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Lou P., Brenda
1996 Exploraciones arqueológicas en los espacios intersitios entre Yaxha y Nakum. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.29-40. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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EXPLORACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS ESPACIOS INTERSITIOS ENTRE YAXHA Y NAKUM
Brenda Lou P.
Este trabajo presenta los resultados preliminares obtenidos en un estudio de patrón de asentamiento en la región Noreste de Petén, particularmente en un transecto que une los centros principales de Yaxha y Nakum. Estos sitios fueron centros importantes durante el Clásico, interactuando con otros grandes sitios como Tikal, Uaxactun, Naranjo, etc. Numerosos estudios de asentamientos se han realizado en esta parte de Petén, pero es importante reconocer que las investigaciones mediante transectos no son muy comunes debido al tiempo y recursos invertidos y por lo tanto, sus resultados son de considerable valor al proporcionar información de primera mano sobre los asentamientos regionales.
El reconocimiento y mapeo de los sitios arqueológicos en este transecto fueron llevados a cabo durante la temporada de campo de 1994 como parte de las investigaciones intersitios que realiza el programa de Arqueología Regional, coordinado por la arqueóloga V. Fialko. Además del transecto entre Yaxha y Nakum, ya concluido, se están realizando otros dos, uno que sale de Yaxha hacia Naranjo y otro que va de Nakum a Tikal/Uolantun (Figura 1). El primero de ellos alcanzará un largo de 20 km y sólo ha sido cubierto en un 20%, mientras que el Nakum-Tikal, con un largo de 21 km, ha sido recorrido en un 80%.
Este proyecto de estudios intersitios surge de la necesidad de aumentar los conocimientos acerca de la forma de organización social de la población campesina que habitó en la periferia de los sitios primarios en la región en cuestión. Los resultados podrán compararse con otros estudios de asentamiento para conocer patrones de similitud o diferencias en cuanto a la distribución de los sitios en los diversos microambientes que conforman la región del Noreste de Petén, así como la forma en que estos patrones se alteran o no a través del tiempo. Entre los objetivos primordiales que se pretenden alcanzar está el conocer la forma en que se agrupan las estructuras en los espacios intersitios, cómo es la distribución sobre el terreno y su relación con los centros mayores, en este caso Tikal, Yaxha, Nakum y Naranjo.
Reconocimientos en el centro y este del área Maya dieron inicio con el trabajo pionero de Alfred Tozzer (1913); le siguieron W.R. Bullard (1960), Dennis Puleston (1983) quien ya usó metodología de muestreo mediante brechas, con un transecto entre Tikal y Uaxactun; después siguieron las brechas realizadas dentro del parque Tikal por el proyecto Área de Sostén del Proyecto Tikal de la Universidad de Pennsylvania (Fry 1969); usando metodología de transectos, A. Ford exploró los intersitios entre Tikal y Yaxha (1981a, 1986) y en el sitio El Pilar, en Belice (1993); los Rice hicieron transectos cortos (1990, 1993) en los alrededores de las lagunas de Yaxha y Sacnab, sin intención de conectar centros mayores entre sí.
En relación al transecto que realizamos entre Yaxha y Nakum, una de las principales modalidades en el diseño fue el que cruzase por toda índole de diversidad ambiental y microambiental, por lo que al hacerlo en línea recta uniendo a los dos sitios no se hubiese cumplido con ese propósito, debido al bajo La Justa que ocupa gran parte de esa área (Figura 2). Por esto mismo, el transecto se origina en la plaza Maler de Yaxha (no lejos de donde concluyó el de Ford), con una orientación noroeste y sigue así sin mayor variación hasta el km 6+475, donde se desvía exactamente hacia el norte para intersectar el otro transecto que de Nakum parte hacia Tikal/Uolantun. Esta estrategia se hizo con el fin de obtener una muestra representativa de diversos rasgos culturales en diferentes microambientes, así como de recabar datos cronológicos por medio de excavaciones en sitios seleccionados para observar cambios de distribución a través del tiempo.
Los sondeos se concretaron a pozos de prueba para recolectar material cerámico y definir la cronología de ocupación de cada sitio; las excavaciones efectuadas por depredadores en montículos de prácticamente todos los sitios, han resultado irónicamente útiles en la comprobación de la función de algunas de las estructuras.
El transecto entre Yaxha y Nakum, así como los otros dos, tiene un ancho de 0.5 km; la principal línea de conducción, un sendero de aproximadamente 2.5 m de ancho, fue trazado por un equipo de topógrafos, quienes a la vez colocaron una serie de estacas cada 25 m, a partir de las cuales se efectuaron los recorridos hacia cada lado del transecto por una distancia de 250 m, en busca de cualquier rasgo o vestigio arqueológico propenso a ser registrado y mapeado.
Las técnicas de recolección de datos en el campo incluyen un recorrido intensivo a todo lo largo y ancho del transecto, mapeando en un 100% todo rasgo arqueológico detectado, entre los que se incluyen montículos y chultunes aislados, así como canteras.
GENERALIDADES DEL TRANSECTO Y DEL MEDIO AMBIENTE
El transecto Yaxha-Nakum (Yx-Nk u Op.2, como también se le llama), tiene un largo de 12.5 km y un ancho promedio de 0.5 km. De los 12.5 km, 3.4 km (o una cuarta parte) lo constituyen áreas de bajos donde no se encontraron vestigios arqueológicos, mientras que el resto, es decir 9.1 km lo conforman áreas de planada o de montaña alta. En total, el transecto cubre un área de 6.2 km², el área de bajo es de 1.7 km² y el área de montaña con ocupación, 4.5 km².
El ambiente natural de casi la primera mitad de este transecto lo constituyen áreas de bajos. El primer sitio, La Jugada, se halla aún en la parte de serranía que corresponde al lugar donde está asentado el sitio de Yaxha. El bajo, de tintal, se ve interrumpido a medio camino por unos cerros calizos, pero desciende de nuevo a los bajos hasta un poco antes del km 6; después, el terreno es plano (llamado también planada, como es conocido localmente), casi de transición entre el bajo y la serranía. Empiezan a encontrarse sitios desde 6+175, desde donde empieza a ascender el terreno.
El mapeo desde esta parte en adelante continúa entre el medio ambiente de montaña que caracteriza a la región. Arboles altos y de buena madera la mayoría, junto con plantas decorativas y algunas de gran crecimiento y de tronco leñoso (escobo y botán). Este paisaje de serranía no cambia sino hasta después de los 9.5 km, en que predomina el escobo entre la vegetación. Aproximadamente después de 10.800 km, la vegetación se transforma a una de ambiente ribereño, con abundancia de ramazones y bejucos. El transecto cruza la cuenca del río Holmul en el km 10.950, continuando en la ribera norte con el bajo Infiernillo o bajo inundable, de vegetación baja y rala, en terreno bajo, caluroso y húmedo, con árboles de ramas y hojas muy finas, entre los que se encuentran el chilonche, con chechen negro y algunos tintos.
Desde el km 11.425, la vegetación cambia a un monte más alto, con árboles grandes, haciendo el ambiente más fresco, encontrándose mayor cantidad de tintos, zapotillos y guanos mezclados con arbolillos delgados y finos (cordoncillo); también hay árboles de pijel y algunos chicos. El terreno empieza a elevarse un poco. En el km 11.925 ya cambia la vegetación a la de montaña propiamente, aunque el terreno es de planada. Esta operación se intersecta con el transecto Nakum-Tikal (Nk-Tk), en un terreno de serranía.
RESULTADO DE LOS TRABAJOS
Un total de 27 sitios arqueológicos fueron mapeados en este transecto, donde todos pueden agruparse como residenciales, algunos de ellos con funciones rituales. Todos los sitios fueron encontrados en terrenos elevados, como en la cima o pendientes de cerros calizos o planadas con vegetación de montaña alta. En el área de 4.596 km ocupada por restos arqueológicos, se registra una densidad promedio de 6 sitios por km. Un aspecto que ya ha sido detectado en trabajos previos de reconocimiento y mapeo en la región, es que las áreas de bajos parecen haber sido evitadas para propósitos habitacionales.
ASENTAMIENTO Y CRONOLOGÍA
Lamentablemente, la cronología del asentamiento no ha sido completada debido a que los trabajos de excavación, que continúan a las actividades de mapeo, se han visto interrumpidos por factores tales como el clima y los trabajos en otros transectos, por lo que los siguientes datos proporcionados no deben tomarse como la última palabra. Unicamente en nueve sitios se han realizados pozos de sondeo (es decir, un 33% de los sitios registrados), que muestran un rango de ocupación que va del Preclásico Medio al Clásico Terminal. La mayor presencia se registra para el Clásico Tardío, seguido de sitios con ocupación del Clásico Temprano. Otro resultado de las excavaciones es observar que los sitios con el mayor tiempo de ocupación son Anidado y Chapulines B, pues el primero revela cerámica del Protoclásico hasta el Clásico Tardío, mientras que el segundo tiene evidencia durante todo el período Clásico (Temprano a Terminal).
Una parte importante en el análisis del asentamiento lo constituye el formular jerarquías de sitios en base al número de estructuras, su distribución, funcionalidad y tamaño dentro del agrupamiento y la ubicación de los mismos.
Una característica de lo descubierto con los trabajos de mapeo en este transecto es la poca variabilidad en rango de sitios, pues todos lo constituyen grupos residenciales.
ESTRUCTURAS AISLADAS
Dentro de la literatura de asentamientos Mayas, estas estructuras solitarias han sido llamadas «estructura pequeña», «plataforma» o «montículo de casa» (Rice y Puleston 1981:137) y de estas se cuentan con cinco casos (18.5%) diseminados a todo lo largo del transecto (Figura 3). Pequeñas y bajas la mayor parte de ellas, por lo general se encuentran relativamente alejadas de otros agrupamientos de montículos y se localizan sobre pequeñas elevaciones o áreas planas del terreno. Aunque se desconoce su función, posiblemente constituyeron pequeños adoratorios o la vivienda de una familia nuclear. También podría asumirse que no estuvieran aisladas, sino que serían lo más sobresaliente en el terreno sobre otras estructuras menos conspicuas, mejor conocidas como «no visibles» o «escondidas».
CONJUNTO DE ESTRUCTURAS (FIGURA 4)
Esta categoría es la más abundante en los resultados de los reconocimientos regionales en el área Maya. Varios factores sociales se conjugan para crear una mayor complejidad reflejada en el tamaño y forma de los grupos residenciales mapeados: la posición social de los grupos de parentesco, el acceso a riquezas, la especialización artesanal y el aspecto religioso y socio-político de una comunidad (Rice y Puleston 1981:141). En alguna medida, tales factores pueden ser conocidos al investigarse los sitios, por lo que puede inferirse la organización y posición social de los antiguos residentes (Becker 1973:397).
En el Cuadro 1 se encuentran los resultados de la cantidad de estructuras por sitio y la cantidad total de estructuras, que es de 94. Los mayores porcentajes lo constituyen los conjuntos con más de dos estructuras, que son 22 sitios o un 81.5%, que pueden clasificarse como sigue: 18 sitios (74.1%) están compuestos de 2 a 5 estructuras. Este nivel de complejidad, mayor que el de la estructura individual ha sido interpretado como el lugar de habitación de familias extendidas, al crecer en cantidad los miembros de una familia nuclear. Estos grupos residenciales son bastante similares a los reportados por William R. Bullard en su reconocimiento de la misma área que comprende el presente proyecto (Bullard 1960:357-359). Los «grupos», «compuestos» o «plazuelas», como también se les conoce, se pueden dividir en formales o informales (Rice y Puleston 1981:140). De los primeros, 18 sitios lo conforman, pues sólo dos sitios son informales, es decir, no presentan un arreglo en el terreno donde defina un espacio cerrado o patio.
Un mayor nivel de complejidad son los agrupamientos con más de seis montículos por sitio, de los cuales únicamente se registraron tres (7.4%).
En un intento por clasificar los grupos de estructuras en Tikal, Marshall J. Becker (en Rice y Puleston 1981:141-2) formuló un listado de agregados según la configuración y características de los montículos alrededor de un patio, los cuales llamó planes de plaza, numeradas de uno a seis. Contrastando esta clasificación con los resultados obtenidos en el transecto, se puede observar que se tiene al menos dos de los planes de Becker.
La más notable es la presencia de los llamados Patrón de Plaza 2 (PP 2), que consiste en grupos habitacionales con una estructura particular destinada para funciones rituales (Becker 1986:9). Se identificaron 12 de estos posibles sitios con un pequeño templo en su lado este (el de uso ritual), constituyendo un 44% del total de sitios, los cuales se encuentran entre el km 6 hasta el final del transecto, es decir, en donde se localiza la mayor concentración de vestigios mapeados (Figura 5). El lado este, punto cardinal importante dentro del pensamiento religioso prehispánico, está relacionado principalmente con la salida del sol o el amanecer de la vida. La única excepción al ordenamiento usual del PP 2 con el templo al este lo presenta el sitio Anidado, pues su pequeña estructura ceremonial se localiza al sur del patio. De estos ocho sitios con templo, siete cuentan con una cantidad que va de cuatro a nueve estructuras, quedando únicamente el sitio Malerio con una cantidad mínima de tres. Mayor número de estructuras implica también una mayor área a ocupar: la menor área ocupada es de 0.44 hectáreas y la mayor, de 2.1 hectáreas.
Como se mencionara, los sitios se encuentran ubicados en terrenos elevados, cuyos suelos garantizaron que no se anegarían durante la época de lluvias. Si los grupos se encuentran en la cima de las colinas, éstas fueron niveladas para colocar las estructuras, pero en algunos casos se puede observar a simple vista que una plataforma basal fue construida total o parcialmente sobre el terreno para sostener y limitar el área ocupada por los grupos residenciales. Un total de 14 sitios presentan este tipo de basamento en tanto que en el resto, sólo excavaciones confirmarán la presencia de algún rasgo arquitectónico de sostén o nivelación. Las plataformas basales van desde los 50 cm hasta los 2 m de altura, predominando la planta rectangular sobre la cuadrangular.
A pesar de no haberse ocupado para vivir las áreas de bajos, es posible observar que los sitios se concentran en mayor cantidad en las proximidades de los bajos o cauces de ríos, debido principalmente a la más fácil obtención del vital elemento para la sobrevivencia humana, el agua.
Algunos bajos constituyen fuentes importantes de recursos básicos como lo son el agua y tierras para el cultivo. Se considera que la distancia ideal dentro de la que puede disponerse de los recursos básicos entre las comunidades agrícolas es de 5 km (Clarke 1977:163). Esta afirmación permite discutir la posibilidad de cultivos temporales en áreas inundables, pues mientras que en invierno era factible el sembrar en las laderas de los cerros, en verano lo era también en los bajos por la cantidad de humedad que se preservaría en el suelo. Esta proximidad de los sitios cerca de las áreas de bajos y ríos fue reportada con anterioridad por Bullard (1960:365).
La distancia a la que se encuentran dispersos estos grupos residenciales de sitios como Yaxha o Nakum, muestran la alta densidad demográfica en el Clásico para esta región, ocupándose prácticamente las áreas con mejores condiciones para vivir. Sin embargo, hay que considerar que estos asentamientos rurales debieron estar bajo el control de algún sitio principal. Fronteras naturales han sido propuestas para delimitar los alcances políticos de cada centro principal, así como teorías territoriales basados en distancias promedio o evidencias epigráficas relacionadas a glifos emblema. Sin embargo, se hace necesario considerar además, rasgos como diferencias en la cerámica, orientación y distribución de los sitios, rasgos arquitectónicos y constructivos, para manejar mejor una concepción de fronteras intersitios.
RESUMEN Y COMENTARIOS
Lo obtenido en este transecto revela un patrón de estructuras domésticas diseminadas en el área entre dos centros ceremoniales principales, Yaxha y Nakum. Un requisito indispensable sería la cercanía a suministros básicos como el agua y buenas tierras para cultivo. El transecto Yx-Nk pasa por algunos de los ambientes típicos del Noreste de Petén: bajos y serranías, e incluso cruza a través del río Holmul, seco en época de verano.
Esta variación ambiental se relaciona con el asentamiento detectado durante los recorridos. La densidad de los sitios se concentra principalmente en las áreas de serranía, existiendo una aparente relación entre la cantidad de los sitios agrupados y las proximidades a fuentes de agua (Figura 2).
Es interesante observar cómo los grupos tienden a concentrase en el área alta inmediatamente al norte de un bajo o río, mientras que en el sector intermedio el asentamiento tiende a disminuir por factores aún no bien establecidos.
No se localizó ningún centro ceremonial menor o mayor como los reportados por Bullard (1960:359-362) o Ford (1986:38) en sus reconocimientos (lo cual no invalida la posibilidad que exista en otro lugar no alcanzado por los recorridos), por lo que sólo se pudo llegar a analizar los grupos residenciales, comparándolos entre sí y con los de otras investigaciones similares. Los componentes van de un rango de una a nueve estructuras, siendo las más abundantes los compuestos de uno a cuatro montículos. Las mayores concentraciones se presentan en las cercanías del bajo o en ambas márgenes del río Holmul, con pocos y menos complejos sitios entre estos dos sectores.
Estos sitios pudieron abastecerse de agua mediante la construcción de aguadas artificiales, las cuales no fueron detectadas en estos trabajos. Tales aguadas aún son hechas por familias contemporáneas en la región. Es interesante observar que de los cinco chultunes aislados que se mapearon, cuatro se localizan en los sectores más alejados de los bajos, entre los km 7 y 9.
Los sitios de PP 2 tienden a estar diseminados a lo largo de todo el terreno habitable recorrido. Estos conjuntos habitacionales/religiosos muestran la condición social de sus ocupantes, con una concepción ideológica basada en la religión de parentesco con algún ancestro que legitimiza la posición de la familia dentro de su comunidad. Su presencia en los asentamientos de otros sitios del área Maya, como Copan y Quirigua, reflejan un patrón específico en las áreas residenciales (Becker 1986:15-17).
Otro resultado importante obtenido con este transecto es la evidente falta de asentamiento en terrenos de bajos. Se pudo comprobar durante los trabajos de recorrido la pesadez del ambiente y lo árido de los suelos en lo más culminante del verano. Por otro lado, según trabajadores de la zona, el nivel del agua durante la época lluviosa puede alcanzar alturas arriba de la rodilla.
A pesar de las limitaciones de los trabajos de excavación, con los datos hasta ahora obtenidos puede presentarse alguna información muy preliminar de los períodos observados, tendiente a completarse cuando las excavaciones sean concluidas totalmente en los próximos trabajos de campo. Puede inferirse que el área entre Yaxha y Nakum tuvo una larga ocupación principiando desde el Preclásico Medio, con un aumento sustancial de población para el Clásico.
El trabajo en brechas o transectos que conectan centros importantes permite la obtención de diversos datos culturales y ambientales, los cuales pueden categorizarse y examinarse para contrastar con otros asentamientos intersitios, permite mejor comprensión y conocimiento de las variables sociales involucradas en la configuración de los patrones de asentamiento. Las técnicas de trabajo, que incluyen reconocimiento, mapeo y excavaciones o recolecciones de superficie de rasgos arqueológicos, suministran al arqueólogo información que permiten una mejor comprensión y conocimiento de las variables sociales involucradas en la configuración de los patrones de asentamiento.
CUADRO 1
estructuras
sitios
%
1
5
18.5
2
4
14.8
3
6
22.2
4
5
18.5
5
4
14.8
6
1
3.7
8
1
3.7
9
1
3.7
Total
27
99.9
Figura 1 Región Noreste de Petén
Figura 2 Línea del transecto Yaxha-Nakum
Figura 3 Estructuras aisladas
Figura 4 Sitios agrupados
Figura 5 Sitios con patrón de plaza 2
REFERENCIAS
Becker, Marshall J.
1973 Archaeological Evidence for Ocupational Specialization among the Classic Period Maya at Tikal, Guatemala. American Antiquity 38 (4):396-406.
1986 El Patrón del Asentamiento en Tikal, Guatemala, y otros Sitios Mayas de las Tierras Bajas: Implicaciones para el Cambio Cultural. Mayab 2:7-20. Sociedad Española de Estudios Mayas, Madrid.
Bullard, William R.
1960 Maya Settlement Pattern in Northeastern Petén. American Antiquity 25 (3):355-372.
Clarke, David L. (editor)
1977 Spatial Archaeology. Academic Press, New York.
Ford, Anabel
1981 Conditions for the Evolution of Complex Societies: Rise of the Central Lowland Maya. Tesis Doctoral, University of California, Los Angeles.
Fry, Robert E.
1969 Ceramics and Settlement in the Periphery of Tikal, Guatemala. Tesis Doctoral, University Microfilms, Inc., Ann Arbor.
Puleston, Dennis E.
1983 The Settlement Survey of Tikal. Tikal Report No.13. University Museum, Monograph 48. University of Pennsylvania, Philadelphia.
Rice, Don S. y Dennis Puleston
1981 Ancient Maya Settlement Patterns in the Peten, Guatemala. En Lowland Maya Settlement Patterns (editado por W. Ashmore):121-156. A School of American Research Book, University of New Mexico Press, Albuquerque.
Tozzer, Alfred M.
1913 A Preliminary Study of the Prehistoric Ruins of Nakum, Guatemala. Memoirs of the Peabody Museum of American Archaeolgy and Ethnology, Harvard University, Vol.5, No.3. Cambridge.