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Demarest, Arthur A. y Juan Antonio Valdés
1996 Nuevos análisis e interpretaciones del colapso de la civilización Maya en la región de Petexbatun. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.186-190. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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NUEVOS ANÁLISIS E INTERPRETACIONES
DEL COLAPSO DE LA CIVILIZACIÓN MAYA EN LA REGIÓN DE PETEXBATUN
Arthur A. Demarest
Juan Antonio Valdés
En Junio de 1994, el Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun completó su sexta y última temporada de investigaciones de campo. Sin embargo, desde entonces el numeroso equipo de científicos del proyecto continuó trabajando para completar el análisis de laboratorio, evaluaciones estadísticas, mapas distributivos e interpretaciones. Dicho proceso de evaluación y análisis de información arqueológica y ecológica continuará por lo menos por un año más. Sin embargo, algunos Subproyecto están finalizando sus estudios y ya se prepara la publicación de la primera de las 19 monografías sobre los resultados del proyecto.
En este trabajo queremos presentar los datos más recientes de los nuevos resultados de los análisis de laboratorio y las últimas interpretaciones de los diversos Subproyecto.
El Subproyecto de Ecología, bajo la dirección de los geógrafos Nicholas Dunning y Timothy Beach, ha podido completar en meses recientes el análisis y fechamiento de radiocarbono de núcleos de polen del lago Tamarindito, en el corazón de la región Petexbatun. También han completado el estudio e interpretación de los rasgos naturales y agrícolas de la región. Sus conclusiones contradicen algunas interpretaciones anteriores acerca de que los sistemas de campos elevados cubrían la mayoría de las Tierras Bajas de la región Petexbatun. Sus núcleos de polen y la evidencia de campo también contradicen el punto de vista de que la intensificación sin cuidado del sistema de quema y roza durante el Clásico Tardío conllevó a la deforestación ecológica y al colapso en Petexbatun.
En cambio, los análisis de los ecologistas indican que los Mayas implementaron allí, de manera cuidadosa, diferentes técnicas de campo para incrementar gradualmente la agricultura durante el Clásico Tardío, con el lento y gradual depósito de erosión en las lagunas locales. En las laderas más empinadas y también en la base de las pendientes bajas, también usaron terrazas simples pero efectivas, complementadas por el uso de campos elevados en pequeños lagos y pantanos, huertos hundidos, utilización extensiva de los jardines en áreas habitacionales y un uso muy cuidadoso del sistema de roza. De hecho, Dunning y otros miembros del Subproyecto Ecológico consideran que el sistema de agricultura Maya no explica el colapso. Al contrario, su complejo sistema de manejo ecológico es un excelente modelo para la colonización moderna de la selva.
Además los núcleos de polen, caracoles, estudios isotópicos, etc, no indican evidencia de cambios rápidos de clima o sequía, como se argumenta en estudios recientes en Calakmul. Tampoco han encontrado evidencia de deforestación masiva ocasionada por la agricultura de los siglos VIII y IX, como se ha determinado por Rue y otros en el valle de Copan.
Análisis e interpretaciones de nutrición, paleo-osteología, fauna y paleo-patología por Wright, Lentz y Emery, concuerdan con los hallazgos del grupo de ecologistas ya que han encontrado poca evidencia que indique disminución de fauna o alteraciones de la flora. El estudio osteológico realizado por Wright ha demostrado que la nutrición Maya en Petexbatun y en la gran región del Pasión, no conllevó a ningún cambio radical en el periodo Clásico Tardío o Terminal. Wright tampoco ha encontrado evidencia que sugiera un incremento de enfermedades. Además, los estudios osteológicos argumentan en contra de las interpretaciones anteriores de que el colapso en el Pasión fue causado por invasores foráneos, supuestamente identificables por sus restos óseos y por su tipo de práctica funeraria.
Otro subproyecto enfocado en los procesos generales de la región es el análisis cerámico a cargo de Antonia Foias y los estudios asociados de activación de neutrones y de composición de Ronald Bishop.
Foias ha identificado los tipos y modos específicos que distinguen a las facetas de la cerámica del siglo VIII, entre el 760 y 830 DC, que corresponden al periodo de guerra endémica subsiguiente a la caída de Dos Pilas en el 761 DC y anteceden la introducción de los tipos Naranja Fino del Clásico Terminal. Esta cronología cerámica, junto con las excavaciones extensivas en toda la región, ha permitido definir la decadencia de cada centro durante ese periodo, principiando con la caída de Dos Pilas, seguido por el asedio y abandono de Aguateca, etc. Con base en el análisis cerámico, Foias ha logrado distinguir que la única ocupación mayor del Clásico Terminal en Petexbatun, corresponde al centro peninsular masivamente fortificado de Punta de Chimino.
Aunque faltan varios meses para que se concluyan los estudios de activación de neutrones y de composición de materiales de Petexbatun, a cargo de la Institución Smithsonian, a la fecha, sus resultados preliminares también contradicen interpretaciones anteriores de los proyectos de la Universidad de Harvard en Ceibal y Altar de Sacrificios, en las cuales se propone que la cerámica del Clásico Terminal y el fenómeno del colapso están asociados con una invasión foránea. A su vez, la cerámica diagnóstica del Naranja Fino, que entra en la región circa 820-830 DC, fue definitivamente producida con barro local de la región del Pasión.
Es interesante que sea durante el periodo anterior, cuando ocurren las guerras endémicas en Petexbatun entre 760-820 DC, que parece ser introducida la vajilla Chablekal Gris, directamente de la región del Usumacinta hasta el lejano oeste. Sin embargo, la introducción de la vajilla Chablekal Gris representa un cambio en el patrón comercial, no migraciones o invasiones. Luego del 830 DC, el Clásico Terminal parece representar nuevamente un periodo de regionalización y reducción de los contactos a larga distancia, en vez de una época de incremento de influencias foráneas. En cualquier caso, alrededor del siglo IX, la población del Clásico Terminal estaba reducida a una pequeña fracción de los niveles previos y, hasta el momento, en toda la región Petexbatun sólo se han descubierto tres o cuatro áreas habitacionales que se fechan para el principio del periodo Postclásico Temprano.
Otros dos subproyectos, el de Sistemas Defensivos Regionales y el de Patrones de Asentamiento, han recuperado evidencia más específica del papel de la guerra en el colapso de Petexbatun. Esto se observa en los sistemas de fortificaciones y la evidencia material de guerra y destrucción en los sitios Dos Pilas, Aguateca, Punta de Chimino y otros centros que han sido mencionados previamente.
Apenas se acaban de completar los mapas finales de una docena de pequeñas fortalezas en la cima de cerros, las que fueron excavadas por José Suasnávar, Claudia Wolley, Matt O’Mansky y otros, durante la última temporada del proyecto. Estos centros, más la distribución de las terrazas, confirman que la guerra y la defensa había empezado a condicionar, casi como factor único, la colocación de los sitios hacia el siglo VIII. Asentamientos defensivos fueron colocados sobre las escarpas y cimas de los cerros, a pesar de la falta de recursos tales como el agua y la presencia de suelos extremadamente delgados. Numerosas terrazas fueron acomodadas en terrenos muy difíciles cerca de empinadas escarpas defensivas.
De igual significado son las nuevas estimaciones demográficas de la zona tierra adentro del Transecto 4, mapeado y excavado durante la temporada de 1994. El conteo de las unidades habitacionales, seguido por varias estimaciones etnográficas de individuos por montículo, indica una estimación demográfica mucho más alta cerca de los cerros fortificados y una población casi inexistente en las áreas planas y no defendibles.
Los nuevos datos demográficos también incluyen estimaciones realizadas por Joel Palka y Takeshi Inomata, con base a datos derivados de las investigaciones de las casas en Dos Pilas y residencias de élite en Aguateca, respectivamente. En general, los resultados de estas investigaciones muestran que las estimaciones anteriores de demografía Maya han sido exageradas y específicamente, que las estimaciones demográficas anteriores del mismo Proyecto Petexbatun, derivadas de estudios de patrones de asentamiento por Thomas Killion y Dirk Van Tuerenhout, fueron demasiado elevadas. Una razón para dicha exageración del tamaño poblacional es que todos los transectos anteriores cubrían la orilla de la laguna y la región de la escarpa, la cual ahora sabemos, fue el área de mayor densidad ocupacional debido a sus suelos, terrazas y a la localización defendible de la mayoría de los sitios a lo largo de la escarpa y la laguna. Como ya se ha indicado, el nuevo transecto (No.4) muestra una baja densidad poblacional en áreas planas, no defendibles de tierra adentro.
Una segunda distorsión de la anterior estimación poblacional fue ocasionada por la suposición errónea de que todas las plataformas fueron ocupadas durante el periodo Clásico Tardío. Las excavaciones del Transecto 3, realizadas por O’Mansky, Sunahara e Hinson, así como el análisis cerámico hecho por Foias, demuestran que la superficie de la zona investigada por este transecto indica una ocupación del periodo Preclásico. Otras ocupaciones significativas durante la esfera cerámica Chicanel, fueron identificadas en la superficie de estructuras en Aguateca y Punta de Chimino. Así, se considera necesario aplicar un factor de proporción de plataformas para estimar la ocupación del Clásico Tardío, ya que parece haber bastante estratigrafía horizontal en Petexbatun.
Un tercer factor novedoso en las estimaciones demográficas, se basa en los estudios de contextos domésticos de Dos Pilas y Aguateca hechos por Palka e Inomata, respectivamente. Ambos indican que es el grupo de plaza y no las plataformas individuales, la unidad apropiada para la estimación de la ocupación de una familia. Si esto es correcto, estos estudios sugieren que hemos sobreestimado las poblaciones Mayas, no solamente en Petexbatun, sino en toda el área Maya.
En conjunto, la conclusión de estas tres modificaciones de las estimaciones poblacionales para la región Petexbatun es que la presión demográfica durante el periodo Clásico Tardío debió ser menor de lo que una vez se pensó.
Mientras tanto, tres estudios enfocados en la exposición horizontal han proporcionado una perspectiva detallada de la vida Maya en la víspera del colapso. La tesis doctoral de Palka acerca de la organización social, estuvo basada en el estudio de más de 400 estructuras residenciales y depósitos asociados de Dos Pilas. La conclusión de Palka es que la sociedad Maya tuvo varios niveles sociales traslapados, sin tener una jerarquía rígida o estratigrafía social elaborada como varios investigadores consideraban previamente. En Aguateca, Takeshi Inomata ha completado el mapa y el estudio estadístico de las estructuras abandonadas y quemadas en el momento de la caída del centro, alrededor del 800 DC. Sus estudios brindan información sobre el orden de la vivienda, división sexual del trabajo y demografía de las familias Mayas de la nobleza.
En otro estudio, basado en extensas excavaciones horizontales hechas por Claudia Wolley, Kim Morgan, Irma Rodas, Fernando Luin y Arthur Demarest, se está completando con detalle la reconstrucción de la vida diaria en el último palacio real de Dos Pilas. Como mencionamos el año pasado, hemos excavado más de 800 m horizontales, exponiendo el palacio real que quizá fue ocupado por el Gobernante 4 y por su familia extensa entre el 740 al 761 DC. Excavaciones, mapas detallados y la reconstrucción presente, están siendo ayudados por el trazo por medio de computadora, así como por el trabajo artístico Luis Fernando Luin.
Todos estos elementos están proporcionando una visión detallada de la función de las estructuras, planificación del sitio, rituales detallados y diferenciación social. Algunas de las funciones identificadas para las estructuras del palacio, incluyen el control de la entrada y salida de una calzada, estructuras para presentaciones reales frente a la entrada, el cuarto de trono, residencias reales, cocina, tumbas, una pirámide funeraria que sigue un estilo originario de Tikal y un oratorio sellando una cueva. El grupo entero está cuidadosamente alineado con pasajes de cuevas subterráneas como fue predicho por James Brady, director del Subproyecto de Cuevas. Se espera que nuestra imagen de la vida y política en Petexbatun en el Clásico Tardío, sea más completa luego de la conclusión de los análisis de los resultados de excavaciones similares realizadas por Juan Antonio Valdés, Héctor Escobedo y otros en residencias comunes y palacios reales de Tamarindito y Arroyo de Piedra.
También debe mencionarse el estudio hecho por Morgan y Demarest de una extensiva ocupación del Clásico Terminal en Punta de Chimino, que incluye una gran cancha de juego de pelota. Esta investigación deberá proporcionarnos una perspectiva precisa del modo de vida del pequeño porcentaje de sobrevivientes de la guerra endémica de finales del siglo VIII. Asimismo, en ese sitio las excavaciones supervisadas por Morgan revelaron un área de ocupación del Postclásico que define un nuevo subcomplejo cerámico. La importancia de este tema radica en que el área de pescadores y cazadores de Punta de Chimino representa la última aldea en la región.
Finalmente, es necesario comentar algunos cambios en las interpretaciones más generales del proyecto sobre la guerra y la política en relación con el colapso Maya. A la luz de los nuevos descubrimientos epigráficos de Martin, Grube y Schele, nos hemos visto forzados a revisar nuestras interpretaciones teóricas e histórico-culturales. Un amplio conjunto de evidencia epigráfica procedente de varios sitios demuestra que durante los siglos VI y VII los megacentros de Tikal y Calakmul se encontraban en guerra y que por su conflicto, orquestaron grandes alianzas con otros centros. El linaje secundario de Tikal que reinaba en la región Petexbatun se alió con Calakmul para defenderse de sus parientes y rivales de Tikal. La expansión del reino Petexbatun de Dos Pilas debe concebirse ahora como un fenómeno iniciado, al menos parcialmente, por esta gran guerra «global» en las Tierras Bajas Mayas Centrales. Así, el militarismo de Dos Pilas y sus batallas con Tamarindito y otros centros podrían entenderse ahora, hasta cierto grado, como guerras ocasionadas por influencias externas a la región Petexbatun.
Este nuevo marco de interpretación puede proporcionar una pista para el entendimiento de las razones por las que la guerra en Petexbatun durante el siglo VIII, se tornó tan destructiva y, desde una perspectiva evolutiva, tan inadaptada. Aunque es ampliamente aceptado que una institución como la guerra está «culturalmente inmersa» y que a través de los siglos puede adaptarse de manera racional a los límites ecológicos y requerimientos económicos de la sociedad y su medio ambiente, cuando su origen se deriva de poderes foráneos -cuyos objetivos y métodos tienen poco que ver con los parámetros locales-, puede apartarse de los intereses y necesidades locales de la población de la región. Es, en estos casos, que la guerra puede escalar hasta alcanzar un ciclo de destrucción masiva para la economía y el medio ambiente, seguido de un fraccionamiento en entidades socio-políticas cada vez más pequeñas y agresivas.
En tiempos recientes, hemos sido testigos de procesos de guerra de este tipo. La influencia de superpoderes distantes ha conducido a guerras regionales y fragmentación socio-política, en lugares tales como Somalia Yugoslavia y, durante las décadas previas, en el sureste de Asia. Entonces, es posible que la aparente irracionalidad y desastroso resultado de las guerras en Petexbatun, pueda ser atribuido de manera parcial a elementos externos que quizá instigaron y sostuvieron las fases iniciales de estos conflictos.
Así, después de un año de estudios de laboratorio, interpretación y análisis estadístico, los subproyectos del Proyecto Arqueológico Regional Petexbatun se acercan a las consideraciones finales sobre la naturaleza de los aspectos más relevantes de la sociedad Maya en la región antes, durante y después de la breve época de guerra y desintegración política acontecida a finales del siglo VIII, fenómeno que conllevó al virtual abandono de la región a principios del siglo IX. Cuando cada uno de los numerosos especialistas e investigadores del proyecto hayan completado sus interpretaciones, se dará a conocer una nueva visión del fenómeno del colapso y una mejor perspectiva de los últimos siglos de la civilización Maya en la región Petexbatun.
REFERENCIAS
Foias, Antonia E., James E. Brady, Carolina Foncea de Ponciano, David Stuart, María Teresa Robles y Ronald L. Bishop
1992 Análisis Preliminar de la Cerámica de los Sitios de la Región de Petexbatun. En IV Simposio de Arqueología Guatemalteca, 1990 (editado por J.P. Laporte, H.L. Escobedo, S.V. de Brady):179-199. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Rue, David
1989 Archaic Middle American Agriculture and Recent Pollen Data from Honduras. Journal of Field Archaeology 16 (2):177-194.