046 Arqueología Histórica: otra manera de hacer Arqueología. Ana Luisa Arriola Silva – Simposio 28, 2014

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046 Arqueología Histórica: otra manera de hacer Arqueología.

Ana Luisa Arriola Silva

 

XXVIII Simposio de Investigaciones
Arqueológicas en Guatemala

Museo Nacional de Arqueología y Etnología
14 al 18 de julio de 2014

Editores
Bárbara Arroyo
Luis Méndez Salinas
Lorena Paiz

 

Referencia:

Arriola Silva, Ana Luisa
2015 Arqueología Histórica: otra manera de hacer Arqueología. En XXVIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2014 (editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y L. Paiz), pp. 563-572. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

 

Arqueología Histórica: otra manera de hacer Arqueología
Ana Luisa Arriola Silva
Palabras clave
Arqueología Histórica, Arqueología Documental, documentos, archivos.

Abstract
Archaeology has a variety of specialties in which relies to get information on researches to be performed. Whether through fieldwork, laboratory analysis or documentary-historical quest, these allowed to investigate other ways of archaeological science. Among History and Archaeology differences and similarities can be found, but there is a meeting point: the document, with a variety of supports, which carries useful information for both sciences. Historical Archeology has a guide for study, but at this time provides information, another way of doing archeology in which also is related to the history, ethnohistory and documents: documentary archeology.

 

En la recta final de los estudios en la licenciatura en Arqueología se cursa “Teoría e Interpretación Arqueológica”, en donde se obtiene conocimiento de las principales teorías arqueológicas. Luego, durante el desarrollo de preparación de tesis se conocen otras corrientes e inicia la búsqueda de asimilar una teoría con la investigación que se desea realizar. Hay quienes optan por continuar con los lineamientos otorgados en las teorías, algunos otros escogerán ignorarlas o en algunos otros casos se escoge puntos de las diferentes teorías para agruparlas en una sola. En este caso, la Arqueología Histórica fue de utilidad para fundamentar un nuevo planteamiento de investigación. Para esto, es necesario conocer sobre el planteamiento de guía de estudio para la Arqueología Histórica, por tanto se presenta un resumen sobre la posición de ésta.

Arqueología Histórica
Un concepto preciso sobre este planteamiento es difícil de determinar. Como otras teorías, presenta una base y líneas de trabajo para su investigación, además de delimitar el espacio-tiempo.

Para los años ’80 era conocida en Estados Unidos como la Arqueología Prehistórica, como parte del estudio de Antropología y que en sus inicios fue conocida como “historia cultural”, porque estudiaba la evidencia arqueológica de manera superficial. Era la encargada de investigar las “culturas que no habían alcanzado un desarrollo” y que con la llegada de los españoles no aceptaron la nueva cultura que se les otorgaba. Su delimitación cronológica, empieza con la llegada de los españoles a América (1492) y justifica la colonización de los europeos, con el argumento de que los indígenas eran personas incapaces de evolucionar hacia una cultura avanzada (Trigger 1982: 237).
Jorge García Targa (2000: 84) en su documento Arqueología Histórica: planteamientos teóricos y líneas de trabajo presenta tres proposiciones, donde el autor concluye que esta debería llamarse Arqueología Colonial. Entre las definiciones presentadas se encuentran las siguientes:

1) La primera propuesta es de C. E. Orsen y B. M. Fragan, quienes enfatizan su estudio en atención al pasado prehispánico y procuran entender el universo de la vida moderna. Proponen cuatro estadios: colonialismo, eurocentrismo, capitalismo y modernidad. También enfatizan el estudio interdisciplinario entre la Arqueología y Antropología.

2) La siguiente propuesta es de parte de Pedro Paulo Funari, en donde la Arqueología Histórica “estudia la interacción entre dominantes y dominados, letrados e iletrados, en diferentes contextos culturales y cronológicos.” Tiene una mayor incidencia en el aspecto social del desenvolvimiento social y político. Con este concepto marca la división entre el periodo prehispánico y colonial.

3) Y por último, la propuesta de Sebastián López y Sebastián, se basa en los documentos escritos con lo que se puede realizar un análisis histórico de algunos periodos. Su proposición de fuente radica en el de la tradición española, la producción de los indígenas y la manifestación de sincretismo en ambas.

Las propuestas coinciden con la delimitación temporal, tal como lo manifiesta Anthony Andrews (citado por Targa 2000: 89): “Que el inicio de los restos materiales de cualquier periodo histórico después de 1492”. Asimismo, la teoría según Targa presentan tres objetos de análisis: 1) El resultado de estudio arqueológico sobre un yacimiento es único e irrepetible; 2) la información que se obtenga del registro no será la misma y 3) las formas de conocimiento que se puede obtener con una investigación previa como lo es con los documentos escritos y el registro material.
Este último punto es de importancia para el tema de investigación documental antes o después de las excavaciones arqueológicas, haciéndose énfasis en los centros institucionales que conservan y prestan el servicio de consulta documental en nuestro país:
1) Museos Nacionales y Privados.
2) Archivos Nacionales y municipales. Archivo General de Centro América (AGCA), Archivo de la Municipalidad de Antigua Guatemala (AHMAG), Archivo de Gobernación de Quetzaltenango.
3) Archivos privados: Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA), Archivo personal de Edwin Shook.
4) Archivos de Iglesia: Archivo Arquidiocesano “Francisco de Paula García Peláez”, archivos parroquiales.
5) Información obtenida de los informes de excavaciones arqueológicas: Informes de prácticas, Informes finales de proyectos.
6) Bibliotecas Nacionales y privadas.
7) Fototecas

La aproximación a las instituciones que conservan los documentos se inicia en la etapa de estudiante, se profundiza en el tiempo en que se realizan las prácticas requeridas por la universidad, ya sea las de campo o las de gabinete, entre ellas: el análisis de cerámica, el patrón de asentamiento, la conservación y la restauración de bienes, entre otros. Es en este momento en donde se manifiesta la inquietud por conocer otras maneras de contribuir a la Arqueología, en aportar a la investigación información que permita conocer el pasado del hombre, de las comunidades y fomentar una identidad en el país, que al día de hoy desconoce sobre los hechos históricos de su comunidad.

La Historia y la Arqueología fueron consideradas en sus inicios como parte del misticismo, magia y leyendas de culturas ajenas a la civilización; además de coleccionar objetos exóticos que pertenecían a la barbarie, por parte de las sociedades “civilizadas”. En algunos casos, aún se mantiene esta percepción de ambas ciencias.
Por tanto, es necesario estudiar los conceptos básicos, útiles para la comprensión teórica de los diversos autores consultados, para advertir las metodologías y técnicas aplicadas. Esto ha sido un impulso propio por conocer otros aspectos que no se conocieron en el paso de las aulas y que para los tiempos modernos son de interés para la reconstrucción histórica. Para ello, son necesarias las preguntas esenciales en esta investigación ¿Qué se entiende por Arqueología? ¿Qué es Historia? ¿Cuál fue la primera: la Historia o la Arqueología?

E. H. Carr (1979: 32) menciona que la Historia se encarga de interpretar actos y hechos del pasado que ocurrieron en determinados momentos conocidos como épocas o periodos; además de un análisis de los acontecimientos. Para Bruce Trigger (1982: 234), en sus inicios la Historia era considerada como el estudio de los cambios y progresos, fijando su atención en las generaciones de americanos con origen europeo.

La Arqueología se encarga del estudio y comprensión de las culturas antiguas, del pasado del hombre y su desarrollo a través del tiempo, además del análisis de los restos materiales hallados durante las excavaciones. El desarrollo de las sociedades, desde la Arqueología, es evidente gracias a los vestigios culturales, de arte, industriales, arquitectónicos, de patrón de asentamiento y religiosos. En algunos casos, la Arqueología es presentada como “cultura” de hallazgos por medio de sus fuentes escritas, solamente para aparentar un artefacto ante el mundo cuando en realidad conlleva mucho más que una exposición, ya que dichos vestigios contienen información de interés para las investigaciones. Por tanto la Arqueología no debe limitarse solamente a los vestigios culturales, ya que se tienen otras ciencias, métodos y técnicas de apoyo para obtener información.

Algunas ciencias, metodologías o técnicas estrechan la relación entre la Historia y la Arqueología, como la Paleografía, la cual se encarga de la traducción y transcripción de documentos antiguos pertenecientes a la colonización. El aprendizaje de esta metodología, no es atrayente para la mayoría de arqueólogos, principalmente para la realización de investigación histórica. Igualmente, las dos ciencias manifiestan la utilidad de la consulta a los museos y archivos que conservan los documentos en diferentes soportes, como lo explica Oscar Haeussler y Thelma Porres (1998: 33), quienes indican que el documento es el “testimonio de la actividad del hombre fijado en un formato o soporte perdurable que contiene información, siendo entonces un objeto que conserva la huella de la actividad humana, que sirve para dar noticia de un hecho (por ejemplo: una pintura rupestre, una moneda, una lápida, un testamento, un disco, etc.)”.

Por tanto, los vestigios culturales también pueden ser considerados documentos porque el hombre los creó con la necesidad de conservar información sobre actos o hechos de la vida cotidiana. La Arqueología se apoya en la Epigrafía para la interpretación de la escritura Maya, y la Historia se apoya en la Paleografía para la transcripción de los documentos coloniales. La Historia del Arte también es de utilidad para ambas, porque permite un acercamiento a los símbolos representados en esculturas, pinturas, murales y vasijas, que fueron los documentos utilizados por las personas pertenecientes al periodo prehispánico.

En base a la importancia que expresa la Arqueología Histórica, se adhieren otras ciencias para la construcción de una sola Historia apoyada en diversas ciencias, técnicas y métodos. Considerando las aportaciones que brinda la Historia Arqueológica, se tomaron en cuenta algunos puntos presentados, pero principalmente la utilización del documento para obtener información pertinente y se convierte base de la siguiente proposición.

Inclusive para el propio arqueólogo, la reunión de sus notas de campo es un reto, para su conservación y tener la idea de darlo a consulta a las nuevas generaciones de arqueólogos. En algunas oportunidades el arqueólogo se convierte en historiador, al reunir información pertinente en los hallazgos culturales, su investigación histórica y su aportación para la reconstrucción histórica. En este planteamiento, la Historia y la Arqueología coinciden en la fuente común de investigación: el documento. La Arqueología presenta los vestigios culturales como documentos, entre ellos: los murales, la cerámica, las estelas, la escritura jeroglífica, la arquitectura, los códices; la Historia también encuentra en los documentos de archivo, fotografías, periódicos, crónicas, mapas y planos, referencias para su investigación. Es así como surge lo que puede denominarse como Arqueología Documental.

Arqueología Documental
Este análisis surgió a partir de la búsqueda de títulos indígenas en el Archivo General de Centro América para una práctica de gabinete, por parte de la de la Escuela de Historia. Esta búsqueda fue el inicio de una indagación que continúa hasta ahora. Esta presentación es una síntesis de un recorrido personal, como el inicio de otra manera de hacer Arqueología, la cual involucra la Etnohistoria, la Historia y los archivos.

La inspiración para este planteamiento se dio en la realización de la primera práctica de gabinete, llevada a cabo en el Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA), en donde se tuvo acercamiento a pequeñas colecciones documentales que permitieron un acercamiento al “arqueólogo historiador”, al elaborar el inventario del archivo personal de Jorge Guillemín en donde se observó el trabajo multidisciplinario que realizó este arqueólogo para sus investigaciones, con el apoyo de la Etnografía, la Etnohistoria, la Historia y la Antropología. Asimismo, se advierte sobre la importancia de conservar los diarios de campo, no sólo para el proyecto sino para el arqueólogo mismo. Es en estos documentos en donde se resguarda la memoria, la metodología de trabajo, la primera visión que para los arqueólogos es tan importante. Además, de conocer el proceso y desarrollo de las excavaciones, es de apoyo para futuras investigaciones.

Durante este tiempo se conoció sobre una práctica inconclusa, que en lo personal sería una buena experiencia para retomar por alguien interesado. Esta consistía en la recopilación de artículos de Arqueología e Historia en el diario El Imparcial, uno de los periódicos principales de Guatemala. Este periódico publicó una variedad de artículos que hasta ahora se continúan consultando por su valor informativo de la época. Entre los personajes destacados de este periódico se puede mencionar a David Vela, Juan Antonio Villacorta, Carlos Chinchilla, entre otros.

Posteriormente, la experiencia en el Archivo General de Centro América fue fructífera en cuanto al conocimiento de los documentos que albergan información desde la conquista, la colonización hasta el año de 1996 y que son conservados en este archivo.
En base a esta pequeña experiencia, se origina la idea de una nueva teoría, la cual parte de algunos planteamientos de la Arqueología Histórica, y denominar la nueva idea como Arqueología Documental, partiendo del concepto de documento. Todo vestigio cultural encontrado en las excavaciones es un documento porque nos proporciona información de un contexto determinado. Los murales, la cerámica, las estelas, los códices, etc. Cada una de estas piezas representa un testimonio de la persona o personas que lo elaboraron por una circunstancia, necesidad o herencia. Inclusive la escritura Maya es una referencia del desarrollo de esta sociedad, así como los mascarones que se encuentran representados en algunos edificios del Preclásico: como Uaxactun, San Bartolo, El Mirador, entre otros. La expresión arquitectónica en los sitios arqueológicos, consistía como un vocablo popular siendo una manifestación para el conocimiento de las demás personas. Asimismo, el estudio de los símbolos representados en las estelas, murales, pinturas es parte de este análisis.

Esta búsqueda ha permitido conocer la diversidad de documentos prehispánicos, coloniales, republicanos y contemporáneos. El recorrido desde el documento de piedra, como la pintura rupestre, hasta la versión digital del documento que se utiliza en la actualidad, con el cual se cuestiona la conservación de estos documentos digitales y si será perdurables como lo han sido hasta ahora las pinturas rupestres. Pero este estudio no solo pretende conocer sobre la diversidad de documentos, sino el de conocer a los autores de dichas artes, como los escribanos y artistas, por ser personajes que dedicaron gran parte de su vida para el estudio de la elaboración de cerámica, lienzos y códices; como las crónicas o memorias entregadas a las autoridades.

Durante este proceso de aprendizaje se ha considerado pertinente la conservación de los archivos personales pertenecientes a los arqueólogos, principalmente de los diarios de campo. Sus documentos posteriormente se convierten en instrumentos de consulta, de referencia, de guía para las investigaciones que se estén realizando. Un ejemplo de este caso son los archivos personales de Jorge Guillemín, Edwin Shook, José Paredes, Juan Antonio Valdés y Juan Pedro Laporte. A manera de preservar los documentos primarios, ya que resguardan información de interés al gremio de la Arqueología.

La Arqueología estudia una sociedad antigua en base a los hallazgos culturales, los cuales son analizados para obtener información que permita construir la historia que es desconocida para los habitantes más cercanos a dichos sitios. La Historia y la Arqueología comparten el objetivo de estudiar y reconstruir el pasado del hombre, solamente difieren en la metodología y las técnicas utilizadas por cada una para realizar sus estudios (Peralta Flores 2007: 203).

Se propone una línea histórica para la investigación a realizar, en donde el tiempo pareciera el necesario, cuando sucede lo contrario. Esta línea histórica pretende ser de apoyo para el análisis de estudio de los vestigios culturales prehispánicos, coloniales y modernos, por tanto un lugar que es motivo de constante movimiento. Para llegar a esta decisión, fue necesario el trabajo de campo arqueológico, investigación bibliográfica y en archivos históricos. No se encuentra un sitio puro (Peralta Flores 2007: 203), ya que presentan varias temporalidades de ocupación humana, lo que ocasiona que cada una de ellas crea documentos para su necesidad. Esto se puede observar en algunos sitios, lugares en donde se han realizado excavaciones y se registran los hallazgos.

A manera de comprensión de este nuevo planteamiento se presentan dos investigaciones en proceso:
Finca La Chahacra
Ubicado en el Km 42 en la Ruta Nacional 10 que conduce de la Ciudad de Guatemala a la Antigua Guatemala. Se encuentra frente a la Aldea de Santa Inés del Monte Pulciano. En dicha finca se han realizado diversos proyectos de rescate arqueológico, en donde hasta el momento no se ha encontrado el sitio denominado por Edwin Shook como “La Chacra” (Fig.1). La evidencia más conocida son las calaveras colosales de estilo Cotzumalguapa (Fig.2 y 3), fechadas para el Clásico Tardío y Postclásico (Perrot-Minnot 2000: 623), además de los restos de cerámica que están fechados para el Clásico Medio y Clásico Tardío (Cruz Caballeros 2012: 291 – 295).
Asimismo se ha realizado una investigación sobre el periodo colonial, ya que esta área perteneció a la orden religiosa de los Dominicos. Es en ella donde ubicaban su huerto y utilizaban el río como proveedor de agua para riego y alimento, puesto que le proporcionaba pescado. Se cree que es acá donde se le denomina “Chacra”, por las casitas construidas para los mozos que trabajaban en ella. En el Archivo General de Centro América, se encuentran documentos sobre la finca la Chacra. Uno de ellos es el juicio contra la Finca El Cabrejo para el pase del Camino Real hacia la Antigua Guatemala; a pesar de pertenecer a otra finca, nos muestra un pequeño plano y sus alrededores (Fig.4). Asimismo, en el Archivo Histórico Municipal se encontró un mapa de “aguas” de Las Cañas, en donde se puede observar Las Cañas y una parte ocupada por los dominicos (Fig.5).

Posteriormente al terremoto y traslado de la ciudad entre 1773-1778 los dominicos dejan en alquiler dicho territorio. Se desconoce en qué momento se convierte en propiedad privada, en una finca de café. Actualmente se espera realizar un urbanización moderna, al ingreso de la ciudad.

Este sitio nos muestra el desarrollo constante y continuo en un solo sitio por un largo periodo de tiempo. Asimismo se presenta otro caso en el valle de Panchoy.

Las Victorias, Jocotenango, Sacatepéquez
Es un pueblo que se encuentra al noroeste de la Antigua Guatemala. Edwin Shook también elabora una ficha sobre el sitio arqueológico “Las Victorias”. La casa patronal se encuentra hasta el momento y cerca de esta es donde se tienen ubicadas una estela que representa a un guerrero y dos espigas (Figs.6 y 7). Estos también presentan características del estilo Cotzumalguapa. Actualmente, ya no se encuentra evidencia de dicho sitio debido a la urbanización de dicha finca que diera lugar a la Colonia Los Llanos y Colonia Las Victorias.

También se encontró un plano de “aguas” perteneciente a Pamputic (Fig.8). En este plano puede observarse parte de la fachada de la Iglesia y una pequeña fuente. Actualmente, Jocotenango es una pequeña población que abarca aproximadamente 9 km2 y se encuentra habitada la mayor parte del territorio.
Los dos anteriores son ejemplos resumidos y que aún falta por obtener más información para obtener la historia de ambos sitios arqueológicos.

Referencias
Arriola Silva, Ana Luisa
2011 La importancia de los documentos históricos en la investigación arqueológica. Tesis de Licenciatura, Área de Arqueología, Escuela de Historia, USAC, Guatemala.
Barrientos, Tomás (editor)
2010 Índice ilustrado de la colección de fichas de campo de Edwin Shook. Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA). Serviprensa, S.A. Guatemala.
Carr, E.H.
1979 ¿Qué es la Historia? Ciencias Humanas. Editorial Seix Barral, S.A. España.
Cruz Caballeros, Ana Betzabé
2012 Proyecto arqueológico de rescate Finca La Chacra. Informe presentado al Consejo Nacional para la Protección de la Antigua Guatemala.
García Targa, Juan
2000 Arqueología Histórica: planteamientos teóricos y líneas de trabajo. Boletín Americanista 50 : 83-99. Universidad de Barcelona, España.
Haeussler, Oscar y Thelma de Monteagudo
1998 Manual Teórico de Archivos. Serie de Archivos Municipales No. 3. UNESCO, USAC, IIHAA y Escuela de Historia. Guatemala.
León-Portilla, Miguel
2000 El destino de la palabra. De la oralidad y los códices mesoamericanos a la escritura alfabética. El Colegio Nacional y Fondo de Cultura Económica. México.
Peralta Flores, Araceli
2007 Arqueología Histórica. En: Ciudad excavada. Veinte años de arqueología de salvamento en la ciudad de México y su área metropolitana. Coordinador Luis Alberto López Wario, pp 203-225. Colección Científica. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México.
Perrot-Minnot, Sébastien
2002 Las esculturas prehispánicas de la región de Antigua Guatemala. En XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2001 (editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y B. Arroyo), pp. 617-628. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Trigger, Bruce G.
1982 La Arqueología como ciencia histórica. Boletín de Antropología Americana. Teorías, métodos y técnicas en arqueología. s/n: 231-265. México.
Fuentes documentales

Archivo General de Centro América (AGCA )
AGCA A1 Legajo 5371 Expediente 45442
AGCA A1.15 Legajo 3002 Expediente 28,724
AGCA A1.20 Legajo 3030 folios 213 v. – 217v.

Archivo Histórico Municipal de Antigua Guatemala (AHMA G)
Sin clasificación:
Plano de aguas: Las Cañas
Expediente de extensiones territoriales de las fincas ubicadas en Antigua Guatemala
Fuentes hemerográficas

Archivo Histórico Guatemala (CIRMA )
La Morgue. Diario El Imparcial
Históricos. La Antigua Guatemala. Varios de F. Juárez Aragón
Santiago de los caballeros de Goathemala, la tercera capital colonial. Jorge Aguirre Matheu. Diario El Imparcial – 17 de diciembre de 1970. Históricos. Antigua varios 1973, 1974, 1975.
Antigua, la histórica ex metrópoli del Reino. Jorge Aguirre Matheu. Diario El Imparcial – 24 de noviembre de 1961. Históricos. Antigua varios 1973, 1974, 1975

 

Fig.1: Ficha descriptiva de Edwin Shook. Fondo documental Edwin Shook.
Archivo Histórico Guatemala, CIRMA.

Fig.2: Calaveras colosales. Pertenecientes al sitio arqueológico, La Chacra, Antigua Guatemala.

Fig.3: Calaveras colosales. Pertenecientes al sitio arqueológico, La Chacra, Antigua Guatemala.

Fig.4: Juicio contra el dueño de la Finca El Cabrejo. AGCA A1 Legajo 5371 Expediente 45442.

Fig.5: Ubicación de “aguas” del acueducto de las Cañas. Archivo Histórico Municipal de Antigua Guatemala.

Fig.6: Estela estilo Cotzumalguapa. Finca “Las Victorias”, Jocotenango, Sacatepéquez.

Fig.7: Espiga estilo Cotzumalguapa. Finca las Victorias, Jocotenango.

Fig.8: Plano de “aguas” de Pamputic, Jocotenango, Sacatepéquez.