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La Estela 8 de Naranjo, Petén: medio siglo en el exilio
Introducción
En febrero de 2015, después de casi 50 años de permanecer en los Estados Unidos de América, la Estela 8 del sitio arqueológico Naranjo, antiguamente conocido con el nombre Maya de Sa’al, ha regresado a la República de Guatemala. Actualmente, ocupa un lugar prominente en el área de esculturas del Museo Nacional de Arqueología y Etnología (MUNAE), junto a otros monumentos Mayas provenientes de distintos sitios arqueológicos del país. Pero, ¿Cómo llegó este monumento Maya del periodo Clásico a ser incluido en las salas de arte precolombino del Museo de Arte en Saint Louis, Missouri?, y más importante aún, ¿Cómo fue retornado a la República de Guatemala? Esta ponencia presentará el resultado de un proyecto de cooperación cultural entre el Museo de Arte de Saint Louis, Missouri y el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.
Antecedentes
La Estela 8 de Naranjo fue tallada en piedra caliza y fue elaborado a principios del Siglo IX DC por requerimiento del gobernante local Itzamnaaj K’awiil, cuando fue dedicada al frente del edificio B-4 de la antigua ciudad de Sa’al (Fig.1).
Originalmente el monumento fue documentado con 2 m de alto, 0.94 m de ancho y 0.62 m de grosor (Graham y Von Euw 1975), aunque actualmente, el grosor de la estela es de aproximadamente 0.12 m a causa de la destrucción intencional realizada para su exportación ilegal en la década de 1960. El monumento fue tallado en su lado anterior y posterior, incluyendo el retrato del gobernante ataviado en el frente, así como un texto que incluye 36 bloques glíficos en la cara posterior. La estela estaba intacta hasta mediados de la década de 1960, cuando los saqueadores aparentemente intentaron dividir el monumento a la mitad, lo que resultó en varias roturas y daños severos. Como resultado de estas depredaciones, la superficie existente del lado posterior es muy irregular y el texto jeroglífico que una vez apareció en esta parte del monumento quedó disperso (Mayer 2003). Gracias a las fotografías tomadas por Maler a principios del Siglo XX y los dibujos de Ian Graham, el monumento fue documentado detalladamente (Maler 1908, Graham y Von Euw 1975) (Figs.2 y 3).
Estela 8 de Naranjo-Sa’al
El sitio de Naranjo-Sa’al está situado al noreste del departamento de Petén, a unos 15 kilómetros del sitio arqueológico de Yaxha, y a 14 kilómetros al noroeste de Melchor de Mencos, en la frontera entre Guatemala y Belice. De acuerdo con los trabajos de Fialko y su equipo, se sabe que el núcleo central del sitio cubre aproximadamente 3 kilómetros cuadrados; mientras que el asentamiento se dispersa sobre un área mucho más grande, que forma parte del Parque Nacional Yaxha-Nakum-Naranjo (Fialko 2012). Las excavaciones realizadas por el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, han establecido una ocupación continua desde el año 800 AC hasta el Siglo X DC, incluyendo una secuencia arquitectónica monumental al menos desde el siglo I DC (Fialko 2012). El sitio se extendió y pobló de manera constante a lo largo del periodo Clásico. Sus gobernantes participaron en numerosos eventos militares, políticos y de intercambio, creando alianzas diplomáticas con diversas entidades políticas de la región, incluyendo lugares distantes como Dos Pilas. Los textos epigráficos descifrados hasta la fecha hacen referencia a notables derrotas acaecidas a manos de Caracol y Calakmul en el 631 DC. Los enfrentamientos bélicos incluyen a otras ciudades como Yaxha en el año 710 DC, Tikal 744 DC, Yaxha 799 DC, y otros sitios que permanecen en el anonimato (Grube 2000, Martin y Grube 2008). De acuerdo con las evidencias materiales recuperadas en diferentes partes del sitio arqueológico, éste fue abandonado a partir de la mitad del Siglo X DC, y la selva comenzó a reclamar sus plazas, monumentos y edificios (Aquino 2006).
La Estela 8 de Naranjo se ubicaba originalmente al lado este de una línea de tres estelas, colocada frente a la Estructura B-4, que incluye las estelas 6 y 7 de la antigua ciudad (Graham y Von Euw 1975). La Estela 6 de Naranjo, registró el ascenso del padre de Itzamnaaj K’awiil, el gobernante K’ahk ‘Ukalaw Chan Chaak, en el año 755 DC, mientras que la Estela 7 conmemoró el fin del k’atun de 9.19.0.0.0. El texto de la Estela 8 documenta a la familia real de Itzamnaaj K’awiil, quien fuera el penúltimo gobernante conocido de Naranjo, en el verano del año 800 DC (9.18.9 – 9.18.10). Se estima que su reinado duró aproximadamente 15 años. El monumento menciona a su esposa, “Balón de Hule”, señora de Yaxha’, así como sus padres, la Señora “Caracol-Estrella”, también de Yaxha’, y su padre K’ahk ‘Ukalaw Chan Chaak. Su imagen está representada como Dios Jaguar con una barba de concha, estrechamente vinculada a la identidad militar de Naranjo-Sa’al (Graham y Von Euw 1975; Martin 1996; Chinchilla Mazariegos 2005; Martin y Grube 2000). Resaltando la connotación marcial de su vestuario, el rey sostiene una lanza distintiva decorada con conchas, que se transforma en una boca de ciempiés con pedernales emergentes (una versión más pequeña de esta lanza es también visible en el tocado). Su postura firme y de pie sobre el cuerpo de un cautivo atado y retorcido visto de perfil, destaca en la escena. Esta representación se torna repetitiva en varios monumentos del sitio. En otros casos, el cautivo está claramente identificado, sin embargo los jeroglíficos plasmados sobre el personaje de la Estela 8 no son legibles por lo que se mantiene en el anonimato. Juntos, los tres monumentos habrían formado una presentación coherente del poder dinástico en la política Sa’al. Las estelas 6 y 7 muestran al padre e hijo con un atavío idéntico, mientras que las estelas 7 y 8 muestran al hijo como vencedor con dos indumentarias distintas y en etapas diferentes de su vida. La Estela 7, la última y más grande de los tres monumentos, habría dominado visualmente el centro del grupo. En las tres estelas, el gobernante mira hacia el oeste, tal vez indicando que miran hacia el rival más cercano de Naranjo-Sa’al, el sitio de Yaxha’, con el cual según Martin y Grube (2000), se sostuvieron enfrentamientos bélicos en el 799 DC y 800 DC, última fecha en la cual fue identificada la dinastía local (Fig.4).
Luego de estos acontecimientos, se ha podido identificar una ocupación modesta durante el Clásico Terminal que incluye remodelaciones arquitectónicas menores, movimiento y re-dedicación de monumentos, así como un gran volumen de cultura material depositada sobre el último nivel de piso, sin embargo, no hay más textos que indiquen detalles de la vida dinástica en la antigua ciudad de Sa’al. Además de un pequeño número de ofrendas datadas para el periodo Postclásico, muy poco se conoce de los habitantes en el sitio durante los próximos mil años (Aquino 2006; Ramírez y Fialko 2011).
Patrimonio en el exilio
Los pobladores cercanos al sitio y los chicleros que vivían en la región, condujeron a Teobert Maler en 1905, hasta la plaza central del sitio de Naranjo, donde documentó muchos de sus monumentos tallados, incluyendo la Estela 8 (Maler 1908). Este ciudadano austriaco y explorador, documentó varios sitios en el área Maya y al parecer, durante una de sus expediciones, tomó un fragmento de la escalinata jeroglífica que era parte de la Estructura B-18 de Naranjo; la que Ian Graham sugiere que corresponde con el fragmento que actualmente se localiza en el Museo Nacional del Indio Americano (Graham y Von Euw 1975). Algunos otros exploradores visitaron posteriormente el sitio de Naranjo, incluyendo a Herbert Spinden, Sylvanus Morley y otros miembros de la institución Carnegie. Además, Morley documentó la extracción de otras partes de la escalinata jeroglífica por Spinden y Thomas Gann (Joyce 1924; Morley 1938a; Morley 1938b). Estos fragmentos se encuentran ahora en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y el Museo Británico de Londres, respectivamente.
El arqueólogo Richard Adams visitó Naranjo en 1962, pero al parecer únicamente observó los monumentos localizados en el Grupo A (Graham y Von Euw 1975). Las bitácoras de las estancias de Ian Graham en Naranjo proporcionan una visión de las condiciones de los monumentos del sitio en los años sesenta. En su primer viaje, la maleza de la selva hacía difícil distinguir entre el sendero que conectaba a Holmul con Naranjo.
El espolio cultural ha sido documentado en el área Maya y ha afectado a la mayoría de sitios arqueológicos conocidos, por lo que el caso de Naranjo tristemente no es una excepción. Según algunas estimaciones, el 78% de las estelas de Naranjo habían sido saqueadas antes 1972 (Quintana 2004), lo que dio paso a un importante esfuerzo liderado por Rafael Morales y la Asociación Tikal, para salvar monumentos en riesgo en Petén, quienes trasladaron varios de éstos desde el sitio hasta la sede actual del MUNAE (Morales 2003; Arroyo 2003; Graham 2010).
El transporte ilícito de algunos monumentos fue detenido en Belice, pero la constante amenaza a Naranjo no se detuvo. Fialko ha documentado y presentado en varias ocasiones los impactos dramáticos del saqueo arqueológico en Naranjo, que incluye monumentos escultóricos, contextos funerarios y arquitectura palaciega, lo que ha afectado a la mayoría de las principales estructuras del sitio arqueológico (Fialko 2009).
La Estela 8 de Naranjo fue uno de los monumentos saqueados en la década de 1960. Este monumento llegó a manos del comerciante de arte de Nueva York Everett Rassiga, un ex piloto de la Segunda Guerra Mundial, que abrió una serie de galerías en Dallas y Nueva York en los años cincuentas y sesentas. Se convirtió en uno de los distribuidores más importantes y notorios en el llamado arte “primitivo” de África, Oceanía y las Américas. Conocido mundialmente por el infame saqueo de una fachada perteneciente a una estructura del sitio Placeres en Campeche, México, en el año de 1968 (Freidel 2000).
Según los archivos de Morton D. May, en diciembre de 1965, Rassiga envió una carta a uno de sus clientes principales, el exitoso empresario de Saint Louis, Morton May. En dicha nota, Rassiga ofreció tres estelas y dos frescos sin descripción o mención de la cultura a la que pertenecían. Aunque no hay otra documentación de los frescos o de las tres estelas, los archivos del Sr. May en el Museo de Arte de Saint Louis todavía mantienen una fotografía de una estela, claramente identificada como la Estela 8 de Naranjo. Curiosamente, la estela fue identificada como un monumento perteneciente a una colección francesa desde el año 1946. El Sr. Morton May compró la estela esa misma semana por un valor de 18,000 dólares (aproximadamente $ 135,000 en la actualidad). La afirmación que sostenía que la Estela 8 provenía de una colección francesa en la década de 1940 es muy engañosa para tal caso. Aunque la Escalinata Jeroglífica de Naranjo debió haber sido saqueada desde la década de 1920, hay poca evidencia para sugerir que cualquier estela de Naranjo o en otro lugar pudiera haber sido saqueada antes de la década de 1960. Notablemente, la estrategia creada para sugerir que la Estela 8 de Naranjo había sido retirada en 1946, parece diseñada para dar a conocer que el monumento había sido extraido del sitio antes de la legislación del patrimonio cultural de Guatemala en 1947 [Decreto No. 425 del 19 de marzo de 1947] (O’Neil 2012). También vale la pena señalar que Rassiga utilizó una copia de las imágenes tomadas por Maler, que muestra el monumento en su condición prístina. Pero entre esta foto y el momento en que la estela arribó a los Estados Unidos, el lado posterior del monumento había sido removido, además una cantidad significativa de los detalles de la superficie de la estela estaban erosionados.
Una vez que la venta se había completado, Morton May y Rassiga dispusieron que la estela fuera enviada desde Europa hacia Los Ángeles, California, a principios del año 1966. En este momento, Morton May fue presidente de su propio grupo de tiendas departamentales y uno de los principales coleccionistas de arte en los Estados Unidos de América. Durante los años posteriores May combinó sus intereses a través de la venta de obras de arte en sus tiendas localizadas en todo el país. Morton May y su curador, James Economos, parecen haber sido los primeros en crear una tradición de compra y venta de artes “no-occidentales». Además, compraron objetos en grandes cantidades a los vendedores como Rassiga y establecieron los precios como lo hicieron otros productos básicos – en algunos casos a bajo costo, para señalar un buen precio, y en muchos otros los precios fueron muy elevados para acrecentar el prestigio de las obras de arte. Durante la venta de arte precolombino que se abrió en la sucursal de Los Ángeles, California, en mayo de 1966, el Sr. May indicó que la Estela 8 de Naranjo poseía un precio de $ 50.000 dólares, unos $ 365,000 dólares en 2015. La noticia fue publicada en los periodicos de la época, y fue así como Ian Graham reconoció el monumento (Johnson 1966; Graham 2010). Aparentemente, Ian Graham informó al gobierno de Guatemala, aunque no está claro si alguna acción fue llevada a cabo. Finalmente, la estela no fue vendida y Morton May la envió a Saint Louis en julio del mismo año, donde fue incluida en la exhibición permanente del Museo de Arte de Saint Louis.
A finales de los años sesenta, varios arqueólogos y académicos denunciaban el saqueo generalizado de los monumentos Mayas en Guatemala, particularmente Ian Graham, Clemency Coggins, Merle Greene Robertson y Luis Luján Muñoz (Luján Muñoz 1966; Coggins 1969; Robertson 1972), véase también (O’Neil 2012). Un apunte interesante es que en el archivo para la Estela 8 en el Museo de Arte de Saint Louis incluye notas de prensa relacionados al saqueo, y estas pudieron haber venido del archivo del Sr. May. Aunque no se conoce de alguna razón explícita que diera como resultado el regreso de la estela en el mes de mayo de 1971, él era claramente consciente de la creciente controversia alrededor del tema. Una carta emitida el 2 de agosto por el abogado de May, Ralph Colin, incluye artículos de Maler y Coggins. En ella, el Sr. May escribió: “Me encantaría dar la estela de regreso a Guatemala, pero me gustaría mantenerla temporalmente en exhibición en el Museo de Arte de la Ciudad de San Luis, si es posible llegar a un arreglo». Más tarde este recinto cultural cambió su nombre a Museo de Arte de San Luis.
Con estas instrucciones, Colin hizo indagaciones preliminares que resultaron en el establecimiento de contacto con el Embajador de Guatemala en Washington, el señor Julio Asensio Wunderlich. Lo que continuó en este proceso, fue un cordial y largo intercambio de cartas. El tema en torno a la Estela 8 de Naranjo, fue seguido en los medios de comunicación de los Estados Unidos y prensa guatemalteca, incluyendo una noticia en el Diario La Tarde en el mes de abril de 1972, que sugería que el regreso de la Estela 8 era inminente. El título de la nota fue “Joyas Arqueológicas de Guatemala deben estar aquí” (Fig.5).
En mayo de 1973, Asencio indicó que sería posible exhibir temporalmente la estela por un periodo de diez años, siempre y cuando el préstamo fuera renovado en forma anual. Ante tal resolución, el Sr. May exhibió el monumento en el Museo de Arte de Saint Louis. Sin embargo, pasarían 12 años más antes de que el Embajador Eduardo Palomo detallara formalmente los términos de un acuerdo de préstamo. En 1991, el director del Museo de Arte de Saint Louis, James Burke, escribió al Embajador Juan José Caso, confirmando el status de préstamo de la estela. No se encontró ninguna respuesta registrada en los archivos del Museo de Arte de Saint Louis, ni hay correspondencia alguna durante los siguientes 17 años.
Cooperación cultural: alternativa para la repatriación del Patrimonio Cultural
En 2007, Matthew Robb fue contratado como curador del Saint Louis Art Museum. Robb investigó la historia de la Estela 8 de Naranjo y su presencia en la ciudad de Saint Louis, Missouri. A medida que el monumento había estado a la vista desde su regreso en 1973, consideró la inminente necesidad de una evaluación en términos de conservación. Como parte de una futura expansión del museo, surgió la necesidad de cambiar la sala donde el monumento era exhibido. Esta nueva construcción en el inmueble, brindó una oportunidad ideal para conservar el monumento. Además, su estatus legal de préstamo necesitaba ser actualizado, lo que significaba que el Saint Louis Art Museum necesitaba obtener el permiso del propietario del bien cultural, en este caso, la República de Guatemala.
Fue durante el XXIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala en que Matthew Robb, entonces curador del Saint Louis Art Museum, visitó la dirección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología. La razón primordial de la visita fue conocer el proceso del préstamo temporal de varios bienes culturales de Guatemala que participaron en la exhibición itinerante denominada “The Fiery Pool: The Maya and The Mythic Sea”. Asimismo, el Museo de Arte de Saint Louis deseaba conocer si las figurillas de El Perú-Waka’ serían incluidas en esta exhibición.
La relevancia que las 23 figurillas de El Perú-Waka’ generaron desde su descubrimiento (Rich et al. 2007), atrajo la atención del ámbito académico y amantes del arte prehispánico. La prodigiosa gama de información contenida en los delicados atributos artísticos representados en cada una de las figurillas de El Perú-Waka’, así como por el extraordinario contexto arqueológico en donde éstas fueron descubiertas, catapultarían a éstos bienes culturales como piezas maestras y nuevos íconos del Patrimonio Cultural de Guatemala.
Al mismo tiempo en que Robb consultaba acerca de la futura exposición internacional, mencionó que en la colección del Saint Louis Art Museum se encontraba la Estela 8 de Naranjo. Indicó además la posibilidad de llevar a cabo una gestión de cooperación, en la cual la Estela 8 podría retornar a Guatemala.
Decididamente, la dirección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología inició inmediatamente las gestiones para lograr incluir el retorno de la estela dentro del programa de cooperación, con la aprobación del Ministerio de Cultura y Deportes. El Dr. Héctor Escobedo, quien entonces fungía como viceministro, giró instrucciones específicas para llevar a cabo la recuperación del monumento. Además de ser uno de los recintos culturales en el mundo que presumen de ser un inmueble patrimonial destinado al resguardo de bienes patrimoniales muebles, es necesario considerar que la colección del Museo Nacional de Arqueología y Etnología es reconocida mundialmente por su documentación y procedencia arqueológica debidamente contextualizada. En este sentido, la Estela 8 de Naranjo coincidía con estos criterios, ya que se trataba de un monumento del cual se conocía su contexto arqueológico, lo que favorecía y respaldaría cualquier tipo de reclamo o petición internacional.
Durante los próximos dos años y medio se coordinó y elaboró el convenio legal entre el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala y el Saint Louis Art Museum, el cual establecía la inclusión de una póliza de seguro para la Estela 8 de Naranjo, así como un proceso de limpieza y conservación. Asimismo, el SLAM solicitó un nuevo préstamo temporal de la estela por cinco años más, ya que deseaban mostrarla luego de su conservación. El Ministerio de Cultura y Deportes, a través de la Comisión Nacional de Exposiciones en el Interior y Exterior de la República de Guatemala, determinó brindar el préstamo temporal del monumento por un plazo máximo de tres años, como está contemplado en la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación. El proceso de conservación y firma del convenio se llevó a cabo en el mes de enero del 2012. En esa misma fecha se inició el conteo regresivo para que la Estela 8 de Naranjo retornara a Guatemala. Asimismo, en el convenio legal se estableció que el Saint Louis Art Museum cubriría los gastos de embalaje, traslado e instalación de la estela en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala.
De manera paralela, el Ministerio de Cultura y Deportes a través del Museo Nacional de Arqueología y Etnología autorizó la exhibición temporal de las 23 figurillas al Kimbell Art Museum para participar en la exposición The Fiery Pool. Esta entidad cultural norteamericana contribuyó con el proceso de restauración y conservación de estos íconos de Guatemala. Asimismo, colaboró con la exhibición de las figurillas en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala, previo a su participación en la exposición itinerante, que incluía el Saint Louis Art Museum. Esta práctica de exhibir los recientes hallazgos arqueológicos, primeramente en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala (MUNAE), antes de participar en cualquier exposición internacional, fue adoptada en el año 2010 y se reconoce dentro de los criterios técnicos institucionales. Posteriormente, las figurillas, junto con otros bienes culturales de Guatemala, fueron trasladados al Saint Louis Art Museum, en donde The Fiery Pool fue catalogada como la mejor exposición del año en Missouri.
Esta dinámica de cooperación cultural permitió alcanzar múltiples objetivos favorables para todas las partes involucradas. Inicialmente, el Kimbell Art Museum colaboró con Guatemala en el proceso de restauración de las figurillas recuperadas en el sitio arqueológico El Perú-Waka’ y exposición temporal en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología. Luego, el MUNAE cooperó a través del préstamo temporal de algunos de sus bienes culturales, incluyendo las figurillas restauradas, que formaron parte de la exposición The Fiery Pool que se presentó en el Kimbell Art Museum y en el Saint Louis Art Museum. Así mismo, el SLAM colaboró con el Museo Nacional de Arqueología y Etnología a través de la conservación y restauración de la Estela 8 de Naranjo-Sa’al. Como parte de este mismo acuerdo de colaboración, el Ministerio de Cultura y Deportes autorizó la instalación y exhibición temporal de la Estela 8 de Naranjo-Sa’al en el Saint Louis Art Museum del mes de abril 2012 a enero 2015, permitiendo a 904,795 visitantes apreciar una escultura representativa de la tradición Maya prehispánica.
En cumplimiento con los acuerdos de cooperación cultural suscritos entre el SLAM y el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, a principios de 2015 se concretó la coordinación y logística con el Dr. Brent R. Benjamin, Director General del SLAM, quien designó a la Directora de Colecciones, Jeanette Fausz, y a la Asistente de Registro, Diane Mallow, para dar seguimiento al proceso.
El 7 de febrero de 2015, el volcán de Fuego exhaló una bocanada de ceniza como anunciando el retorno de la Estela 8 de Naranjo-Sa’al a Guatemala. Gracias al apoyo del Saint Louis Art Museum, durante el proceso de retorno de la Estela 8, se contó con los servicios técnicos y profesionales de preparación, empaque, embalaje, transporte terrestre, aduanas en los Estados Unidos de América, transporte aéreo, aduanas en Guatemala, entrega en el MUNAE e instalación final en el área de esculturas, donde hoy mismo puede ser apreciada por todos los guatemaltecos.
De manera similar a los tradicionales peregrinajes espirituales de la cultura Maya, la Estela 8 de Naranjo inició su retorno a Guatemala en Saint Louis, Missouri y luego de 2000 km de camino sobre los estados de Illinois, Kentucky, Tennesse, Georgia y Florida, el monumento fue transportado por vía aérea sobre el golfo de México hasta el aeropuerto internacional La Aurora en la ciudad de Guatemala y luego a su destino final.
Comentarios finales
El saqueo y tráfico de bienes culturales ha afectado prácticamente a todas las culturas del mundo, lo que ha generado un panorama de espolio cultural de carácter global. Sin embargo, los procesos de cooperación cultural interinstitucional construyen puentes que permiten el retorno de los bienes culturales exhibidos alrededor del mundo muy lejos de su contexto original, además de facilitar el diálogo cultural a nivel global y fortalecer los lazos diplomáticos entre las naciones.
En esta historia que ha durado medio siglo, hemos podido apreciar como el espolio y comercialización de los bienes culturales deterioran y destruyen la riqueza cultural de forma indiscriminada. Sin embargo, también hemos conocido como la diplomacia cultural ha generado procesos de colaboración entre instituciones, profesionales, técnicos y personas, gracias al valor intrínseco del Patrimonio Cultural. El interés sobre la Cultura Maya provocó la exportación irregular de la Estela 8 de Naranjo-Sa’al en la década de 1960. Medio siglo más tarde, el mismo interés reflejado en nuevos íconos de la arqueología guatemalteca marcaron el camino para un acuerdo de cooperación cultural entre el SLAM y el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, que tenía como fin último, acabar con el exilio de la Estela 8 de Naranjo-Sa’al y facilitar la recuperación definitiva del monumento que forma parte del Patrimonio Cultural de la Nación.
Las figurillas de El Perú-Waka’ jugaron un papel fundamental en los acuerdos de cooperación, las cuales, luego de ser expuestas en el Kimbell Art Museum y en el Saint Louis Art Museum, retornaron a Guatemala tres meses después de la apertura de la exhibición itinerante en Missouri, para posteriormente continuar su gira mundial que por ahora incluye exposiciones en Washington D.C. y México D.F.
Es tiempo que el interés que ha motivado trágicos espolios culturales a nivel global se transforme en un esfuerzo colectivo para el intercambio patrimonial y el diálogo intercultural, donde los museos juegan un papel central a través del diseño de exposiciones temporales, el establecimiento de redes de cooperación y el préstamo de bienes culturales.
Gracias al esfuerzo de muchas personas e instituciones, pero principalmente gracias a la voluntad de colaboración de todos los involucrados, Itzamnaaj K’awill está de nuevo en su hogar, la Estela 8 de Naranjo-Sa’al se ha instalado en el área de esculturas del Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala, al lado de sus ancestros Kak Tiliw Chan Chaak y la señora Wak Chan.
Agradecimientos
Con el más sincero agradecimiento queremos reconocer el apoyo de colegas, colaboradores e instituciones culturales, que desinteresadamente contribuyeron durante el proceso de conservación y repatriación de la Estela 8 de Naranjo-Sa’al, un monumento prehispánico que sufrió las consecuencias del espolio arqueológico y que medio siglo más tarde regresó a su hogar. Intentando no olvidar ninguna de las valiosas colaboraciones recibidas a lo largo de este proceso, agradecemos a Héctor L. Escobedo, Brent R. Benjamin, Juan Carlos Pérez, Rosa María Chan, Erick Ponciano, Embajada de los Estados Unidos en Guatemala, Registro de Bienes Culturales, Rodolfo Yaquián, Asesoría Jurídica del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, Eduardo Hernández, Andrew Walker, Laura Gorman, Jeanette Fausz, Diane Mallow, David Linenbroker, Amy Clark, Nichole Bridges, Kathy Berrin, Barbara Fash, Vilma Fialko, Virginia Fields, Dan Finamore, David Freidel, Stephen D. Houston, Simon Martin, Megan O’Neil y Jerry Glick.
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Fig. 1: Mapa del epicentro del sitio arqueológico Naranjo-Sa’al, mostrando la ubicación original de la Estela 8 frente al edificio B-4 en la Plaza Central (Tomado de Graham y von Euw 1975).
Fig. 2: Fotografía de la Estela 8 de Naranjo realizada por Teobert Maler en 1905 (Tomado de Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University, 58-34-20/64374).
Fig. 3: Dibujo de la Estela 8 de Naranjo realizado por Ian Graham (Tomado de Graham y Von Euw 1975, composición propia).
Fig. 4: Conjunto de monumentos dedicados frente al edificio B-4 de Naranjo (Tomado de Graham y Von Euw 1975, composición propia).
Fig. 5: Noticia periodística “Joyas Arqueológicas de Guatemala deben estar aquí”, Diario La Tarde No. 489, Año II (8 de abril de 1972).