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La organización territorial de los sitios del Sureste de la Cuenca Mirador a partir del análisis cerámico
En 1987 Richard Hansen fue invitado por el director del Patrimonio Cultural y Natural de aquel entonces, el Licenciado Miguel Valencia para continuar las investigaciones a un nivel regional en la Zona Cultural y Natural Mirador, también conocida como la Cuenca Mirador. Fue así como nació el Proyecto Regional de Investigaciones Arqueológicas del Norte de Petén, Guatemala (PRIANPEG). Posteriormente en 2003, se cambió el nombre al Proyecto Cuenca Mirador con el aval de la Universidad de California, Los Ángeles, la Universidad Estatal de Idaho, y la Universidad de Utah y la Fundación FARES, en conjunto con el Proyecto Cuenca Mirador, todos bajo la supervisión del DEMOPRE (Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales) y ambos con una visión de trabajos multidisciplinarios y de un enfoque regional.
Como es sabido, las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Brigham Young y La Universidad Católica de América en 1978 a 1983 (Dahlin et al. 1980) y de la Universidad de Harvard en 1982 y 1983 (Demarest et al. 1984), evidenciaron la complejidad de El Mirador. En cambio las investigaciones generadas en este primer momento por los dos proyectos anteriores dirigidos por Richard Hansen, resalta a El Mirador para el Preclásico Tardío de cómo evoluciona a hacia una ciudad de un poder centralizado evidenciado por su extensión, el desarrollo de calzadas intrasitio e intersitio, que forma una red de caminos que une varios sitios, la monumentalidad y complejidad arquitectónica del mismo, donde se desarrolla un poder religioso y político; dando el inicio en la época Maya al concepto de centralización política o de súper-Estado (Hansen 1992, 2000; Hansen y Suyuc: 2004); como los argumentados para Tikal y Calakmul (Martin y Grube 2008).
A partir del 2001 es cuando la Fundación FARES y el Proyecto Cuenca Mirador reinician el programa de reconocimiento regional, en esta ocasión teniendo incidencia científica en el sur y suroeste de esta región que con anterioridad no se había tenido; no solo haciendo los levantamientos planimétricos, sino también pozos de sondeo en los grupos principales y área habitacionales; así como el rescate de vasijas provenientes de trincheras de saqueo (Suyuc y Hansen 2005: 5).
Es en este momento cuando se puede terminar de evidenciar la complejidad de la organización territorial de la Cuenca Mirador, identificando varias ciudades principales que engloban una serie de sitios secundarios (Mejía: 2008) como son: El Mirador, Nakbe, Tintal, El Porvenir, Wakna, El Lechugal, Tamazul, La Tortuga, Xulnal, El Pesquero, Las Torres, posiblemente El Cedro y La Pailona. Dando cabida en un panorama del periodo Clásico a un modelo de segmentación para este periodo dentro de lo que se ha definido como la Cuenca Mirador (ver Fig.1).
Estos estudios regionales indican una amplia ocupación y dispersión de los asentamientos, donde se muestra distintos niveles jerárquicos del mismo. La comparación es una técnica muy utilizada dentro de este tipo de estudios antropológicos y el querer comprar un sitio con otro es a veces contraproducente ya que no todos los sitios tienen las dimensiones de El Mirador, Tikal, Calakmul, Tintal, Nakbe, Uaxactun, entre otros. Es así como el Sub-Programa de Reconocimiento Regional dirigido por Dr. Hansen y el Lic. Suyuc y bajo la supervisión de Lic. Héctor Mejía, iniciaron la labor de identificar los rasgos que determinan el asentamiento prehispánico de esta región; identificando varios elementos arquitectónicos que dan forma a la ciudad (Mejía et al. 2007 y Mejía 2008): Acrópolis de tipo Tríadico, Informal o Palacio, Conjunto del Tipo Grupo E, Patios para el Juego de Pelota, Unidades Habitacionales Complejas, Grupos Terminales o Avanzadas Administrativas y Calzadas.
Ahora bien, se conoce el patrón de asentamiento regional y su distribución, por lo que se ha dado inicio a la definición de su dinámica, pero algo hay que tener muy presente en su asentamiento, por ser un levantamiento planimétrico, lo que se evidencia como construcciones son la última ocupación, y fuera de la identificación de algunos rasgos arquitectónicos evidenciados por algunas trincheras de saqueo, no se tiene mayor evidencia de su ocupación a través del tiempo. Para entender este panorama de la organización territorial la cerámica toma su importancia a nivel diacrónico y sincrónico para la interpretación como evidencia cultural, reflejo del pensamiento colectivo fehaciente de una sociedad.
Es de esta forma que para entender la dinámica de ocupación de un sitio y su relación con los otros, es que el Proyecto Cuenca Mirador se ha dado a la tarea de hacer la mayor cantidad de excavaciones en los sitios posibles (51 sitios hasta la fecha) y de analizar y dar a conocer sus resultados para interpretarlos y tener un mejor panorama de la complejidad social de la Cuenca.
En esta investigación se abordarán los sitios que se encuentran en el sureste y centro de este, estos son: El Pesquero, Las Torres, La Mazacuata, La Muñeca, El Cedro, Al Che, La Pailona, La Unión, La Tortuga, El Tintalito, Haleb, El Civalón, Ix Kalak, Las Cojolitas, Las Chatias, El Yucatán, Chacah’Ab y Tun Tun.
La naturaleza de la muestra
Los sitios investigados son dieciocho de los cuales solo en diez fue posible hacer pozos de sondeo, en los sitios de El Yucatán, Las Cojolitas, Las Chatias, Chacah’Ab, Tun Tun, El Pesquero, Las Torres, La Muñeca , El Cedro, La Tortuga. Todos los sitios presentan excavaciones ilegales y algunas aún en tiempos recientes, el rescate de varias vasijas completas y semi-completas ayudan a completar el análisis modal de las muestra y son de gran importancia, en especial aquellos donde no se cuenta con excavaciones controladas (ver Figs.2 y3).
El tipo de sondeo es dirigido, ubicándose al pie de las estructuras, y que preferentemente se alineen frente alguna trinchera de saqueo; ya que estas excavaciones ilícitas ocasionalmente presentan pisos, estratigrafías o rasgos arquitectónicos expuestos. Permitiendo así la correlación con los pozos de sondeo, obteniendo mayor evidencia de sus etapas constructivas y ocupacionales. Como metodología de análisis se utilizó el Tipo Variedad (Tipo-Variedad-Modal) y de comparación cerámica se utilizan las investigaciones del Dr. Donald Forsyth dentro de la Cuenca Mirador (1989, 1993, 1998, 1999, 2003 y 2006), la cerámica de Uaxactun de Smith (1955), el compendio cerámico del Atlas Arqueológico de Guatemala (Laporte: 2008) y varios reportes cerámicos de Sabloff, Gifford, y Ball.
Construyendo la secuencia cerámica de sitios de la Cuenca Mirador, sus pro y sus contra
Los estudios diacrónicos y sincrónicos de varios sitios dentro de la Cuenca Mirador plantean desde un principio la necesidad de establecer esta relación y la formulación de una secuencia cerámica con un enfoque propio que responda a estas necesidades y que vea su relación con otros sitios de la región.
El análisis cerámico de las temporadas 2006, 2008 y 2009 es de 5022 tiestos diagnósticos y un total final a nivel de Grupo Cerámico que en su gran mayoría no sobrepasan los 22 tiestos por Grupo y un total de 78 vasijas completas y semi-completas analizadas por el Dr. Donald Forsyth.
Por tanto este trabajo plantea la formulación de una cronología, que en esencia servirá de base de datos para la elaboración de una secuencia cerámica a futuro. Entonces la cronología aquí planteada es una cronología-cultural.
El sistema Tipo Variedad-Modal, permite el conteo y registro de los modos al mismo tiempo que el conteo y registro tipológico, por lo que la cronología cerámica se define por la presencia, ausencia y frecuencias de los tipos y modos (Fornè 2007: 136). El examen de las frecuencias de las unidades cerámicas en la estratigrafía, sirve como base fundamental para la definición de los periodos cerámicos de cada sitio. Pero al igual que en otros sitios (Op cit.) por el número de muestra no constituye una muestra suficientemente abundante para ser totalmente representativa y ser considerado como categórico, si no, más bien se está abierto a su enriquecimiento.
La cerámica proveniente de contextos controlados y la importancia de este trabajo radica en el fechamiento crono-cultural de sus artefactos situándolos en una temporalidad. Por lo que las expectativas de la relación cerámica, contribuyen de manera significativa al análisis de interacción entre sitios, relación cultural y política, especialmente en un área que está siendo estudiada por primera vez, y son considerados sitios de segundo orden, donde hasta el momento no se tiene clara la complejidad geográfica y amplitud de su asentamiento.
La cronología preliminar de los nuevos sitios del sureste de la Cuenca Mirador
La cerámica de los Nuevos sitios de la Cuenca Mirador es una muestra bastante homogénea en cuanto a tipos, decoración, tratamiento de superficie, formas y pasta. La cronología de los sitios es continua, a pesar de que no se encontró mucha cerámica en contextos sellados, la cerámica si muestra cambios muy paulatinos en cuanto a tratamiento de superficie, decoración, pasta y se puede definir bien con los estratos. Los periodos se encuentran desde el Preclásico Medio hasta el Clásico Terminal, unos representados más que otros. Importante resaltar que el periodo con más tiestos es el Clásico Temprano (45.44%) (n=2282). El peligro de esta interpretación es el contexto, y nos obliga a examinar la frecuencia y la presencia de estos materiales en relación con cada sitio. A nivel regional es un periodo de muchos conflictos y en muchos sitios se carece de este material, o aparece mezclado con el de otras temporalidades en menores cantidades y es considerada como transicional. Sin embargo, su presencia no es la más representativa o escasa al sur de la Cuenca, y aquí se presenta como el de mayor crecimiento demográfico de los sitios. La segunda frecuencia más fuerte es el Preclásico Tardío (25.88%) (n=1300) y por último, la tercer frecuencia más alta es el Clásico Tardío (24.41%) (n=1226). Un factor que puede influir en estas graficas es el tipo de sondeo realizados en estos sitios, que en todos los casos fue del tipo intensivo y no extensivo (ver Figs.4 y 5).
Preclásico Medio (¿800?/ 600 – 300 AC)
La muestra se conforma de 210 tiestos diagnósticos que representa el 4.18% de la muestra total. El material de este periodo es representado para esta muestra únicamente por el sitio de El Pesquero, El Cedro, Las Torres y La Muñeca, la arquitectura evidenciada en estos sitios es muy temprana. La cerámica proviene de contextos arquitectónicos debajo de los pisos de plaza de los cuatro sitios, el sondeo se hizo en la plaza del Grupo E de cada uno y, en el caso de El Pesquero, se hicieron otros sondeos en el Grupo Tríadico, asociado con un friso estucado de rasgos tempranos. Para este periodo dentro de la muestra recolectada predominan los tipos Juventud Rojo, Chunhinta Negro, Pital Crema y Sapote Estriado (brochado), que son considerados como diagnósticos para esta temporalidad. Los resultados de estos análisis y su correlación con la arquitectura como son los Grupos E y el Patrón Tríadico, evidencian la complejidad temprana de la Cultura Maya en esta región. Por el momento no se cuenta con información de dataciones absolutas de estos sitos, para el coautor de la presente los contextos en donde se ha encontrado este material son muy similares a los de El Mirador.
Preclásico Tardío (300 AC – 250 DC)
Es la segunda frecuencia mayoritaria representando el 25.88% (n= 1300) de la muestra total. La cerámica de este periodo se caracteriza por la clase Paso Caballos Ceroso, definida por su monocromía de engobe rojo ceroso presidido por un engobe crema. Su cerámica es muy diversa en cuanto a decoración. Dentro de esta muestra el Grupo Sierra es el total de la muestra de tipos muy característicos de esta temporalidad, Sierra Rojo: V. Sierra predominan los cuencos de borde redondo y dos tiestos con pestaña medial, Laguna Verde Inciso: V. Inesp., borde redondo de forma de cuenco, un tipo muy diagnóstico es el Hongo Compuesto: V. Hongo, que tiene impresiones de uña en la parte superior (ver Fig.6). El segundo grupo encontrado es el Flor, un tiesto acanalado de este tipo de borde redondo.
Clásico Temprano (250 – 550 DC)
La muestra total para este periodo es de 2282 tiestos diagnósticos, englobados en tres clases cerámicas que representan la muestra. Existen dos clases dominantes: la clase Uaxactun sin Engobe (65.5%) que es cerámica utilitaria, y Petén Lustroso (33.1%) que es cerámica con engobe caracterizado por su policromía y muy importante como diagnóstico para indicar la presencia y estabilidad de este periodo que representa el material de la esfera cerámica Tzakol (Laporte 2008: 511). El material Paso Caballos Ceroso (1.4%) representa la continuidad de los materiales con engobe.
Cerámicamente este periodo se caracteriza por la presencia de diseños en policromía especialmente por la clase Petén Lustroso son rojos y negros sobre fondos naranjas, representados en los tipos Dos Arroyos Naranja Policromo (0.2%) y Otro Grupo de Águila (0.15%). Los grupos monocromos Águila (27%), Sierra (1.29%), Flor (0.15%), Remate (0.15%), Balanza (5.9%), todos ellos de engobe muy lustroso, en total estos cinco grupos representan el 34.42% de la muestra, a nivel regional estos son los que caracterizan la cerámica de esta temporalidad y se vincula dentro de la esfera Tzakol. La clase Uaxactun sin Engobe es la clase dominante (65.58%) pero su diferenciación con otras temporalidades no varía mucho a través del tiempo.
Según la muestra, modalmente este periodo se caracteriza por la presencia de ollas para la clase Petén Lustroso, son de cuello recto, corto, principalmente de borde redondo y para la clase Uxactun sin Engobe de cuellos altos con borde engrosados hacia afuera. Dentro de las nuevas formas se encuentran cuencos con ángulo z y un vaso cilíndrico de pared delgada (Otro Grupo de Águila: Boleto Negro sobre Naranja); dentro de la muestra aparecieron varias bases tipo anular e indicios de que algunas vasijas poseyeron en su momento soportes, estos no figuran en el cuadro de análisis cerámico ya que siempre se encontraron con un borde, por tanto en un orden jerárquico modal lo que manda es el borde, dentro del cuadro de observaciones se aclara si tiene base o si presentaba soportes.
La abundancia de cerámica Clásico Temprano representa una paradoja: en los sitios más pequeños al sur de la cuenca, parece que sugieren un periodo de crecimiento demográfico cuando en los sitios mayores preclásicos más al norte, representa un colapso y abandono demográfico. Donde la cantidad de tipos se diversifica, al hacer los reconocimientos y levantamientos de los sitios, su asentamiento corresponde principalmente a un patrón Clásico Tardío, dentro de los pozos de sondeo no se encontraron muchos pisos constructivos, las excavaciones demuestran un intenso crecimiento en este periodo con rellenos hechos por una acumulación de grandes rocas calizas amorfas sin mortero, lo que sugiere una construcción rápida. Con certeza no se sabe que fue lo que motivó su rápido crecimiento y su locación dentro de ese espacio geográfico y el papel que jugaron estos a nivel regional.
Otro detalle es la posibilidad de un vínculo con sitios como Naachtun, que tienen una fuerte presencia en el Clásico Temprano, lo cual sugiere la presencia demográfica vinculada con centros que han surgido después del colapso preclásico en la Cuenca.
Clásico Tardío (550 – 850 DC)
Es la tercera temporalidad con mayor representación 1226 artefactos (24.41%) y se puede encontrar a nivel de superficie. Dos son las clases cerámicas que sobresalen: como es de esperar el material más representativo es el Uaxactun sin Engobe (60.9%) y Petén Lustroso (39.1%).
Este periodo está representado por los tipos Cambio sin Engobe: V. Cambio (46.3%) siendo el más abundante, Encanto estriado: V. Encantado (14.5%), dentro de los monocromos se encontró el Tinaja Rojo: V. Nanzal (33.9%) que es el segundo tipo más abundante, Tinaja Rojo: V. Acacia (0.6%), Chinja impreso: V. Chinja (0.4%), Infierno Negro: V. Bolocantal (3.7%). Los demás tipos representan únicamente (0.6%). Artefactos como los Chinja Impreso, Tinaja Rojo, son muy característicos de esta temporalidad y pueden considerarse como diagnósticos para esta muestra y se vincula con la esfera Tepeu 1 y 2 de otras áreas.
La pasta, especialmente dentro del Petén Lustroso, es mucho más delgada y compacta o más dura, de una coloración amarillenta, cuando estos se hacen sonar (se golpean) produce un sonido vítreo. En cuanto a desgrasantes, conforme a otras temporalidades, en pocos casos aparece obsidiana como desgrasante y la clase Uaxactun sin Engobe presenta más calcita, aunque no es generalizado en toda la muestra. En cuanto a formas sobresalen ollas de gran tamaño y cuencos de silueta compuesta.
Clásico Terminal (850 – 1000 DC)
Dentro de la muestra de los pozos de sondeo solamente se recuperaron 4 tiestos de esta temporalidad, un tiesto Plomizo (25%) tres tiestos Altar Naranja que representa la clase Naranja Fino (75%).
Muchas ciudades de las Tierras Bajas revelan un clímax en la tecnología de la manufactura cerámica durante el Clásico Terminal, puesto que los alfareros fueron capaces de quemar grandes vasijas empleadas en banquetes y almacenaje, las que contrastan por su alta capacidad volumétrica con los ejemplares del Clásico Tardío (Laporte 2008: 1200), dentro de nuestra muestra esto se refleja en los tipos Altar Naranja y Plomizo.
Forsyth (1998), indica que el Clásico Terminal al considerar el conjunto de formas, modos decorativos, y combinación de colores en la cerámica doméstica realmente integra un Sub-Complejo Petenero, por encontrarse difundido por una larga zona de Petén. En el que dicho sub-complejo aparece inicialmente en el Clásico Tardío, y persistió sin más alteración, o a veces solamente moderadamente modificado, en muchos sitios durante el Clásico Terminal, y su continuidad se debe a su uso.
Discusión
Como se puede ver, las evidencias cerámicas vislumbran una ocupación larga que para algunos casos como El Pesquero y El Cedro inician muy tempranamente a partir del Preclásico Medio hasta el Clásico Tardío.
Un elemento que llama la atención es la ausencia de la fase Paixbancito donde sobresalen los tipos como Iberia Naranja, Sacluc Negro sobre Naranja, simbolizando la decoración de doble engobe o falso Usulután y ejemplos de borde ganchudo; que para la muestra analizada no estuvieron presentes en ninguno de los sitios, ni en las vasijas rescatadas en las trincheras de saqueo.
Es en este momento, la fase Paixbancito o Protoclásico, que se puede considerar el parteaguas en la dinámica de estos sitios; que empieza a cambiar para las épocas venideras, por ejemplo: a pesar que la cerámica sigue mostrado la continuidad y uso de una tradición cerámica en cuanto a pasta, forma, decoración y tratamiento de superficie propias de La Cuenca; inicia la presencia de tipos que no son propios o comunes para la región, es decir; para el Periodo Clásico Temprano son observables tipos como Aduana Rojo: ND/Aduana Esgrafiado, Quixhcan con Baño: ND/Baño Crema, Maaz Rojo-Estriado: Variedad Maaz; para el periodo Clásico Tardío el tipo Maquina Café, Azote Naranja, Rojo Duro y Tinaja Rojo de pasta micácea; para el Periodo Clásico Tardío Terminal los tipos Altar Naranja y un Plomizo No Determinado.
Siguiendo la dinámica de ocupación de estos sitios, algo que llama la atención si se habla de frecuencia, es que la mayor cantidad de cerámica se fecha para el Clásico Temprano y Clásico Tardío (ver Figs.7 y 8). Esto genera diversas dudas de la dinámica regional y el papel de estos sitios para este periodo. Por lo que en un primer panorama se inició viendo cual es el comportamiento de otros sitios a su alrededor para este periodo. En una vista rápida al Clásico Temprano en la Cuenca, este es caracterizado por un decaimiento cultural, pocas construcciones menores o ninguna, muchas remodelaciones usando antiguos patrones arquitectónicos, así como manifestaciones de conflictos armados, guerras, relacionadas con la expansión de la influencia de Teotihuacan y sus aliados, Tikal inicia la construcción de sus terraplenes, se invade Uaxactun; Naachtun se alía con Siyaj K’ahk’ en la “Entrada” a Tikal y El Zotz tiene un crecimiento y alianzas con Tikal. Es entre Naachtun y El Zotz, que se encuentran los sitios en estudio, en medio de estos dos no solo geográficamente, si no también políticamente.
Esta dinámica geopolítica y los resultados antes obtenidos, fue lo que motivo a esta investigación a hacer uso de otros modelos de interpretación; en este caso se hizo uso de los SIG para ver la viabilidad de posible relación de los sitios en cuestión con El Zotz y Naachtun. Este tipo de estudios no son algo nuevo y han sido muy utilizados para corroborar este tipo de relación entre sitios, un ejemplo seria el trabajo de Doyle (Doyle et al. 2012: 792-807), que se centra el valle de Buena Vista; para ver la relación entre los sitios de El Zotz y Tikal para el Periodo Clásico.
El análisis SIG demuestra que sí pudo existir esta relación entre sitios durante este Periodo Clásico, es más, al generar una posible ruta de caminamiento entre El Zotz y Naachtun, o viceversa; este generó una ruta que al interpolar con los sitios en cuestión, esta pasa por sitios importantes como son El Pesquero, luego sube hacia la izquierda hacia La Mazacuata, sigue hacia La Pailona e inicia a girar a la derecha en La Tortuga, pasa por El Civalón dirigiéndose a Tamazul, La Llorona, El Lechugal; dirigiéndose hacia Tun Tun y Chaca’Ab hasta llegar a La Vitrola, gira a la izquierda hasta llegar a Naachtun.
Estos resultados nos llevaron a realizar otro tipo de análisis, en este caso uno comparativo de la cerámica. Por lo que nos vimos en la tarea de recurrir a los recursos de la Ceramoteca del DEMOPRE, por lo que de antemano agradecemos la colaboración de la Arqueóloga Ana Lucía Arroyave y la Jefa de la Ceramoteca la Sr. Rita Casas, por permitirnos tener acceso a los materiales de Naachtun, Uaxactun y El Zotz, el haber podido analizarlos, fotografiarlos, dibujarlos y concluir nuestro análisis comparativo.
A manera de síntesis se puede decir que las esferas cerámicas de El Mirador, Nakbe, Naachtun y Uaxactun, son muy similares en especial para el periodo Preclásico, para el Clásico guardan cierta similitud pero en cuanto a tipos demuestran otra diversidad. La cerámica de El Mirador, Nakbe y Naachtun son tan similares en ambos periodos que si no estuviesen identificados sería difícil separarlos y decir a que sitio pertenecen. Sin embargo, Naachtun para este periodo Clásico tiene otros tipos que no están presentes en los dos anteriores. Por otro lado la cerámica de El Zotz es la más distinta de todas, tal como lo demuestran investigaciones previas en este sitio.
Por último la finalidad de esta comparación no era confirmar esto que ya es conocido, sino identificar los tipos que no son propios de la cuenca que aparecen dentro de la muestra y ver si están presentes en estos sitios, principalmente corroborar la pasta, y segundo corroborar que el material que se tiene como propio de la cuenca está presente en estos otros. Lo que se pudo observar es que los tipos identificados como no propios de las esferas de El Mirador y Nakbe, tienen mayor filiación con Naachtun, mas no se encontró mayor relación con El Zotz. En cambio al revisar el material de El Zotz se logró identificar algunos tipos que son propios de la esfera de El Mirador como son los tipos Balanza Negro y Carmelita Inciso, identificados mayoritariamente por su pasta que es distinta a la muestra de este mismo tipo para este sitio. Por lo que se puede inferir que sí pudo existir esta relación entre sitios especialmente para el Periodo Clásico.
Consideraciones finales
Dentro de la Cuenca Mirador, los sitios que han sido los más importantes por mucho tiempo por haber sido los más investigados intensivamente fueron El Mirador, Tintal, y Nakbe (Forsyth 2012: 1320). Los asentamientos más tempranos son fechados para 1000 AC en Nakbe (Hansen 1994: 311). Pero conforme avanzan las investigaciones se tiene mayor evidencia de una ocupación temprana en el área, como es el caso de Wakna y para efectos de esta platica lo evidenciado para El Pesquero, Las Torres, La Muñeca y El Cedro, reflejando una mayor complejidad de sociedades incipientes en este sector.
Para los sitios en cuestión, el Preclásico Tardío es un periodo que representa un repunte en su población ya que el material cerámico recuperado para este momento es mayor, definida por su monocromía de engobe rojo presidido por un engobe crema y su cerámica es muy diversa en cuanto a decoración. En la que esta temporalidad representa la primera etapa del Clásico (Forsyth 1999). En el que muchas de las formas presentes en este periodo van a tener una continuidad cerámica a lo largo del tiempo, diferenciando por bases o soportes, tipos de labios y el tratamiento de acabado de superficie y decoración, tal como se puede ver en las láminas de la industria cerámica por plato, cuenco y vaso; del material rescatado de las trincheras de saqueo.
La ausencia de identificación de la fase Paixbancito, se puede considerar para estos sitos como el marcador de la diferenciación dentro de la dinámica de interacción entre estos sitios. En el que sitios como El Yucatán, Las Cojolitas, Las Chatias, Chacah’Ab, Tun Tun y La Tortuga evidencian una mayor frecuencia cerámica durante el Clásico. Por el momento no se puede hablar de qué construcción fue erigida para el Clásico Temprano o el Tardío, ya que las investigaciones en esta área no se han enfocado en identificar esos rasgos y muchas de las construcciones que en este momento consideramos para el periodo Clásico Tardío por ejemplo, pueden tener sub estructuras construidas en el Preclásico Tardío; aunque se tengan construcciones con cresterías que responden a la arquitectura del centro de Petén, como es el caso para La Tortuga. Para los otros sitios dentro del patrón de asentamiento se puede observar la conformación de Unidades habitacionales complejas y grupos pequeños tipo palacio, así; como la identificación de estructuras en forma de “C” y “L”.
Por último en los intentos por dar respuesta al repunte de la frecuencia cerámica en los periodos Clásico Temprano y Tardío, los análisis comparativos de la cerámica y SIG han demostrado que estos sitos pudieron tener una mayor interacción entre los sitios del área, correspondiendo o perteneciendo a la dinámica geopolítica de este periodo.
Referencias
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Fig. 1: El panorama actual de los sitios dentro de lo definido como La Cuenca Mirador con un total de 137 sitios arqueológicos, de los cuales en más de 51 sitios se ha tenido incidencia científica por parte de PRIANPEG, FARES – Proyecto Cuenca Mirador.
Fig. 2: Se muestra la estratificación cultural y natural, así; como su nomenclatura (sitio Las Cojolitas).
Fig. 3: Se muestra la metodología de aprovechar las trincheras de saqueo que presentan arquitectura expuesta para hacer pozos de sondeo frentes estos y correlacionar arquitectura (sitio La Cojolitas).
Fig. 4: Cuadro cronológico comparativos de las esferas cerámicas.
Fig. 5: Frecuencia cronológica de los sitios bajo estudio.
Fig. 6: Apreciar la forma de la cerámica Tipo Sierra Rojo del Preclásico Tardío (izquierda vasija de Las Chatias, derecha proviene de Chaca´Ab).
Fig. 7: Cuadro comparativo de forma, el Plato dentro de la Industria Cerámica para el periodo Clásico.
Fig. 8: Cuadro comparativo de forma, el Cuenco dentro de la Industria Cerámica para el periodo Clásico.
Fig. 9: Mapa que muestra la ruta más óptima para el Periodo Clásico entre El Zotz y Naachtun y su posible relación con los sitios dentro de la Cuenca.