Descarga este artículo en formato pdf
Iximche’ como centro urbano de la región Kaqchikel del Postclásico Tardío
El sitio arqueológico de Iximche’, ubicado en la región oeste del departamento de Chimaltenango, fue investigado y restaurado hace más de cuatro décadas, con la mayor parte de trabajos realizados durante la década de 1960 (Nance et al. 2003). Hoy en día constituye el Parque Arqueológico Iximche’, uno de los más visitados en el país y un centro espiritual Maya cada día más popular.
La comprensión pública general sobre este sitio es que fue la “capital” del “reino” kaqchikel. La idea general es que la ciudad era la capital de un estado unificado, sede de un gobierno centralizado. Además, dado que en este sitio se fundó la “primera ciudad” española, el discurso actual tiende a remarcar la importancia simbólica del lugar como “cuna de la nacionalidad guatemalteca.” Además, se asume que mediante la conquista de Iximche’, el territorio Kaqchikel fue dominado en su totalidad. No cabe duda que esta es una visión desactualizada y de modo general poco acertada. Aunque varios investigadores han llevado a cabo importantes esfuerzos arqueológicos en la región, la realidad es que nuestro conocimiento sobre la misma es altamente parcial.
Esta ponencia presenta los resultados del análisis de la información disponible, tanto de publicaciones relativamente recientes en el extranjero como de material de archivo disponible en Guatemala. El objetivo es presentar una visión actualizada sobre la arqueología de Iximche’ y plantear las hipótesis delineadas en base a la misma.
El dato histórico
La historia conocida de Iximche’ se basa más en fuentes textuales que en datos arqueológicos. Tal historia se beneficia de informaciones contenidas tanto en textos indígenas como en textos españoles. Entre los primeros destacan los documentos contenidos en Los Anales de los Kaqchikeles (Maxwell y Hill 2006; Recinos 2007) y el Título Xpantzay (Recinos 1992). Mientras que dentro de los segundos destacan las Cartas de Alvarado y la Recordación Florida de Antonio de Fuentes y Guzmán.
De acuerdo a tales fuentes históricas, Iximche’ fue fundada entre 1463-1470 por un grupo Kaqchikel confederado que anteriormente tenía por sede la ciudad de Chi Awär, ubicada a proximidad del actual Chichicastenango. Este grupo fue por algún tiempo aliado del reino Kiche’ liderado por el señor Kikab. Sin embargo, conflictos internos derivaron en la renuncia de los Kaqchikela’ a la confederación Kiche’ y en su consecuente partida.
Iximche’ fue fundada por los señores Wuqu’ B’atz y Lajuj Aj (o Jun Toj?), el primero del amaq’ Xajil y el segundo del Sotz’il. El amaq’ Tuquche’ también participó de la historia temprana de Iximche’. Sin embargo, el mismo no parece haber contado con representación en el gobierno de la ciudad y fue protagonista de una rebelión interna que finalizó con su expulsión o partida de Iximche’ hacia 1493. Este evento fue muy relevante en la historia local, tanto que existe una cuenta de los días que se inicia a partir del mismo.
En 1475 murió el señor Kikab y posteriormente tiene lugar una serie de conflictos entre los Kichei’ y los Kaqchikela’ de Iximche’. Existe referencia a una victoria Kaqchikel fechada hacia 1491. Además, se tiene noticia también de conflictos entre Iximche’, que encabezaría la región Kaqchikel occidental, y otras entidades políticas ubicadas en la región Kaqchikel oriental (Chajoma’). De hecho, los documentos indican que alrededor de 1475, Iximche’ prevaleció en enfrentamientos contra los Chajoma’ de la región de Jilotepeque. Para entonces los Chajoma’ de Sacatepéquez permanecían independientes. Sin embargo, Iximche’ ganó cierto control sobre el área durante los últimos años anteriores a la invasión española.
En 1524 arribaron las huestes españolas al mando de Pedro de Alvarado. Se tiene noticia de que para esta época los señores de Iximche’ eran Kaji’ Imox, ajpozotz’il y B’eleje’ K’at, ajpoxajil. Inicialmente se estableció una alianza pacífica con los españoles. Iximche’ prestó apoyo militar durante la invasión del territorio Kiche’ y recibió sin conflicto a Alvarado y ejércitos acompañantes. Existe registro documental de la fundación, aunque tan solo nominal, de la primera ciudad española en Iximche’. No obstante, los conflictos no tardaron en surgir. Los nativos pronto resintieron las abusivas demandas de los extranjeros en cuanto a servilismo y tributo. La rebelión no se hizo esperar y los mismos Kaqchikela’ abandonaron la ciudad como parte de su estrategia de resistencia. La rebelión se extendió por lo menos hasta 1535. Es decir que el territorio no fue conquistado y pacificado de modo inmediato, sino se mantuvo en conflicto. De hecho, este fue el motivo de que la fundación de la ciudad española fracasara en la localidad y fuera trasladada a otra región.
Organización sociopolítica
Como se mencionó arriba, la definición de un “reino Kaqchikel” unificado es una interpretación poco certera. De acuerdo al análisis de Maxwell y Hill (2006) del contenido de las mismas crónicas indígenas, el panorama político regional de la época estaba poblada por entidades políticas interrelacionadas pero nunca del todo unificadas. En el sentido más amplio, existían por lo menos dos regiones kaqchikela’ bien diferenciadas: la oriental y la occidental (Maxwell y Hill 2006). La occidental estaría precedida por Iximche’; mientras que la oriental estaría habitada por gente Chajoma’, también hablantes de kaqchikel, con Chwa’ Nima’ Ab’äj’ como su mayor centro urbano.
Tampoco sería correcto hablar de un reino de Iximche’ y otro de Chwa’ Nima’ Ab’äj’. Existían tres niveles de organización territorial:
- El menor o más básico, era el chinamït, que no se refiere a un grupo familiar, sino a una unidad territorial. Cada uno estaría dirigido o gobernado por un individuo perteneciente a una de las familias aristocráticas dentro del mismo chinamït. Otros miembros eran gente común, agricultores y prestadores de servicios.
- Segundo, el amaq’, que se formaba por la confederación de dos o más chinamït.
- Y tercero, el winäq, que se formaba por la confederación de dos o más amaq’. Este era el nivel organizacional más alto. Sin embargo, al parecer era un nivel relativamente nuevo o poco común, no existía un término que se refiriese a un gobernante o rey del winäq. Iximche’ era un winäq y la autoridad local parece haber estado compartida entre dos ajpop o líderes de amaq’.
De tal modo, Iximche’ era la sede de una confederación de amaq’, siendo los más notorios el amaq’ xajil y el amaq’ sotz’il, de los cuales provenían el ajpoxajil y el ajposotz’il respectivamente, ambos identificados como los líderes máximos en la localidad. Cada uno de estos dos amaq’ agrupaba a cuatro chinamït (ver Tabla 1). De acuerdo a los cálculos de Maxwell y Hill (2006), en tiempos prehispánicos cada chinamït debió incluir de 2500 a 5000 personas, por lo que la población de Iximche’ pudo ser de entre 20,000 y 40,000 personas. Esto incluiría una compleja gama de rangos sociales, incluyéndose la aristocracia, el común y los esclavos.
Los vecinos más inmediatos de Iximche’ serían las entidades políticas Kichei’, Tzutujil y Pipil.
El dato arqueológico
La información arqueológica disponible en torno a Iximche’ es relativamente limitada. De modo general, la información etnohistórica forma una parte más integral del conocimiento popular sobre la ciudad que los resultados de trabajos arqueológicos.
La mayor parte de las investigaciones en Iximche’ fueron dirigidas por Georges Guillemin durante la década de 1960 (Nance et al. 2003). Anteriormente, se tenía noticia del sitio arqueológico, algunas ilustraciones y mapas del centro urbano. Además, el investigador Janos de Szecsy inició un proyecto de excavación en el sitio la década de 1950. Sin embargo, él falleció repentinamente y los trabajos quedaron suspendidos. El área arqueológica para entonces estaba ocupada por familias campesinas locales.
Posteriormente, Guillemin inició labores en Iximche’ hacia 1959. Él produjo un nuevo plano del sitio, llevó a cabo excavaciones y dirigió la restauración de construcciones monumentales, particularmente en torno a las Plazas A, B y C. A pesar de que las excavaciones fueron extensivas y la recolección de artefactos debió ser bastante numerosa, los reportes derivados de tales trabajos son altamente escuetos. Se publicaron artículos varios, tanto en inglés como en francés y español. Sin embargo, éstos son bastante repetitivos y se dedican primordialmente a descripciones generales y no a detalles de los trabajos de excavación. Además, nunca se llevó a cabo un análisis de materiales arqueológicos. De acuerdo a Braswell (2001:315), la opinión de Guillemin era que el análisis de materiales, particularmente de la cerámica, era de poca relevancia para el estudio de un sitio protohistórico.
No obstante las limitaciones, el trabajo de Guillemin es el mayor cuerpo de datos arqueológicos sobre Iximche’ con que contamos. Un grupo de investigadores norteamericanos, incluyendo a Roger Nance, Stephen Wittington y Bárbara Borg, se dieron a la tarea de analizar el trabajo de Guillemin, tanto notas de campo como colecciones cerámicas y osteológicas. Los resultados de su trabajo se publicaron en 2003 bajo el título de Archaeology and Ethnohistory of Iximche’. Además de sus interpretaciones, su publicación incluye datos básicos como conteos de materiales y descripciones de campo, abriendo la posibilidad de nuevas consideraciones sobre los mismos datos.
No se han llevado a cabo estudios de campo nuevos en Iximche’, pero el estudio del dato documental contribuye un conocimiento más actualizado sobre la arqueología de este antiguo centro urbano.
El asentamiento
Lo que hoy conocemos como Iximche’ corresponde obviamente a los restos de un centro urbano que estaba necesariamente rodeado por un asentamiento más grande. Lamentablemente, aún no se cuenta con un mapa completo de la ciudad. No solo de su periferia inmediata, sino que también incluso dentro del mismo centro urbano existen rasgos arquitectónicos que aún no se encuentran representados en el mapa. Es decir que la densidad de construcción en esta pequeña área es aún mayor a la reportada hasta ahora.
El área del centro urbano está claramente delimitada por el terreno. La ciudad fue construida sobre la meseta Ratzam Ut, que es una lengüeta angosta de aproximadamente 500m de largo por 150m de ancho, rodeada por barrancos de hasta 80m de profundidad en sus lados norte, este y sur. Del lado oeste, donde no existía barranco natural, los antiguos habitantes de Iximche’ construyeron un foso artificial para restringir el acceso. Sin embargo, este no era el límite absoluto de la ciudad. Múltiples montículos se observan hacia el noroeste del foso, siendo clara la continuidad del asentamiento.
Dentro del trazo arquitectónico del centro urbano claramente se distinguen cuatro plazas contiguas, distribuidas de manera lineal con una orientación noroeste-sureste. Todas las plazas se encontraban completamente rodeadas con construcciones, incluyendo templos con bases piramidales, edificios rectangulares de múltiples recámaras y complejos palaciegos compuestos por múltiples patios. Además, tanto la Plaza A como la Plaza C cuentan cada una con un patio para el juego de pelota en su lado sur.
De hecho, las plazas A y C son bastante similares en su contenido. No solo cuentan ambas con patios para el juego de pelota, sino que también cuentan con templos de base piramidal en sus lados noroeste y noreste, en ambos casos con plataformas de tzompantli adosadas a sus esquinas suroeste. Además, ambas plazas cuentan con edificios rectangulares con múltiples recámaras en sus lados norte.
La Plaza B sirve como antesala al Palacio 1, que es un complejo residencial compuesto por al menos 11 patios altamente privados, todos rodeados por construcciones que asumimos ahora eran de carácter residencial.
Un segundo palacio, el Palacio 2, se ubica en el extremo sureste de la Plaza C. Al igual que el Palacio 1, éste cuenta también con una plaza con templo como antesala. El Palacio está compuesto por nueve patios rodeados por construcciones definidas tentativamente como residenciales.
La Plaza D constituye otro amplio espacio rodeado por construcciones, incluyendo al menos dos templos de base piramidal en su lado este. Aparentemente también cuenta en su lado sur con un complejo de al menos cuatro patios rodeados por construcciones, posiblemente un área residencial. Sin embargo, esta plaza nunca ha sido investigada. Tal es el caso también de otras plazas ubicadas más hacia el sureste y en la franja suroeste de la meseta sobre la que se asienta la ciudad.
Adicionalmente, el asentamiento debió extenderse mucho más allá de los límites del centro urbano protegido por los límites de Ratzam Ut, posiblemente más allá de los cerros circundantes en cuyas cimas existieron atalayas según las referencias textuales (veáse por ejemplo, Fuentes y Guzmán 2012).
Aún es preciso llevar a cabo investigaciones regionales que contribuyan a la definición de la extensión de Iximche’. Es claro que Iximche’ fue un centro urbano dominante en la región hacia el Posclásico Tardío. No se conoce otro centro de similares características en el entorno inmediato. Lamentablemente, no sólo no conocemos la composición del asentamiento afuera del centro urbano, sino que tampoco conocemos la trayectoria histórica de la población local. Los textos indican que la fundación de la ciudad tuvo lugar durante la segunda mitad del Siglo XV y las muestras cerámicas existentes confirman su temporalidad Posclásica Tardía. Sin embargo, no sabemos si existió una ocupación anterior en el propio Ratzam Ut o en otra localidad cercana.
Se llevó a cabo un estudio en base a las fichas de registro de sitios arqueológicos de los departamentos de Sacatepéquez y Chimaltenango. Se encontró un total de 47 sitios en el primero y de 85 en el segundo. Entre ambos, un total de 132 sitios. De éstos, 18 (13%) no fueron localizados en un mapa. Es evidente la mayor concentración de sitios en el área norte de ambos departamentos, particularmente en Chimaltenango.
De los sitios registrados, se desconoce la cronología de más del 48%. Del resto, se tienen reportes de cronologías por periodo: Preclásico, Clásico y Posclásico. En base a tal clasificación, se ha establecido que un 25% de sitios registrados contó con una ocupación preclásica. La mayoría de estos sitios se concentran hacia el área norte de Sacatepéquez. Subsecuentemente, existe registro de ocupación clásica en un 42% de los sitios y en este caso, la ocupación se dispersa más en el área de Sacatepéquez y se extiende hacia el oeste en Chimaltenango, incluyendo sitios en la región de Tecpán. Finalmente, con un sorprendentemente bajo 17%, la ocupación posclásica identificada hasta ahora se muestra considerablemente más dispersa dentro de las áreas norte de la región analizada.
En términos de la continuidad de estas ocupaciones, fue posible establecer que 10% de los sitios fueron aparentemente ocupados desde el Preclásico hasta el Posclásico, sugiriendo continuidad en su ocupación. Similarmente, 11% de los sitios parecen haber sido ocupados continuamente desde el Preclásico hasta el Clásico, terminándose su ocupación en algún momento durante este último periodo. Finalmente, un escaso 6% reporta la posible continuidad de ocupación del Clásico hacia el Posclásico. No existen hasta ahora indicios de continuidad del clásico al posclásico en los sitios de la región de Tecpán. No obstante, es claro que existía una ocupación anterior a la fundación de Iximche’. Queda pendiente una respuesta a la interrogante de cuál sería la relación entre la población local y los llegados de Chi Awär que según los textos fundaron la ciudad.
Consideraciones finales
La historia de Iximche’ ha sido mayormente construida hasta ahora con base en interpretaciones textuales. Tales interpretaciones están siempre sujetas a revisión y en algunos respectos han estado equivocadas debido a transcripciones y traducciones erróneas. Aunque una buena parte del sitio de Iximche’ se encuentra expuesto y restaurado, el dato arqueológico es escaso y hasta ahora poco sugerente sobre la composición y organización de la sociedad que habitó tanto la ciudad como la región circundante.
El registro textual es claro en cuanto a que el gobierno no funcionaba como una monarquía. La autoridad suprema estaba representada por las cabezas de amaq’, que en el caso de Iximche’ eran dos a la llegada de los españoles. No obstante, es claro que debieron existir más niveles en la jerarquía de un sistema político-administrativo que reunía varios chinamït y varios amaq’. Es importante recalcar que estos niveles de organización sociopolítica no se refieren a unidades de parentesco o linajes, sino que se refieren a categorías territoriales.
En el plano regional, es claro que nunca existió un “reino Kaqchikel” unificado. Existían al menos dos grupos de habla Kaqchikel políticamente separados: uno en el área oriental y el otro en la occidental. Aunque durante un tiempo los del occidente, de acuerdo a sus propias declaraciones, prevalecieron sobre los del oriente, existen indicios de que éstos últimos retuvieron considerable independencia a lo largo de la historia.
En términos de la jerarquía de asentamiento, es claro que hacia finales del Posclásico Iximche’ y Chwa’ Nima’ Ab’aj’ eran los centros urbanos más prominentes dentro del territorio de habla kaqchikel, los winäq de la región. Sin embargo, otra variedad de centros de diversas características poblaban el paisaje, posiblemente correspondiendo a diversos chinamït o incluso amaq’. Tomando en cuenta este modelo de organización sociopolítica regional, se sugiere la hipótesis de que la fundación considerablemente tardía de Iximche’ pudo estar relacionada con la formación del winäq, un grado de confederación más elevado que el amaq’ y relativamente novedoso según los estudios de Maxwell y Hill (2006). Al observar el centro urbano de Iximche’ como sede del winäq conformado por dos amaq’, la configuración arquitectónica de dos complejos arquitectónicos equivalentes tiene sentido.
Por otro lado, el registro de sitios arqueológicos de la región de Chimaltenango y Sacatepéquez sugiere una mayor dispersión de sitios arqueológicos durante el periodo Clásico que durante el Posclásico. Se sugiere también a modo de hipótesis que el menor número de asentamientos posclásicos pudiera deberse a una nucleación de la población debido a la formación de amaq’ durante el posclásico.
Estas son algunas sugerencias basadas en los datos disponibles hasta la fecha. Aún falta mucho por investigar y analizar en torno a la arqueología de esta importante región.
Referencias
Braswell, Geoffrey
2001 Post-Classic Maya Courts of the Guatemalan Highlands: Archaeological and Ethnohistorical Approaches. En: Royal Courts of the Ancient Maya: Data and Case Studies, editado por Takeshi Inomata y Stephen Houston, pp. 308-334.
Fuentes y Guzmán, Francisco de
2012 Historia de Guatemala o Recordación Florida. General Books LLC.
Maxwell, Judith y Robert Hill
2006 Kaqchikel Chronicles: The definitive edition. University of Texas Press, Austin, Texas.
Nance, Roger; Stephen Whittington y Barbara Borg
2003 Archaeology and Ethnohistory of Iximche’. University of Florida Press, Florida.
Recinos, Adrián
1992 Literatura maya. Segunda Edición. Fundación Biblioteca Ayachuch. Guatemala.
2007 Anales de los Kaqchikeles. Editorial Piedrasanta, Guatemala.
Fig. 1: Plano del sitio arqueológico Iximche’ (Redibujado por Laura Gámez en base al publicado en Guillemin 1967 y la modificación publicada en Nance et al. 2006).
Fig. 2: Mapa regional indicando ubicación de sitios arqueológicos con evidencias de ocupación durante el preclásico (Dibujo electrónico de Laura Gámez en base a datos en fichas de registro del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales).
Fig. 3: Mapa regional indicando ubicación de sitios arqueológicos con evidencias de ocupación durante el clásico (Dibujo electrónico de Laura Gámez en base a datos en fichas de registro del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales).
Fig. 4: Mapa regional indicando ubicación de sitios arqueológicos con evidencias de ocupación durante el posclásico (Dibujo electrónico de Laura Gámez en base a datos en fichas de registro del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales).
Cuadro 1: Niveles de Jerarquía en Organización Sociopolítica de Iximche’ (Tomado de Maxwell y Hill 2006)