del registro arqueológico. Además, compañeros hondureños adquirieron destreza en la rearticulación de los mosaicos escultóricos que adornaban las fachadas de los edificios principales del sitio y que actualmente se exhiben en el Museo de Escultura de Copán y en el sitio mismo. También, adquirieron conocimientos importantes en conservación de estucos, material muy utilizado por los Mayas antiguos en la mayoría de las construcciones.
Esta oportunidad de poder participar en los distintos procesos de gestión del patrimonio cultural ha sido vista, como un avance en la búsqueda de una conservación integral del patrimonio, puesto que además del valor científico que este posee, también la conservación ha tenido una importancia social para los locales, dado que en la comunidad de Copán Ruinas muchas veces ha servido como un medio para crear conciencia en las autoridades hondureñas que en sus discursos exaltan las culturas que construyeron estos monumentos no obstante han mantenido marginados a los descendientes directos de estos. En 1998 estos monumentos antiguos, crearon un sentido de pertenencia en la población indígena Ch’ortí de Copán, que los motivó para exigir un poco de atención a las autoridades gubernamentales que hasta ese momento no les habían brindado. Gran parte de la población indígena, hasta ese momento vivía en propiedades ajenas, sin poder contar con una pequeña parcela de tierra donde poder cultivar, no obstante, ese sentido de pertenencia, ha producido efectos en las autoridades para ir mejorando las condiciones en favor de esta población.
El cuarto autor y ponente, se siente agradecido por la oportunidad de poder participar y haber sido entrenado en una nueva fase de documentación y conservación del patrimonio cultural, como ser la documentación topométrica o escaneo en tres dimensiones, dado que uno de los componentes que el programa Santander incluyó en su financiamiento y que se concretó a partir de 2011, fue la documentación 3D o escaneo en tres dimensiones de los monumentos prehispánicos en Centroamérica. Este tipo de documentación se había buscado implementar desde hacía un tiempo atrás cuando en 1997 siendo directora del proyecto de conservación de la Escalinata Jeroglífica de Copán Barbara Fash, se le solicitó por parte del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, investigar un método no invasivo que permitiera realizar una réplica de la escalinata jeroglífica. Ella investigó específicamente la documentación en 3D o escaneo en tres dimensiones, como una opción.
PARACOPAN en contexto
Durante la última década, y sobre todo después del golpe de estado de 2009 en Honduras, se ha visto que el modelo de antaño de que el Estado sea la fuente de los recursos, el personal, y los programas educativos para salvaguardar el patrimonio cultural (como lo sigue siendo en México) ya no funciona de manera eficaz en Honduras, incluyendo en su sitio arqueológico por excelencia, Las Ruinas de Copán. El Plan de Manejo recién elaborado (IHAH, 2014) manifiesta ese hecho. También ha habido una posición de parte del estado durante las últimas cinco administraciones que Copán ha recibido atención suficiente, y que hay que enfocarse más en la Arqueología y las tradiciones culturales (y lenguas) de otros sectores del país, sobre todo en las varias regiones de Honduras donde el saqueo de sitios arqueológicos sigue siendo un problema hasta hoy en día. Se es consciente de la necesidad del IHAH en invertir los recursos derivados de la venta de boletos en Copán a otras prioridades imprescindibles en el país, y para el Instituto mismo. Así como se es consciente de todo lo que falta por hacer en Copán, para cumplir con las metas de los varios Planes de Manejo elaborados desde 1976, y de otras necesidades que han surgido últimamente.
El Proyecto Arqueológico Rastrojón Copán (PARACOPÁN) fue desarrollado en el Grupo 6N-1 del valle de Copán por los autores y sus colaboradores, cuando ese sitio fue elegido para realizar Arqueología de rescate, conservación del patrimonio, y un programa de entrenamiento y educación de estudiantes, tanto locales como del exterior. El Sitio, está ubicado en las faldas (o pie de monte) de un cerro empinado en el sector este del valle, a dos kilómetros al noreste del epicentro o Grupo Principal de las Ruinas (Ramos et al. 2011), y ha llegado a manifestar lecciones muy importantes para compartir con el público local, nacional, e internacional. Desde 2007 a 2013, cinco áreas o ’frentes’ en el sitio fueron investigados y preservados, revelando en el proceso los colapsos arquitectónicos más espectaculares y extraordinarios de lo que jamás se había visto en la arqueología del valle, debido a las fallas geológicas provocadas por la topografía cárstica en pendiente (Perron 2011). Como el Co-Director en Restauración Arquitectónica Rudy Larios exteriorizó, “es la ruina más arruinada” en todo el valle de Copán.
El Proyecto Arqueológico Rastrojón ha ofrecido una vista de muchos aspectos de la sociedad Maya antigua. La combinación de presentar lecciones del pasado y preservar este legado cultural valiosísimo en el presente, ha generado un modelo social nuevo en apoyo de la historia y la identidad en Copán. Esto, ha promovido nuevos enlaces y contactos entre el personal del proyecto, la comunidad local, arqueólogos, técnicos, arquitectos, estudiantes, y especialistas en conservación del patrimonio tanto de Honduras como de México y los EE.UU. Ha resultado en una fuente de orgullo y satisfacción compartir los vestigios de este sitio enigmático pero hermoso con el público, y poder presentar el trabajo llevado a cabo en su gran mayoría por un equipo local de Copanecos, y estudiantes universitarios.
Contexto y dinámica social: Interpretación del sitio y programas educativos
El sitio Rastrojón posee una posición estratégica defensiva, y cuenta con amplias fuentes locales de agua. Se cree que sirvió como un punto clave de comunicaciones entre el predio real y las ocho estelas que fueron erigidas en el valle de Copán durante el reino del 12o gobernante (r. 628-695 DC). La dinastía de K’inich Yax K’uk’ Mo’ duró de 426-822 DC, sin embargo, la cerámica y arquitectura en Rastrojón demuestran que ese sitio fue ocupado antes, durante, y después de la dinastía. Hasta los momentos, esa trayectoria de ocupación es única, en todo el valle de Copán. Para comprender el contexto social del sitio y los centenares de esculturas que yacían en la superficie, considerados como patrimonio en riesgo cuando se comenzaron las labores, varios tipos de investigación arqueológica y geomorfológica tenían que realizarse.
Se llegó a la conclusión de que el sitio tenía funciones tanto domésticas como defensivas, dadas las evidencias de habitaciones y preparación de comida, por un lado, como la cantidad de puntas de proyectil, durante todas las épocas de ocupación, por el otro. Esto incluye una plataforma del Periodo Postclásico, donde también se encontraron puntas de proyectil. Además, muchos de los elementos iconográficos que decoraban por lo menos cuatro edificios en el sitio, se relacionan con la guerra y sus patronos. Entre estos, la Estructura 6N-10 fue la más elaborada, con esculturas de la misma calidad y envergadura que los templos y palacios del Grupo Principal. Una de las posibilidades de interpretación es que el Grupo 6N-1 fue obra del 13o gobernante (“Waxaklajun Ubah K’awiil”) en honor a su padre, el 12o gobernante, quien erigió las estelas, con funciones defensivas, en el valle de Copán en el año 652 DC (Ramos et al. 2011). La escultura principal e imagen central en los dos lados mayores de la Estructura 10 es de un inmenso puma sobrenatural (koj), que combina elementos de alas de mariposa, culebras, orejeras con signos kan (“precioso”), y los párpados preponderantes que indican el símbolo witz (“cerro”). El 12o gobernante puede apreciarse con una versión de este mismo felino en el tocado en su retrato ubicado en la parte baja de la Escalinata Jeroglífica.
Un modelo social nuevo para la conservación del patrimonio cultural en el valle de Copán
Los esfuerzos de muchos años de trabajo colectivo en Rastrojón fueron recompensados y reconocidos cuando el sitio fue abierto formalmente al público el 1 de agosto del año 2013. Ciudadanos destacados tanto a nivel local como nacional asistieron a la ceremonia formal en el sitio, cuyos anfitriones los hermanos Wélchez, como dueños del predio se habían comprometido por escrito desde antes de que comenzaran las labores, a cuidar el sitio para la posteridad. El Director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, pronunció que el IHAH había firmado un Convenio de Asistencia y Colaboración Mutua con la Fundación Wélchez, ente educativo sin fines de lucro dirigido por los hermanos Raúl y Juan Angel Wélchez. En el acuerdo se comprometieron a realizar un “Co-manejo” del sitio arqueológico, en el cual ambas instituciones comparten las responsabilidades de velar por el lugar y mantenerlo, a la vez que la Fundación lleve a cabo programas educativos en el sitio.
La Universidad de Harvard tiene un Memorandum de Entendimiento con la Fundación Wélchez en el cual las dos partes se comprometen a seguir dotando programas de conservación en el sitio, y ayudar en la formulación y ejecución de varios programas educativos, desde nivel de Kinder hasta Plan Básico en las escuelas públicas y privadas (la Escuela Mayatan).
La rotulación en el sitio fue preparada por los investigadores para enfatizar los aspectos comunitarios del trabajo en Rastrojón, como también los avances en conocimientos de asuntos arqueológicos, históricos, y religiosos logrados en el estudio. Los visitantes no necesitan de un guía, solamente un sentido de curiosidad y aprecio para el medio ambiente hermoso, el patrimonio cultural, y los trabajos de detective que conllevan la arqueología y la conservación. La rotulación toma la forma de placas grandes que dan la bienvenida al lugar en la Casa del Visitante; mas una serie de rótulos verticales a la par de la Casa que dan la transición al sendero para visitar el sitio; en los puntos de mayor interés a lo largo del sendero se instalaron varias bases bajas con cédulas informativas. La Casa del Visitante cuenta con un área de parqueo, un baño, una bodega, y un dormitorio para los vigilantes.
El día justo antes de la apertura pública formal fue dedicado a la Comunidad, en el que se atendieron cientos de personas de la comunidad local y de otras partes para compartir el momento. El personal local que participó en el proyecto tuvo a bien ser los docentes para todos los visitantes, compartiendo sus experiencias, conocimientos y perspectivas en los puntos de mayor interés del lugar. Serafín Jiménez, un miembro del personal técnico desde el primer año del proyecto, y de descendencia de la etnia Maya Ch’ortí se certificó de Maestro durante su participación en el Proyecto. Este año, se ha dedicado a diseñar una serie de módulos educativos para prácticas y clases de campo en el sitio, para todos los niveles educativos.
Es de todos sabido que, en el presente, la preservación arqueológica y el involucramiento de la comunidad van de la mano en cualquier proyecto. La contribución de Karina García y Barbara Fash en la presentación realizada en la mesa redonda sobre Copán en el simposio de Arqueología MUNAE Guatemala 2016, hace hincapié en lo valioso que resultaron las investigaciones tanto en el Archivo Municipal de Copán Ruinas como en los archivos arqueológicos, para vislumbrar los lasos entre los vecinos locales y el quehacer arqueológico en Copán desde hace más de un siglo. Las exposiciones fotográficas resultantes han sido un recurso invaluable para la comunidad, y para eventos sociales que las ponen al alcance de todos los ciudadanos.
Lamentablemente, en la actualidad el IHAH está afrontando la peor crisis económica en su historia reciente, debido a fuerzas mayores más allá de su alcance. Es inconcebible que pudiera acudir a los recursos y personal para mantener un sitio de la diversidad y complejidad de Rastrojón en este instante de su trayecto institucional. Sin embargo, la Fundación Wélchez se ha comprometido a salvaguardar los bienes inmuebles del sitio desde antes de que se comenzaran los rescates y obras de conservación, y desde el día que se abrió al público. La alianza con la Fundación está basada en un Memorándum con el Centro de Estudios Latinoamericanos en Harvard, y apoyado en parte por un programa a largo plazo para la “Investigación y Conservación de la Escultura Maya” financiado por la Fundación Botín y el Banco Santander. En el caso del Memorándum entre la Fundación y el IHAH, la primera “Carta de Ejecución” autoriza a la Fundación el cuidado de los restos arqueológicos en el sito, para el Instituto. Esto implica la seguridad, la conservación de los edificios restaurados y los montículos aún sin investigar, el mantenimiento de los techos protectores, la Casa del Visitante, la rotulación, y proveer programas educativos en el sitio. Los boletos de entrada al sitio son de precio modesto y las ventas se comparten entre la Fundación (para cumplir con sus responsabilidades en el sitio) y el Instituto. El personal del proyecto PARACOPAN ha seguido con los trabajos de conservación en el sitio, mantenimiento de la rotulación, techos, así como el análisis final de los materiales almacenados en el Centro Regional de Investigaciones Arqueológicas (CRIA). En el Museo de la Escultura, el equipo local, dirigido por Ramos, reconstruyeron la fachada de la Estructura 6N-10. La Fundación Welchez y los co-directores del Proyecto PARACOPAN se han comprometido a la continuidad del programa de entrenamiento, y por medio del mismo y de los programas educativos, a inspirar y cultivar más jóvenes Copanecos para seguir en los pasos de Jorge Ramos, Julian Adelso Canán y Karina García. Cabe resaltar que la Asociación Copán, fundado y dirigido por Ricardo Agurcia, también ha hecho una alianza importante con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras ubicada en la ciudad capital Tegucigalpa, para incentivar más estudiantes universitarios a participar en la investigación y valorización de Copán.
No obstante, a pesar de todos estos esfuerzos, sigue habiendo retos enormes para la conservación del patrimonio cultural en Copán. Entre los dichos locales que más coinciden con esta realidad hay dos que valen la pena mencionar. En la Arqueología y la conservación del patrimonio, “la paciencia es la madre de la ciencia”, mientras que en la vida y sobretodo la política cotidiana, “cada quien jala por su lado”. El IHAH no goza de la confianza de la comunidad de Copán Ruinas, la cual nunca ha aceptado la idea de que el dinero proveniente de la venta de boletos, debe ir directamente a las arcas del gobierno central en Tegucigalpa. De la misma forma, las dos organizaciones indígenas de descendencia Ch’ortí aseguran que tanto las ruinas como las tierras del valle de Copán son patria y potestad de ellos, sobretodo porque su lengua es la más cercana y claramente derivada del idioma grabado en las inscripciones jeroglíficas de los monumentos en Copán. No obstante, otras comunidades también descendientes de los ’antiguos’, y oriundos del valle de Copán no están de acuerdo que solamente los que se autodenominan “Ch’ortí”, tienen derecho a la determinación del destino de las ruinas, tanto en el presente como en el futuro. Casi todos claman por un mejor trato de parte del Instituto, quien manda las piezas más llamativas a museos y exposiciones en el extranjero, antes de que hayan sido exhibidos al público en el museo de Copán Ruinas.
El Plan de Manejo recién elaborado para el patrimonio cultural de Copán (IHAH, 2014) busca establecer una mejor red entre todas las facciones que se han mencionado (y otras más), para crear soluciones a largo plazo, y buscar terreno común para la preservación del legado cultural de la zona. Uno de los investigadores y promotores del Plan, el Dr. Rene Viel, compartió esa perspectiva con todos los entes involucrados durante todo el proceso de elaboración del nuevo Plan. Con la paciencia y perseverancia, nuevos programas educativos para todos los jóvenes Copanecos, y la fuerza de las alianzas entre los interesados en el bien común (y no solamente el propio), se espera que muchos de los conflictos de los años y décadas recientes sean superados, y que las prácticas y las filosofías aplicadas en Rastrojón sean un granito de arena valioso en el panorama de la arqueología comunitaria en Copán.
Referencias
Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH)
2014 Plan de Manejo Sitio Maya Copán.
Perron, J. Taylor
2011 Possible Causes of Localized Collapse and Deformation at the Rastrojon Site, Copán Valley Honduras. Field Report at the Regional Center for Archaeological Research (CRIA), Copán, Honduras.
Ramos, Jorge; Barbara W. Fash y William L. Fash
2011 A Royal Ancestor Portrait comes to Light in the Copán Valley. Symbols pp:4-9. Cambridge, MA.
Fig. 1: Estructura 10, Rastrojón, en su estado colapsado. Foto por B. Fash.
Fig. 2: Detalle de la reconstrucción hipotética de la Estructura 6N-10 y su máscara central.
Fig. 3: Un ejemplo de señalización del Sitio Rastrojón. Diseño por D. Ellis.
Fig. 4: La Casa de Visitantes con la señalización en y junto a ella el sitio Rastrojón. Foto por B. Fash.
Fig. 5: El personal PARACOPAN en la finalización de la exposición Estructura 6N-10 en el Museo de Escultura, de mayo de 2013. Foto de R. Flores.