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Recinto sagrado tallado en la roca madre: evidencia de actividad ritual durante el Preclásico Medio en Nakum
Abstract
Archaeological investigations carried out by the Nakum Archaeological Project (PAN) at the southern end of the North Plaza of the site, brought about the discovery of a sanctuary carved into the limestone bedrock. This represents an underground tunnel, a canal and two stairs that lead to a corridor which gives a way to a small chamber with an altar at its northern end. Here we present all data concerning this rare construction (archaeological and architectural data as well as possible interpretations of our discovery), including the results of the 2016 season. Our research indicates that the temple carved into the bedrock represents one of the first architectural and ritual manifestations of the first sedentary populations in this part of the Maya lowlands.
Introducción
Investigaciones arqueológicas realizadas en el 2013 en el extremo sur de la Plaza Norte de Nakum (Fig.1) descubrieron debajo de rellenos de la plaza un túnel tallado en la roca madre que sugirió ser parte de un complejo mayor tallado en la roca caliza. Con este descubrimiento se iniciaron investigaciones intensivas para conocer dimensiones, rasgos y función de las modificaciones antrópicas en la roca. En el año 2014 investigando al norte del túnel se encontró un corredor, gradas laterales y un altar; todo tallado en la roca natural; durante la temporada del año 2015 se investigó el área al norte del altar y en año 2016 se continuó excavaciones en el centro del complejo, descubriendo bancas también talladas y un canal ubicado al sur del túnel.
La construcción forma un recinto tallado en la roca madre (Fig.2), asociado a un canal en la parte superior de una colina, la cual con el tiempo se convirtió en un gran complejo en el Sector Norte de Nakum. Nuestras investigaciones indican que el recinto muestra una temprana manifestación de la actividad ritual de los primeros pobladores de Nakum, pudiendo funcionar como una cueva relacionada al concepto del Inframundo como fuente de agua, maíz, reino de dioses y ancestros.
Recinto tallado en roca madre: datos generales
El recinto tallado en roca madre está orientado N-S y se ubica en el mismo eje con el Grupo Norte localizado en el extremo norte de la plaza del sector norte. El complejo es simétrico (Figs.2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8) y tiene cerca de 5.20 m de ancho E-O x 10.30 m de largo N-S; está asociado a un canal que sigue cerca de 2 m más al sur y después corre al este en la dirección de la Calzada Perigny y al bajo. La parte superior del complejo se encuentra cerca de 1.10 m debajo de la superficie actual de la Plaza Norte y su base a 2.30 m debajo de la plaza. El recinto tallado en la roca tenía entonces 1.20 m de altura.
El elemento más importante del complejo es sin duda el altar tallado en la roca madre (Figs.2, 6, 7 y 8), el cual se ubica en el extremo norte del conjunto; en su eje N-S delimita desde el norte un cuarto tallado en la roca madre. El altar en su inicio tuvo en su parte norte un nicho, también tallado en la roca, y en la parte sur dos bancas pequeñas de ca. 0.08-0.09 m de altura. Tiempo después el nicho fue reducido por un muro delgado de mampostería (Fig.8) y el fondo del altar remodelado con un piso de estuco, debido a que el fuego colocado en su cima le destruyo, dejando una cavidad en el centro. El interior del altar, debido a subsecuentes actividades de quema, fue posteriormente reparado por capas de estuco por lo menos 4 veces más. La remodelación del nicho la podemos fechar en base a la cerámica para el complejo Ayim, es decir para Preclásico Medio.
El cuarto con el altar es cuadrado y tiene 3.18 m por lado. Visualmente el cuarto se estrecha al sur, debido a la construcción de dos bancas laterales en la parte sur del cuarto. Cada banca pudo sostener por lo menos tres personas, lo que hace suponer que el recinto albergaba alrededor de siete a nueve personas en la actividad ritual relacionada con el altar.
Al sur de las bancas el espacio tallado en la roca se reduce en forma de corredor. En su parte sur, en el lado este y oeste se encuentran dos escalinatas de acceso de tres gradas cada una (Figs.3, 4, 5, 6, 7 y 8), las cuales comunicaban la parte superior de la roca madre (que formaba la superficie de la Plaza Norte durante este tiempo) con la parte inferior del corredor y espacio tallado. Al sur de las gradas y del corredor, el espacio tallado continúa en un túnel realizado en la roca caliza. El túnel tiene 2.8 m de largo, 0.8 m de ancho y entre 0.7 y 0.8 m de altura. El extremo sur del túnel inicia en el lugar donde la roca caliza baja casi verticalmente (o fue cortada verticalmente) formando un talud o terraza. En el lugar donde termina el túnel da inicio un canal que gradualmente se dirige al sur alcanzando una profundidad de 0.56 m, cruzando seguidamente hacia el este. El canal fue tallado en la roca, y en su parte sur está alineado con piedras grandes cortadas en forma diagonal y cubierto con lajas grandes. De momento se desconoce el final del canal.
El canal fue descubierto totalmente rellenado por sedimentos llevados por el agua, incluyendo cerámica del Preclásico Medio y Tardío, así como artefactos de pedernal y obsidiana. Fue interesante notar, que la primera laja que cubrió el canal fue una gran piedra rectangular en forma de un altar (Fig.9a). Encima y alrededor de ella se encontró mucha ceniza y tierra fina. La capa superior dentro del canal, directamente debajo de las lajas está formada solo de ceniza, a excepción de la primera laja, en la que solo hay mezcla. En dicha mezcla, debajo del extremo este de la primera laja se encontró una ofrenda (no. 17) cuyo componente fueron dos artefactos esféricos de calcita, colocados en eje N-S (Figs.9b y 10). Teniendo en cuenta los datos obtenidos durante la investigación, como la mezcla colocada debajo de la primera laja del canal, se supone que la primer piedra o gran bloque pudo ser intrusivo y ser parte de un rito de terminación que tuvo lugar en el recinto, junto con la ofrenda.
Durante la investigación al noroeste y oeste del altar tallado en la roca se descubrió un rasgo rectangular de dos momentos constructivos o remodelaciones del conjunto, hechos con mezcla y pisos de estuco. El rasgo funcionaba como límite del conjunto tallado (Fig.3) y posiblemente sirvió como protección del recinto por el agua. Tuvo aproximadamente 1 m de ancho al este y oeste del conjunto y 1.10 m al norte. Posiblemente la primera remodelación, que alcanzó 0.07-0.10 m de altura no fue suficiente, por lo que posteriormente fue colocada otra capa alcanzando una altura de 0.24 m.
La investigación sugiere que el complejo tallado en la roca madre fue rellenado en el Preclásico Tardío con mezcla muy dura y cubierto por un piso inferior de la Plaza Norte. El canal también fue totalmente cubierto debajo de rellenos de la plaza, ampliada un poco al sur. Se cuenta con el fechamiento de tres muestras de carbón procedente del material con el cual se cubrió el templo tallado. Dos de las muestras vienen del túnel y una del espacio ubicado al norte del mismo (muestras no. MKL-2345/XIII-1-10-1, D-AMS14042 y D-AMS14043). Las muestras nos proporcionaron 3 fechas: 2450±50 BP (2σ cal 760-410 BC), 2274±27 (2σ cal 401-211 BC) y 2405±28 (2σ cal 731-401 BC); siendo oportuno indicar que existen otras en análisis.
Como se mencionó antes, los únicos lugares donde se documentó remodelaciones son el altar con su nicho y el límite exterior del espacio hundido (Fig.3). Analizando el desarrollo del recinto tallado en la roca y con base en los hallazgos que se preservaron hasta ahora, podemos suponer que durante su primera fase el recinto no tuvo aplicaciones de mampostería o estuco. En su inicio posiblemente todo el conjunto fue tallado en la roca madre, el altar con sus bancas, el nicho y el límite alrededor del espacio hundido. El altar fue usado para quemar, de acuerdo a las huellas de quemas documentadas en la roca madre, tanto en la parte inferior del altar como en la pared del nicho. El límite del recinto en su primera fase se distingue por la roca madre que se expuso en aproximadamente 1 m de ancho al oeste y este y 1.10 m al norte del espacio hundido. Este límite funcionaba posiblemente como una forma visual de separar/distinguir el espacio tallado de la plaza y también para proteger el recinto de agua.
Al norte del recinto se documentó dos cortes alargados de 0.15-0.38 m de profundidad en forma de zanjas que corren este-oeste directamente al norte del límite del recinto y que inician más o menos en su eje central. Estas zanjas irregulares fueron documentadas solo parcialmente y se continúan al este y oeste afuera del area investigada. Posiblemente estas zanjas sean artificiales y hechas para proteger el recinto del agua, dado que la Plaza Norte tiene su desnivel hacia el sur.
La primera fase del recinto se puede fechar al inicio del Preclásico Medio, en tiempos Pre-Mamom. Tiempo después, también en el Preclásico Medio, se remodeló el nicho, estrechándolo mediante un muro de mampostería y cubriendo totalmente las bancas laterales del altar (Fig.8). Esta remodelación fue significante porque el espacio para quemar se disminuyó con la eliminación de las bancas, lo que sugiere cambios en la actividad relacionada con el altar, esto sucedió en tiempos Mamom (fase Ayim en Nakum).
El interior del altar fue remodelado por lo menos cinco veces con capas de estuco, para reparar los daños causados por las quemas durante los rituales; los que pudieron continuar hasta el Preclásico Tardío.
Conjuntamente con las remodelaciones al altar, por lo menos dos veces fue remodelado el límite del recinto tallado en la roca madre. Durante la investigación arqueológica, en la parte oeste y particularmente noroeste del recinto se descubrió un rasgo arquitectónico rectangular hecho de estuco y mezcla con piedras pequeñas producto de dos remodelaciones. Este rasgo funcionaba como límite del espacio hundido, su superficie tuvo piso de estuco y alcanzó un ancho de aproximadamente 1-1.10 m. En su parte más alta, en la esquina noroeste tiene forma de un pequeño talud. Como se mencionó antes, en su construcción alcanzó ca. 0.07-0.10 m de altura y en su remodelación ca. 0.24 m de altura.
En la parte sur del conjunto tallado, una remodelación posiblemente tuvo lugar en el canal. En su primera fase el canal fue tallado en roca madre y funcionó abierto como zanja o correntilla. Es posible que las piedras verticales y lajas horizontales (tapaderas) del canal fueron colocadas más tarde. También es posible que la última versión funcionara como canal subterráneo, cubierto por relleno de una plataforma que topó con la roca madre desde el sur y que la superficie de la cual funcionó como superficie de la Plaza Norte, alargada un poco al sur.
Es importante mencionar que el recinto tallado en la roca madre pudo haber sido construido en etapas y tener otra conformación en su inicio. Hay que destacar que tenemos pruebas que el nivel de la roca madre en la parte sur de la Plaza Norte estuvo más elevado que en la actualidad y fue nivelado (Hermes et al. 1998). Hay que considerar que el recinto tallado en la roca en su inicio fue una cueva con entrada en forma de túnel desde el sur, y que su parte superior fue cortada por las remodelaciones a la caliza y plaza durante el Preclásico Medio. Después de la nivelación del terreno la cueva pudo convertirse en un espacio semi-abierto y parcialmente hundido, momento en que se construyeron las escalinatas al este y oeste.
Posibles intepretaciones de su función y discusión
Durante la investigación arqueológica del altar y su nicho no se encontró material que ayudara a entender la función del recinto. Los habitantes de Nakum no dejaron ni polvo de ceniza en el altar, antes de cada remodelación de altar aparentemente todo fue bien limpiado. En la mezcla de remodelación del nicho solo se encontraron pequeños tiestos que podemos fechar al Preclásico Medio.
Los otros materiales que probablemente provienen del tiempo del uso del complejo o de la parte final del mismo, son los descubiertos en las capas y sedimentos acumulados en el canal. Es posible que estos materiales provengan de las limpiezas posteriores a las actividades que tenían lugar en el cuarto con altar. Entre los materiales se obtuvieron tiestos de cerámica del Preclásico Medio y Tardío, lascas de pedernal, un disco de roca caliza, una piedra esférica de pedernal, fragmentos de navajas de obsidiana y muchos fragmentos de carbón. Hay que destacar el descubrimiento de tres piedras esféricas, las que pudieron ser parte de la actividad ritual realizada en el recinto. Es posible que fueron usadas para moler o partir algo en el altar o simplemente fueron usadas como herramienta para finalizar las paredes del conjunto tallado en la roca.
Los talles en la roca madre son conocidos de varios sitios de área Maya y Mesoamérica pero se desconoce hasta el momento un recinto similar. Naturalmente que muchos sitios tienen tallas en la roca madre en forma de chultunes, tumbas, ofrendas (p.ej. en Cival; Estrada-Belli 2011: 80-81) u hoyos de poste pero nada similar al conjunto con altar, gradas, corredor y túnel tallado en la roca descubiertos en Nakum. En otros lugares de Nakum hemos también documentado modificaciones de la roca en su superficie, por ejemplo nivelación de la roca madre en el centro del Patio 1 en la parte sur del sitio (Koszkul 2012:113). Interesantes modificaciones preclásicas se reporta del sitio Blackman Eddy en Belice, donde la roca madre fue modificada en varias ocasiones, por ejemplo para imitar el tamaño y altura de piedras de un muro en el rasgo BR-F6 (Garber 2002: 16-17). Un descubrimiento interesante proviene también de Ceibal donde la parte inferior de la primera versión del edificio oeste del posible Grupo E (Ajaw) fue tallado de la marga natural (Inomata et al. 2015: 4269). Un altar tallado en talpetate fue reportado para Kaminaljuyu (Suasnávar y Flores 1992, Velásquez y Hermes 1992), el que parece la más cercana comparación al hallazgo de Nakum.
La función del complejo no está clara. Podemos considerarla de dos maneras: (1) de función utilitaria o (2) religiosa. Se puede explicar una función utilitaria si hubiera sido usado como por ejemplo un temazcal: tiene dos bancas y un horno pero no está cerrado en su parte superior, por lo menos al momento de su descubierto; sin embargo debemos tener en cuenta que los temascales o baños de vapor tienen connotación ritual o ceremonial. Pero aparte de la falta de bóveda, la complejidad del recinto, su diseño simétrico, la existencia de un túnel y la complejidad del lugar destinado para quemas sugiere que esta construcción fue un lugar ritual.
El lugar más importante y central para el complejo es sin duda el altar. Huellas fuertes de quemas encima del altar confirman el uso del fuego. La remodelación del nicho y varias reparaciones de la superficie donde se quemó, sugiere que el altar y el recinto fueron utilizados por un tiempo sumamente largo.
Un elemento importante en el conjunto es el agua; la existencia del túnel y particularmente del canal, confirma que el agua jugo papel muy importante si no crucial para los usuarios del recinto. Si querían eliminar agua del complejo podían hacerlo muy fácilmente, profundizando la roca alrededor del límite del conjunto y haciendo un techo encima. Lo anterior sugiere que los usuarios del recinto deseaban controlar la corriente del agua, pero no eliminarla totalmente.
El carácter hundido y semi-subterráneo del conjunto tallado en la roca madre puede ser considerado como una cueva. Es posible que en su inicio el lugar podía iniciar como una cueva artificial. Los Mayas actualmente consideran lugares semi-abiertos también como cuevas y no hacen diferencia entre las cuevas artificiales y naturales, como lo hacen miembros de la civilización Occidental. Por lo que podemos suponer que para los mayas precolombinos varios espacios subterráneos o semi-subterráneos pudieron tener la misma función que las cuevas naturales (Pugh 2005:63). Hay que tener presente que las cuevas en Mesoamérica fueron percibidas como portales al Inframundo y como tales, lugares habitados por los dioses, los espíritus y los antepasados.
Las cuevas también se han asociado con el agua, viento y rayos. Fueron vistas por las sociedades mesoamericanas como lugares de origen del maíz y agua, así como de los ancestros. Como tal, jugaron un papel importante en el proceso de legitimización del poder y de la afiliación y la conexión de los distintos grupos, sociedades o linajes con sus territorios (donde se encontraban las cuevas, ellos marcaban su propiedad) (Brady 1988, Pugh 2005). Es por eso que a veces cuevas fueron objeto de profanación – su violación y destrucción constituían un acto de borrar o destruir cualquier conexión mítica o legítima de la dinastía real o gobernante del sitio atacado por un enemigo (véase Brady y Colas 2005; Helmke y Brady 2014).
La asociación de cuevas con agua entre los mayas y otras sociedades mesoamericanas es especialmente interesante en el contexto del descubrimiento de Nakum donde el santuario tallado en la roca madre estaba conectado con un desagüe que llevaba afuera toda el agua recogida en esta construcción. Sin embargo, el santuario hecho en la roca es demasiado pequeño para recoger gran cantidad de agua que podría ser canalizada a cabo en un drenaje tan grande, y en nuestra opinión la verdadera función del canal podría haber sido el ritual o simbólica. Cabe mencionar que la gente que estaba en la base de la colina– en la que se construyó el santuario tallado en la roca – o que caminaba por la calzada podría ver claramente la boca del túnel que reflejaba la entrada a una cueva y podría ver cómo el agua durante la época de lluvias fluía de su interior en un espectáculo o evento ritual.
Para los observadores desde la calzada, el agua salía desde la montaña por la boca de una cueva que tenía un profundo significado. En este sentido, el templo tallado en la roca pudo ser percibido como una cueva ubicada dentro de una colina-montaña de la cual salía preciosa agua. Según esta interpretación, en esta parte de Nakum existían dos fundamentales elementos del paisaje sagrado: una cueva y una montaña sagrada. Hay que destacar que nuestras investigaciones sugieren que la roca madre de la parte sur de la colina fue en el tiempo de elaboración del recinto o antes, modificada y tallada en forma de cuerpos escalonados. Hasta el momento hemos documentado la pared vertical del ultimo cuerpo en el cual emerge la boca del túnel y la parte superior del penúltimo cuerpo, encima del cual corre el túnel. Esto puede sugerir que la montaña sagrada fue transformada por los habitantes de Nakum a la pirámide escalonada de roca madre que tenía en su parte superior el recinto semi-subterráneo tallado en la roca.
Muy interesante en el recinto es la existencia del túnel tallado en la roca. Este pudo funcionar como acceso para entrar al recinto desde el sur, conduciéndose de rodillas. Esta forma de entrada a una cueva o cenote esta mencionada por Redfield y Villa Rojas (1962:139) así: “El cenote puede ser ingresado solo al arrastrarse a través de un túnel oscuro y resbaloso…. La dificultad de la entrada y el movimiento serpenteante de la luz de la antorcha resaltó lo asombroso del acto ritual” Esto sugiere que para los mayas esta forma de entrada podía ser importante y explicaría la posibilidad de un túnel que condujera al interior del templo tallado descrito anteriormente.
Conclusiones
Parece que el recinto tallado en la roca descubierto en el Sector Norte de Nakum fue un importante santuario construido en la parte superior de una colina con el objetivo de copiar y emular una cueva, y como tal se conecta simbólicamente con el concepto del Inframundo, como fuente de agua y el reino de los dioses. Podría también haber sido visto como un lugar de nacimiento de los antepasados y los linajes locales. El santuario previsto simétricamente y en especial su parte norte en forma de cruz, podrían también evocar el orden cosmológico con cuatro direcciones y el centro como eje del mundo. El simbolismo conectado al Inframundo podría ser algo asociado a las dos bancas talladas en la roca en el cuarto con el altar. El diseño de las bancas y sus bordes superiores ondulados reflejan un poco a las Mandíbulas del Inframundo que también podrían sugerir que el recinto sagrado fue considerado como la entrada a ese plano.
Aunque se conocen elementos tallados en la roca y en especial relacionados con los primeros mayas, nada comparable a la construcción de Nakum se ha encontrado hasta el momento. El santuario de Nakum representa uno de los primeros templos o recintos sagrados mayas de Tierras Bajas que se pueden fechar al inicio del periodo Preclásico Medio (1000-400/300 AC) y se asocia con la actividad ritual de las primeras poblaciones sedentarias en esta región.
El relleno del recinto y terminación de su uso marca cambios significantes en la sociedad maya de del sitio, reflejando aparición de nuevas ideas o posiblemente terminación de un linaje local durante el Preclásico Tardío, el que pudo ser responsable de crear y cuidar este recinto. Es interesante, que muchos siglos después, durante el periodo Clásico Terminal, encima del conjunto y en el mismo eje fue edificada una estela presentando dos personajes, uno de los cuales posiblemente vivía en el Edificio 82, en el extremo sur de la colina. Esto confirma que a pesar de los cambios, los habitantes de Nakum mantuvieron el eje N-S del Sector Norte del sitio iniciado y marcado siglos antes por el recinto sagrado tallado en la roca.
Agradecimientos
Se agradece al Instituto de Antropología e Historia de Guatemala y al Ministerio de Cultura y Deportes por la autorización de los trabajos arqueológicos realizados en Nakum. La investigación fue posible gracias a los fondos obtenidos de Centro Nacional de Ciencia de Polonia (NCN, programa Sonata Bis, no. de beca: UMO-2014/14/E/HS3/00534). También se agradece al Proyecto DECORSIAP y al personal del Parque Yaxha-Nakum-Naranjo por su colaboración y apoyo en la organización y funcionamiento del campamento en Nakum.
Referencias
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1992 Proyecto A-IV-1, Kaminaljuyu: Los materiales y sus implicaciones teóricas. En V Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1991 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady), pp.19-25. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Fig. 1: Mapa de Nakum con localización del recinto tallado en la roca madre (Proyecto Arqueológico Nakum).
Fig. 2: (a) Cuarto con altar, vista desde el sur; (b) cuarto con altar con visibles bancas, todo tallado en roca madre, vista desde el noreste (fotografías por W. Koszkul).
Fig. 3: Planta del recinto tallado en la roca madre (dibujo por P. Kołodziejczyk).
Fig. 4: Recinto tallado en la roca: planta generada de escáner 3D (hecho por B. Zych).
Fig. 5: Recinto generado en escáner 3D – proyección isométrica (hecho por B. Zych).
Fig. 6: Visualización del recinto con el altar tallado en roca madre, vista desde el sur (dibujo por P. Kołodziejczyk).
Fig. 7: Visualización del recinto con el altar tallado en roca madre, vista desde el sureste (dibujo por P. Kołodziejczyk).
Fig. 8: Visualización del recinto con el altar remodelado de mampostería, vista desde el sureste (dibujo por P. Kołodziejczyk).
Fig. 9: (a) Planta con lajas del canal; (b) planta con artefactos esféricos (Ofrenda 17) descubiertos debajo de la laja no. 1 que posiblemente servía también como un altar (dibujos por P. Kołodziejczyk).
Fig. 10: Artefactos esféricos descubiertos dentro del canal: (a-b) artefactos esféricos de cuarcita (Lote 7D, Ofrenda 17); (c) artefacto esférico de pedernal (Lote 9D) (dibujo por B. Pilarski).