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Hernández Pons, Elsa y Juan E. Vanegas Pérez
1996 Los trabajos arqueológicos dentro de la restauración del Ex Convento Hospitalario de Betlemitas, centro histórico de la ciudad de México. En IX Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1995 (editado por J.P. Laporte y H. Escobedo), pp.591-600. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala (versión digital).
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LOS TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS DENTRO DE LA RESTAURACIÓN DEL EX CONVENTO HOSPITALARIO DE BETLEMITAS, CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MEXICO
Elsa Hernández Pons
Juan E. Vanegas Pérez
La importancia de la Arqueología Histórica en México es cada día mayor, pues el potencial que encierra el subsuelo de las grandes ciudades coloniales, es parte de nuestro legado histórico y cultural; por tanto, su estudio y preservación son fundamentales para nuestra nación.
La posibilidad de un trabajo interdisciplinario que se aboque a la restauración integral de un edificio histórico no es muy común; por tal motivo, nuestra participación, además de aportar datos fundamentales para la restitución y delimitación de los espacios funcionales originales del inmueble, nos permitió a la vez determinar nuevas temáticas de estudio y profundizar en otras, poco representativas dentro de los contextos arqueológicos.
El objetivo principal de la restauración del Ex Convento Hospitalario de Betlemitas del siglo XVIII, localizado en Tacuba #17, Centro Histórico de la Ciudad de México, fue la adquisición del edificio por parte de Banco de México, con la intención de instalar el Museo de la Numismática, rescatando así un espacio histórico importante y céntrico de la antigua Ciudad de México.
Una de las actividades importantes a realizar, contemplaba el retiro de los niveles de piso posteriores al siglo XVIII y por lo tanto, requería de una investigación arqueológica para determinar los niveles originales y las diferentes ocupaciones del edificio, ya que se relaciona con otros sucesos históricos del México Independiente, como el Colegio Militar y diversos usos educativos.
Las condiciones de abandono y falta de mantenimiento en que se encontraba el edificio en el momento de su adquisición, nos permitió observar las huellas de uso de lo que denominamos y registramos sistemáticamente como «última ocupación», fechada entre 1992 y 1950, por los estilos decorativos de muros y las evidencias de objetos de baño existentes. A esto se suma los diferentes pisos y enmarcamientos de madera, además de la basura que quedaba (Vanegas y Audirac 1994).
Los trabajos arqueológicos iniciales se abocaron a realizar sondeos previos en todo el terreno, para localizar niveles de ocupación y desplante de muros, o la búsqueda de algunos que debido a reusos posteriores se habían demolido, para ampliar los espacios. A su vez, se realizaron algunas calas de «liberación» en lugares en que se detectaron los muros originales, los cuales mantenían una medida uniforme de proporciones en varas (0.86 m).
Con los resultados de estos trabajos preliminares, se tuvo un planteamiento general de las posibilidades arqueológicas, que se tradujo en muestrarios de materiales arqueológicos ─básicamente cerámicos─; así como una propuesta metodológica para la excavación extensiva de los 3,400 m² de superficie del inmueble.
La segunda temporada de excavación se realizó por espacios funcionales, para lo cual dividimos las áreas de actividad del espacio a excavar y les dimos una nomenclatura propia (Figura 3a).
Cada arqueólogo se responsabilizó de la excavación de uno de estos espacios, desde la descripción de las condiciones del terreno, agregados, etc., así como la retícula de excavación y el desarrollo del trabajo arqueológico, entregando el informe de excavación, así como del análisis de los materiales (Figura 7). Por lo tanto la interpretación final de las ocupaciones fue más completa ya que en la mayoría de las veces, cada muestrario enriquecía lo que otro arqueólogo había realizado. Al finalizar este proceso integral, se abrían nuevos frentes de excavación. Este mecanismo permitió manejar etapas completas de ocupación de las diversas áreas del edificio, o delimitar la extensión original de otros más.
Los espacios funcionales externos, o sea las accesorias comerciales, se localizan sobre las calles de Bolívar 12 de ellas y cuatro más sobre Tacuba, la renta de las cuales ingresaba al Convento de Betlemitas, sus dueños.
Al interior, podemos localizar: los patios, la portería, algunas celdas en planta baja, áreas de escaleras, zonas de «servicios», o de actividades comunes como la cocina, lavaderos, etc, los pasillos o «deambulatorios» y hacia el claustro del Noviciado, las «galerías» o largos espacios, no pasillos, con funcionamiento no muy claro a través de las evidencias arqueológicas, salvo la Galería 1, colindante con el posible «huerto» al sur, donde se localizaron varios basureros especializados, o sea, con una frecuencia casi única de ciertos materiales: mayólica, macetas, suelas de zapato, o vajilla hospitalaria.
HISTORIA DEL EDIFICIO DE BETLEMITAS
La construcción del edificio que albergó el sagrado convento de Nuestra Señora de Belem (o Bethlem) de la Ciudad de México, se debe al Maestro Mayor en el Arte de Architectura Don Lorenzo Rodríguez, importante arquitecto de la Colonia, quien hacia 1760 reporta las condiciones en que se encontraba su construcción:
…Don Lorenzo Rodríguez, vecino de esta Ciudad, Maestro Mayor en el Arte de Architectura…digo que me halle fabricando la obra del sagrado convento de Nuestra Señora de Belem de esta corte… por el lado del oriente, donde se hizo la compra del Mayorazgo… se hallan fabricadas doce accesorias de dos cuerpos, con sala y recámara en lo bajo y cada una con una reja de fierro, escalera sobre alfardas, que asciende a otras dos piezas iguales a las antecedentes con un balcón de antepecho una de ellas; y a la vuelta, en la Calle de San Andrés se hallan otras cuatro accesorias con los mismos tamaños,… y a continuación de ésto, sigue la portería y caja de escalera… y al fondo de lo anterior (lado del sur) se halla fabricado el noviciado… una cocina de bóveda… un repartidor de bóveda… patio de panadería, pieza de amasijo y cuarto de panaderos… un caracol de bóveda que asciende a las azoteas y un pasadizo de uso de los de la escuela a los lugares… sus fundamentos a todo costo en las profundidades que ha pedido el terreno y sus estacados bien juntos; sin haber podido aprovechar de todos sus cimientos, más que el exterior de la pared de la pared de la calle de San Andrés… y julio 8 de 1760 años.
Lorenzo Rodríguez (rúbrica)
A.H. CONDUMEX, fondo 11─5, manusc. Betlemitas, doc.nº 30
La dimensión original de la construcción de Lorenzo Rodríguez se ha visto mutilada históricamente, con las transformaciones de la Ciudad de México y su fragmentación para la venta durante muchos años. Así, tenemos que de la construcción inicial que llegaba hasta la calle de San Francisco, en 1881, se abre la calle de 5 de mayo, quedando sólo la mitad de Betlemitas (Figuras 1a, b; 2a, b). Se fragmenta y vende a diferentes personas, por lo que actualmente queda sólo una octava parte del inmueble, que corresponde a los dos claustros religiosos.
El área del Hospital, hacia la calle de Filomeno Mata, ya se perdió y la Iglesia de Betlemitas la ocupa la Secretaría de la Defensa Nacional, como Museo del Ejército; ya que en Betlemitas se instaló el primer Colegio Militar del México Independiente hacia 1824.
El patio principal o Claustro principal conserva su arquitectura original abajo de los agregados posteriores, así como su fuente, al centro del patio y la disposición de las jardineras. Se ha excavado sólo parcialmente, pero está muy completo (Figuras 4b, 6).
En los muros superiores se observan letras que conforman el inicio del Ave María; y en una de sus esquinas la fecha 1766, fecha (Figura 5b), fecha en que se concluyó la edificación y dos años después sus muros reciben a los representantes de todos los conventos de Betlemitas de América, pues se realiza una reunión o Capítulo General de la Orden, en 1768 (Figura 5a).
REFERENCIAS
Hernández Pons, Elsa y Juan Vanegas
1994 Proyecto Arqueológico para la Segunda Temporada de Excavación de Betlemitas. Manuscrito inédito, Consejo de Arqueología, INAH, México.
Tobar y de Teresa, Guillermo
1992 La Ciudad de los Palacios: Crónica de un Patrimonio Perdido. 2 Vols. Ediciones Espejo de Obsidiana, México.
Figura 1 a) localización del área de Betlemitas dentro del Plano de García Conde 1793─1830 y como lo «rompe» la nueva calle de «5 de Mayo» en 1881; b) dimensión original del espacio de los Betlemitas y sus diferentes fragmentaciones a lo largo de las transformaciones de la Ciudad de México después de 1821; c) vista del edificio del Ex Convento de Betlemitas, sobre la calle de Tacuba, en 1993
Figura 2 a) el convento fue reutilizado para el Hotel Vergara y el Teatro Principal; b) la construcción en el momento de ser demolida para continuar la calle de 5 de mayo.
Ambas fotos tomadas de: Tobar y de Teresa 1992
Figura 3 Retícula de excavación y áreas de trabajo por espacios funcionales
Figura 4 a) vista superior del Claustro principal durante los trabajos. De poniente a oriente;
b) vista del patio principal durante el inicio de la excavación
Figura 5 a) portada del documento: Capítulo General de la Orden realizado en la Ciudad de México. Archivo Arzobispal de Guatemala. Foto: Elsa Hernández Pons;
b) esquina suroeste del muro superior del Claustro principal de Betlemitas
Figura 6 Vista exterior e interior del Claustro del Noviciado, en su segundo nivel,
durante los trabajos de liberación de agregados
Figura 7 a) emblema de la Orden de Bethlem, en azulejo, se encuentra in situ en los muros de la Portería; b) una muestra del material cerámico recuperado durante la excavación